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Pudo dormir algunas horas, cuando los rayos de sol lo molestaron despertó. Por lo brillante que se veía la estrella de fuego supo que sería cerca del medio día.

Agradeció que su padre y Soo no siguieran insistiendo, además de no molestarlo en la mañana para ir a clases. Se levantó con lentitud, se sentía agotado pero no quería estar en su casa, le traía los horribles recuerdos de anoche.

Se dio una ducha con agua tibia, limpiándose las lágrimas secas de sus mejillas. Se quedó más de media hora allí, pensando una y otra vez de que su padre se casaría y olvidaría a su madre. No soportaba la idea de que él besara y abrazara a Soo en sus narices, diciéndole lo mucho que la amaba y que siempre serían felices juntos. Se le revolvió el estómago y salió de la ducha antes que no pudiera resistir las arcadas.

Fue a su habitación y vistió su uniforme con tan poca preocupación como siempre. Se arregló el cabello e intentó mejorar su expresión, ya que parecía un muerto viviente.

Tomó el autobús y fue a la escuela. Entró a su salón a media hora antes del toque de campana del almuerzo. Todos lo quedaron mirando, nunca se acostumbrarían a su presencia en el salón pero a él le daba igual. Se quedó allí hasta que tocó el timbre y salió en busca del trío.

Lo vieron mal, lo supo por la expresión que pusieron al mirarlo, pero no le preguntaron al respecto. Él solía ser bastante reservado con sus asuntos y ellos lo sabían, así que por más que insistieran no diría nada. Pero lo hicieron sonreír y eso lo agradeció, porque entre tanta basura que ocurría en su vida lo que más necesitaba era ser feliz.

Aunque su sonrisa se esfumó demasiado pronto. Estaban pasando por el patio pero por órdenes de JaeBum no hicieron nada, sólo dar una caminata por allí. Se dio cuenta de que JinYoung y Kwan estaban juntos otra vez, viviendo su mundo de fantasía junto a YuGyeom y YoungJae. La mandíbula se le desencajó de celos y bufó, alejándose con sus amigos a paso rápido de allí.

La rabia no se había ido de él como pensó, ya que se sentaron en el pasto unos metros más allá y tenía una vista perfecta del castaño y el nuevo riendo juntos.

— Lleven al nuevo tras los edificios de la escuela cuando suene la campana. —. Ordenó cuando no pudo más con sus celos. Al momento que tocó el timbre se fue apretando los puños, le daría la lección a ese chico de no meterse con lo suyo.

Esperó tras los edificios, conteniendo la rabia que sentía, no tan sólo con Kwan sino consigo mismo, por no poder controlar sus emociones por más que quisiera. Voces a lo lejos llamaron su atención y sonrió al ver que sus amigos traían al chico nuevo.

— Dejenlo, él y yo tenemos asuntos que atender. —. Dijo y el trío se largó, dejando al chico en el piso.

— Y-yo no he hecho nada… —. Se defendió enseguida el muchacho, asustado por su presencia.

— No mientas, has hecho mucho. —. Se le acercó con los puños apretados y lo empujó contra la pared para que no escapara. — Estar con JinYoung por ejemplo.

— So-somos amigos… —. Volvió a excusarse, temblando a este punto. JaeBum sonrió, qué chico más patético.

— Más te vale, ¿sabes por qué? —. Kwan negó y recibió un fuerte golpe en el estómago, respuesta equivocada. — Estoy seguro de que le has puesto los ojos encima y te recomiendo que te alejes de él.

— No sé de qué hablas…

— Detesto a las mosquitas muertas como tú. —. Le propinó otro golpe, ésta vez en el rostro. Kwan escupió sangre pero no le importó. — Park JinYoung es mío así que aléjate de él mientras puedas, porque sino terminarás en el hospital. ¿Está claro?

El chico no le contestó y aquello lo hizo rabiar, no estaba para juegos. Lo golpeó una vez más en el estómago y aprovechó que este cayó al piso para patearlo por todo el cuerpo, descargando su rabia.

En algún momento de la paliza el futuro casamiento de su padre apareció en sus pensamientos y los golpes no cesaron. Las súplicas de Kwan que se detuviera no las tomó en cuenta y menos las lágrimas que caían de sus mejillas. Sólo se detuvo cuando el chico no hablaba. Respiraba pero con dificultad, no tenía de qué preocuparse.

Se alejó de allí, aún furioso y fue donde sus amigos, quiénes estaban al otro lado.

— Hagan que la vida de Park JinYoung sea una verdadera mierda. —. Dicho eso se largó de allí, satisfecho con lo que había hecho.

Daddy ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora