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Luego de esa instancia en donde se convirtió en un acosador, fue a casa. No tenía nada mejor que hacer que encerrarse en su habitación hasta el día siguiente o la cena, dependiendo de esta última si le daba hambre. Y era mejor largarse, porque sino terminaría siguiendo a JinYoung hasta su casa y eso sería cruzar sus propios límites, aunque ha pasado varios de ellos.

La mansión estaba sola una vez más y no tenía la remota idea si su padre llegaría temprano o muy tarde, como hacia la mayoría de las veces, pero le agradaba la soledad, podía hacer todo lo que le plazca y sin darle explicaciones a nadie.

Luego de lanzar su mochila al sofá fue a darse una larga y caliente ducha, colocándose ropa más cómoda. Se quedó en su habitación como siempre y esperó a que cayera la noche. El sonido de un vehículo afueras de su casa le llamó la atención, mucho más que entraran minutos después. Era su padre junto a su pareja, habían llegado temprano, justo a la hora de cenar.

— ¡JaeBum, baja! —. Le ordenó su padre desde el primer piso. Sin perder tiempo bajó hasta donde estaba su padre y supuso que su pareja se encontraba en la cocina por la luz encendida allí. — Cenaremos los tres juntos. Tengo una noticia muy importante que contarte.

— Está bien. —. Respondió dudoso y pasó por la cocina a saludar a la mujer. Luego se largó a la sala de estar para entretenerse un rato mientras la pareja de su padre preparaba la cena.

Esperó con paciencia a que la comida estuviera lista, ya que cuando salió un delicioso aroma de la cocina su estómago rugió. No había comido nada gran parte del día y necesitaba con urgencia un bocado. Por eso casi saltó del asiento cuando la mujer le avisó que la cena ya estaba lista.

Ya en la mesa comenzaron a comer y JaeBum pudo notar como su padre y la pareja de este intercambiaban miradas cada dos minutos, como si estuvieran ansiosos por algo o si compartieran alguna especie de secreto. Se alarmó cuando la mujer asintió con la cabeza y su progenitor dejó los cubiertos sobre la mesa.

— ¿Recuerdas que te dije sobre una noticia muy importante? —. Le preguntó el hombro y él asintió, sin comprender nada de la situación. — En serio es muy importante, no tan solo para mí sino también para Soo. Te pido que seas lo más comprensivo posible, ¿de acuerdo?

— No me asustes, papá. ¿Qué pasa?

— Tu padre y yo... —. Soo tomó la mano del hombre y le dedicó una sonrisa gentil antes de volver a mirar al pelinegro. — Nos vamos a casar.

— Sé que para ti será difícil debido a tu madre pero ya es momento de dar vuelta la página, JaeBum. Amo a Soo y creo que es el momento de dar el siguiente paso. —. Prosiguió su padre.

El pelinegro los miró por unos segundos y dejó caer los cubiertos sobre la mesa. Se levantó con violencia y se fue hacia su habitación, sin tomar en cuenta cómo ambos lo llamaban para que volviera a la mesa e incluso apartó a su padre cuando este intentó acercarse.

¿Acaso esto era una puta broma? No podría creer como su progenitor era capaz de olvidar a su madre así como así, que había roto aquella promesa que nunca volvería a amar a otra mujer que no fuese ella y menos que se casaría. Estaba enrabiado y si se hubiera quedado en el comedor les hubiera gritado hasta quedar sin voz.

Ya en su habitación las lágrimas amenazaron con salir y se resistió, pero cuando su padre intentó entrar no pudo contenerse. Se sentía tan traicionado y desdichado, pensando en su pobre madre. ¿Qué pasó para que él cambiara de opinión? Se quedó encerrado en su habitación bajo llave, llorando silenciosamente y sin consuelo alguno gran parte de la noche, tiempo en donde Soo también le había insistido en salir para hablar con más calma las cosas e incluso le dijo que su intención no era reemplazar a la única mujer que amó, sino que se casaría por amor.

Vaya mierda, como si fuera a reemplazarla. Ni con toda la insistencia y cariño del mundo reemplazaría a la mujer más especial de su vida.

Soo y su padre habían comenzando a verse casi al año del fallecimiento de su madre, por eso nunca le agradó esa mujer. El que oficializaran su relación le cayó como agua fría e intentó por todos los medios que se separaran, pero al año siguiente se rindió porque aún seguían juntos a pesar de las dificultades. Trató de quererla e incluso comenzaba a agradarle, pero todo eso se fue al carajo con que se casarán.

¿Acaso esto era el karma? Porque se sentía horrible. Si de por sí estar lejos de JinYoung ya lo hace sentir una misera, el que su padre contraiga matrimonio era muchísimo peor. Solo quería que esto fuera una pesadilla de la que despertaría pronto.

Daddy ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora