Final

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Llegó el día de la boda y la mansión de los Im se encontraba en constante movimiento. Habían venido familiares por parte de ambas familias para presenciar la ceremonia. Todos estaban emocionados y sumamente ansiosos por este día tan especial, pero JaeBum no se sentía bien al respecto. Soo era la más emocionada por la boda, ella hizo todos los preparativos y se preocupó por su vestido, el peinado, absolutamente todo. Su padre estaba hablando con los invitados, sin ninguna pizca de culpa en su interior.
Le envió un mensaje a su novio de que ahora saldría hacia su casa. No quería ir al matrimonio, no sería capaz de ver como el señor Im le diría palabras de su más infinito y sagrado amor a Soo, en otras palabras, mentiras. Porque si iba le diría todo a la prometida de su padre.
Salió de casa, tratando de esquivar a todo quién pudiera hablarle y fue a tomar el autobús. Sentía una presión en el pecho por tapar el sol con un dedo y fingir que nada ocurría, no quería que una mujer tan buena sufriera por culpa de un patán, porque sabía que tarde o temprano se enteraría de esa infidelidad y todo su mundo se derrumbaría.
En el trayecto a casa de JinYoung trató de olvidarse del asunto como tantas otras veces pero no lo consiguió. En cambio lo carcomió más la culpa.
Bajó cuando estaba a algunas cuadras de la casa su novio y fue rápidamente hasta ésta, tocando el timbre cuando ya estaba frente a la puerta. La señora Park lo recibió con una grata sonrisa y le permitió pasar. El padre de JinYoung no estaba, lo supo enseguida al no verlo en la sala de estar viendo televisión. Había pasado lo suficiente en esta casa para saber todas las costumbres de la familia de su novio.
— JinYoung está en su habitación, sube. —. Le indicó la señora Park y le agradeció, subiendo a la habitación de su pareja.
Tocó la puerta y cuando el menor le dio una respuesta afirmativa entró. Fue recibido por un cálido abrazo y un beso. Enseguida cerró la puerta y se recostaron en la cama.
— Te ves algo aflijido. —. Le comentó el castaño y lo miró, notando preocupación en sus ojos. — ¿Te encuentras bien?
Luego de pensar por varios segundos negó, no podía seguir ocultándole a JinYoung de la situación. Le contó que su padre le era infiel a su prometida, además que él se planeaba casar con ella para cerrar un negocio muy importante para su empresa. Omitió el detalle que su padre lo amenazó, mucho menos mencionó que estaba involucrado y que sus estudios se verían afectados.
JinYoung lo comprendió y le dio un abrazo para disminuir la angustia que su novio sentía. Al JaeBum de antes le hubiera dado igual este asunto pero había cambiado y al JaeBum de ahora le importaba lo que sienten las otras personas.
— No sé que hacer... —. Murmuró el pelinegro, oculto la curvatura del cuello de su pareja.
— Debes decirle, JB. Porque después será peor. —. Le dijo en respuesta mientras acariciaba su cabello. Adoraba a Soo y entendía el malestar de JaeBum, no quería verla sufrir pero el daño será menor si se lo dice ahora a que se entere ella misma después.
— No puedo hacerlo. —. El que JinYoung apoyara a que fuera no lo ayudaba a quedarse de brazos cruzados, a pesar de que pueda afectar a su novio.
— Resolvamos esto juntos. —. Le tomó el rostro y lo obligó a que lo miraba. Le dedicó una sonrisa dulce para que se calmara. — Sabes que iría hasta el fin del mundo por ti.
— Lo sé, y tú sabes que haría lo mismo por ti. —. Le susurró en repuesta y le dio un pequeño beso en los labios.
JinYoung terminó por convencerlo a ir. Ambos se levantaron y bajaron en busca de la madre del menor. Le dijeron que debían hacer algo muy importante y necesitaban salir con urgencia. Gracias al cielo ella no se negó y los dejó ir.
— ¿Alguna idea? —. Preguntó JinYoung apenas salieron de la casa, comenzando a caminar a paso rápido. No tenían mucho tiempo.
— Ninguna. Soo no me creerá si solo se lo digo, estoy más que seguro. —. Se llevó las manos a la cabeza, sin saber que hacer.
— ¿Sabes quién es la amante de tu padre?
— Ni idea, solo la vi una vez.
— ¿Podrías reconocerla? —. Ambos intercambiaron miradas por un par de segundos, sabiendo que debían hacer.
Fueron a la empresa del padre del mayor, urgidos de poder encontrar a la mujer. Porque sin ella el plan no daría resultado y el padre de JaeBum se saldría con la suya.
Entraron y el pelinegro tuvo que explicarle a la recepcionista que era el hijo del dueño y que necesitaba subir a las oficinas con urgencia, supuestamente para buscar algo importante. Aunque el que fuera casi igual a su padre físicamente ayudó mucho a que lo dejaran pasar.
Subieron por el ascensor al sexto piso, en aquel su padre tenía la oficina. No tenían idea si la amante trabajaba en la empresa pero debían intentarlo.
Comenzaron a buscar a la mujer por todo el piso, pero el trabajo se volvió más dificultoso cuando los trabajadores reconocieron a JaeBum. Se sorprendió al saber que todos pensaban que su padre estaba en otro país por una reunión importante, no que se casaría. ¿Por qué ocultó su matrimonio?
— ¿Qué haremos? —. Preguntó JinYoung, agotado por recorrer dos veces las oficinas.
— Nada. No lo lograremos, queda una hora para que empiece la ceremonia. —. JaeBum se sentía mal consigo mismo, terminó fallándole a Soo. ¿Por qué diantres no le dijo antes?
— Disculpa. —. Una voz femenina lo llamó y volteó sin ánimos. Entonces la reconoció y su rostro se iluminó. — ¿Eres el hijo de Im Suk? —. Asintió en silencio, sin creer que la amante de su padre estaba frente a sus ojos. — Wow, son iguales. Pero, ¿qué haces aquí? Tu padre está en el extranjero.
— Vine a buscarla. —. Respondió simplemente y la mujer lo miró sin poder creerlo. — Necesito que me acompañe, es importante. Tiene que ver con mi padre.
— ¿Le sucedió algo? —. Preguntó con preocupación la mujer, bastante joven y bonita.
— Algo así. ¿Tiene auto? Necesitamos llegar lo antes posible. —. Ella asintió enseguida y le hizo una señal positiva a JinYoung. — Guienos.
Fueron junto a Nara, la amanta del señor Im, al estacionamiento de la empresa. Ya allí buscaron el vehículo, un hermoso descapotable rojo. JaeBum hizo una mueca y su novio lo noto.
— ¿Qué ocurre? —. Le susurró al oído.
— Es imposible que haya comprado un auto tan caro. —. Musitó en respuesta. — Alguien tuvo que habérselo comprado.
— ¿Tu padre? —. JaeBum asintió y el menor comprendió todo. Le dio una suave caricia en la espalda, porque más que nunca el pelinegro necesitaba apoyo y lo sabía. Sentía lástima que el mayor pasara situación tras otra, pero saldrían de esta, juntos.
Subieron al vehículo y partieron hacia su destino. El pelinegro le dio la dirección a Nara, omitiendo de que iban a la iglesia para interrumpir el casamiento de su padre. Miró la hora en su celular, la ceremonia ya había comenzado. Sólo rogaba que llegaran a tiempo.
En el camino la mujer les contó que era una de las secretarias de los socios de su padre y que ambos tenían una buena relación, claramente omitiendo que estaban juntos. La pregunta era, ¿sabrá de qué estaba por casarse o fue igualmente engañada?
— ¿Por qué vinimos a una iglesia? —. Preguntó Nara, más que confundida.
— Mi padre se va a casar. —. Respondió el pelinegro, mirándola fijamente. La impresión de la mujer fue notable, pero eso no le daba respuesta a su duda.
— ¿Qué? —. Preguntó con voz quebradiza, sin poderlo creer. — ¿Es una broma, verdad?
— Entre a la iglesia y averiguelo. Porque nosotros no la hubiesemos traído si fuese una mentira. —. Respondió JinYoung y sin chistar Nara apagó el motor, bajándose del auto.
Todos dentro de la iglesia escuchaban las palabras del sacerdote, ya que el momento más importante estaba por llegar. Algunos intentaban contener las lágrimas, entre estos Soo, y otros ya querían que llegara el momento de dar el acepto.
La emoción del momento fue interrumpido cuando la puerta de la iglesia se abrió y todos voltearon. Suk casi se muere al ver a Nara entrar. ¿Qué mierda hacia allí? La respuesta apareció sola cuando JaeBum y JinYoung entraron tras ella. Tuvo que verlo venir.
— ¡¿Qué mierda significa esto?! —. Preguntó ella fuera de sus cabales. — Vamos Suk, explicame. Te estoy esperando.
— Disculpe, ¿quién es usted? —. Preguntó confunda Soo.
— Su pareja. Desde hace un año y medio. —. Respondió y Soo miró a Suk, sin poderlo creer. — ¿Ustedes llevaban más tiempo juntos? —. Los ojos de Nara se aguaron al ver que la mujer asentía, fue vilmente engañada por él. — No lo sabía, Suk me dijo que no tenía una relación hace tiempo. Él... le dijo a todos en la empresa que estaría de viaje en el extranjero por negocios, nunca mencionó que estaba con alguien y mucho menos que iba a casarse.
— ¿Por eso no querías que nadie supiera? ¡¿Para que ella no se enterara?! —. Soo fue la primera en romper en llanto, sin poder creer que el hombre que amaba resultaba ser un mentiroso de primera.
— Soo, deja que te explique. —. Dijo Suk, atrapado en la situación que menos quería estar. Todos lo miraban con desaprobación, pensando que era un maldito descarado.
— ¿Soo? ¿Kim Soo? —. Nara preguntó y la otra asintió. No resistió y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas como una cascada. — Suk me dijo que cerraría un negocio con tu empresa, pero jamás pensé que ésta manera.
— Eres un imbécil. Así que sólo querías casarte conmigo por negocios. —. Soo se sentía horrible, el que se supone sería el mejor día de su vida se volvió todo un infierno. Se sentía pasada a llevar y humillada, pero sobretodo imbécil por haberse enamorado de un tipo como Suk. — ¿Hubieron otras además de ella? ¡Responde!
El hombre se quedó callado, avergonzado y humillado por haber sido pillado. Claro que hubieron más mujeres, muchísimas. Las lágrimas de Nara y Soo no le importaban en lo absoluto, sólo que no cerraría su negocio. Eso fue lo único que siempre le importó.
— ¡Hijo de puta! ¡Te odio! —. La cachetada que Soo le proporcionó a su casi esposo resonó en toda la iglesia. Salió corriendo de allí, sin poder aguantar la humillación que vivió frente a toda su familia.
Todo se volvió un escándalo de un segundo a otro. Los familiares de Soo no demoraron en recriminarle al empresario de su infidelidad y algunos familiares de Suk salieron a su defensa. Pero él no estaba preocupadado de ello. Apretó los puños con furia, todo su plan fue arruinado por su propio hijo. Lo buscó con la mirada y cuando sus ojos se encontraron supo que lo haría sufrir, que lo jodería hasta el día que muriera.
Nadie se metía con Im Suk, ni siquiera su propio hijo.
El escándalo no quedó solo en la iglesia. La noticia se expandió hasta en la televisión, periódicos y radios, con titulares sumamente humillantes para su persona. Se encerró en su mansión lo que quedaba del fin de semana, no quería ver a nadie. JaeBum no llegó a casa y prefería que fuera así, no quería ver a un traidor. Uno que pagaría muy caro.
Oh, haría que Park JinYoung no pudiera ni encontrar trabajo. Que gratificante.
El lunes a primera hora fue la escuela de  JaeBum. Todos lo miraban, de seguro se enteraron del bochornoso escándalo. Pero a pesar de eso tenía el poder absoluto de todo. Entró a la oficina del director sin permiso y luego de una larga charla llena de chatanjes y amenazas se retiró victorioso.

(...)

La escuela estaba revolucionada. Todos hablaban del mismo tema, incluyendo profesores. JinYoung se sentía observado y lo era, ¿qué ocurría? De seguro algo con él, era lo más probable.
YoungJae y YuGyeom actuaban muy extraño, lo abrazaban cada cinco minutos y le suplicaban quedarse juntos en todo momento. La situación se volvía cada vez más extraña, incluso los amigos de JaeBum lo miraban con compasión. Hablando de él, no lo ha visto en todo el día. No le responde las llamadas y mucho menos los mensajes, le estaba preocupadado.
— ¿Me pueden decir que está ocurriendo de una vez? —. Le preguntó a sus amigos finalmente. Estaba cansado de los cuchicheos sobre él.
— ¿No supiste? —. Preguntó con nervio YuGyeom, le estaban ocultando algo.
— ¿Qué cosa? Diganme, no entiendo nada.
— Expulsaron a JaeBum.
¿Qué?
JinYoung se quedó con la boca abierta, debía ser una broma. No habían motivos, él cambió. Preguntó que si era una broma pero ellos le contestaron que no. Ahora entendía las miradas y las palabras de lástima, todo le calzaba.
Necesitaba encontrar a JaeBum.
Salió corriendo en su búsqueda. No tenía idea si seguía en la escuela pero necesitaba hablar con él urgentemente.
Encontró a Jackson a mitad del pasillo y le preguntó si había visto a su novio. Negó, diciendo que ni siquiera había venido a clases. Le suplicó que lo llamara, debía verlo.
— Dijo que vendría después de clases. —. Le contó Jackson apenas terminó de hablar con JB. ¿Tanto tiempo? Necesitaba verlo ya.
Tuvo que esperar hasta el final de la jornada escolar. Estaba ansioso, la curiosidad lo estaba matando. ¿Por qué diantres no le dijo nada?
Apenas tocó el timbre de salida salió disparado a la salida de la escuela, no podía aguantar más sin verle. Lo divisó a lo lejos y fue corriendo hacia él, abrazándolo con todas sus fuerzas.
— ¿Por qué te expulsaron? —. Fue directo al grano, había esperado todo el santo día y no estaba de humor para ir con rodeos.
— Es una larga historia, sigueme. —. Respondió el otro y le tomó la mano, guiándolo al parque más cercano, necesitaba un ambiente más tranquilo. Al llegar se sentaron en una de las bancas vacías. — Mi padre me descubrió que iba a contarle a Soo la verdad tiempo antes de la boda. Me amenazó con que si yo hablaba... Te expulsarían a ti de la escuela. —. JinYoung iba a hablar, pero JaeBum negó, indicando que no había terminado de hablar. — Pensé en quedarme callado para no afectarte pero la culpa era tanta y tus palabras terminaron por convencerme de que debía hacer lo correcto. Luego de que lo que pasó en la iglesia fui a la casa del director, porque sabía que mi padre vendría hoy temprano para decirle que te expulsaran. Logré hablar con él y lo convencí de que me expulsaran a mí, mi padre no se enteraría de nada. Era conveniente expulsarme, sólo fui un chico problema y mis calificaciones no ayudaban mucho.
— Pero cambiaste, JaeBum. Ahora eres otro. —. Le repuso de inmediato el castaño, sin poder creer lo que hizo su pareja por él. — ¿Por qué lo hiciste?
— Porque tienes un futuro por delante, JinYoung. Quiero que cumplas tus sueños y seas feliz. En cambio yo solo iba a lograr entrar a la universidad por mi padre, no por mis calificaciones. —. Respondió con la verdad, no taparía el sol con un dedo. Aunque haya mejorado sus calificaciones, no serían suficientes como para dejarlo entrar a una buena universidad. — Mi padre no me quiere ver y lo más probable es que me mude con Soo, hablé con ella y me dio las gracias por hacer que se diera cuenta de que se casaría con un idiota, igual a ti. Yo veré qué hacer, porque sin hacer nada no estaré. No me arrepiento de lo que hice, lo haría un millón de veces y más. Me servirá para madurar y comenzar de nuevo como corresponde.
— ¿Por qué has sacrificado tanto por mí? —. Preguntó el menor, porque sabía que para JaeBum sería difícil continuar ya sea trabajando o estudiando, ya que sus antecedentes no eran muy buenos.
— Porque eres lo más preciado que tengo y no quiero verte sufrir, no otra vez. —. Le tomó de las manos y las acarició. — Todo saldrá bien, lo prometo.
— Saldremos juntos de esta, ¿de acuerdo? —. Sonrió al ver a su novio asentir, se venían tiempos difíciles pero sabrían superarlo juntos.
— Te amo, JinYoung. —. Confesó el pelinegro, seguro de sus sentimientos. Juntó su nariz con la del menor y sonrió.
— Yo también te amo, JaeBum. —. Respondió antes de juntar sus labios en un beso lleno de amor, uno verdadero y que nunca acabaría.

Daddy ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora