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JinYoung sentía que en cualquier momento su cabeza explotaría. Reclamos y más reclamos, aunque no fueran todos hacia él ya le hartaban. Desde que llegó sólo se ha metido en problemas y se lo ha buscado, pero no le dejaban en paz un maldito día. ¿Cómo no rebelarse cuando tenía tres idiotas que lo jodian como si no hubiera un mañana? Bufó, cruzándose de brazos.

— Usted ni se queje, Sr. Park. Muchos problemas ha causado ya.

El castaño levantó la mirada, encontrándose con el rostro de la profesora que los había pillado. Ni siquiera le hacía clases y sabía todo. Lo más probable que algún profesor o la misma enfermera le haya contado, no le cabe ninguna duda que es conocido en la escuela por meterse con los bravucones. Jackson sonrió burlón, balanceándose en la silla.

— No crea que se haya salvado, Sr. Wang. Usted y todos los demás están en serios aprietos por lo que acaba de suceder, así que mejor guárdese esa sonrisa o le aumentaré las horas de castigo.

Esta vez fue el director que habló. Sí, como castigo por causar tanto alboroto en los pasillos y en el patio, además del incidente en el patio donde JinYoung fue golpeado y la casi paliza que recibió YoungJae debían quedarse después de clases bajo la vigilancia de los profesores. Los amigos del castaño no tenían tantas horas de castigo puesto a que explicaron debidamente la situación, ocultando la parte en que JinYoung había ido al almacén. Prácticamente, sólo se corrió de clases buscando su mochila, cosa que era verdad.

Luego de una larga conversación en la oficina del director todos los involucrados salieron. Como era de esperarse las miradas fulminantes aparecieron. JinYoung miraba a los chiflados mientras que estos distribuían sus miradas a los otros tres. Todos sabían que las cosas no quedarían así. YuGyeom y YoungJae decidieron lavarse la cara antes de volver a lo que quedaba de clases.

JB se paseaba por el edificio abandonado, pensando aún en los fuertes sonidos que habían inundado el almacén. Fue entonces que decidió recorrer las habitaciones para buscar alguna clase de pista o algo en particular que le calmara un poco. Nunca antes nadie se había acercado al edificio y menos de aquella manera, algo raro estaba ocurriendo. Tal vez haya sido aquellos bravucones que iban en su contra pero, ¿cómo lograron encontrar su escondite?

Fue entonces que entró a un cuarto en particular, donde una de las ventanas estaba rota. Se acercó, con intenciones de mirar hacia el exterior cuando entonces vio uno de los cristales rodeado con sangre. Hizo una mueca instantánea de dolor, imaginando mil situaciones que hubieran dejado el vidrio rojo. Por el color de la sangre pudo deducir que había estado hace poco tiempo, penetrando un gran nerviosismo.

Alguien había entrado.

La campana del almuerzo sonó y todos comenzaron a salir del salón. El profesor les hizo una advertencia a los cuatro estudiantes del salón que protagonizaron lo ocurrido hace un rato, indicandoles que estarían bajo vigilancia durante esta hora. Colocaron mala cara, el almuerzo estaba arruinado. A pesar de esa mala noticia Jackson se fue con los suyos mientras los otros tres iban al patio a comer. Esta vez los secuaces de Daddy no pudieron robar almuerzos, puesto a que estaban vigilados por algunos profesores.

Que almuerzo tan tranquilo, no fueron molestados en ningún momento a pesar de las miradas insistentes de sus vigilantes. Aunque la felicidad no duraría mucho, no se les olvidaba que tenían dos horas de castigo.

— No quiero quedarme dos horas más en esta escuela de porquería. —. Se quejó YoungJae, dándole luego un mordisco a su emparedado.

— Lo siento, todo esto ha sido por mi culpa. No tuve que haberlos metido en esto.

— No digas eso, hyung. Para eso estamos los amigos.

YuGyeom rodeó el cuello de JinYoung con su brazo, sonriendo animadamente. YoungJae también le dedicaba una sonrisa, a pesar de haber casi muerto por falta de aire había sido divertido ir en contra de todo por un momento. Rápidamente ambos amigos le pidieron al mayor toda la historia y sus detalles al mayor, puesto a que quedaron confundidos luego del incidente.

Daddy ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora