La cruda verdad.

2.3K 130 15
                                    

Vaya que la vida nos da sorpresas. Por ejemplo, casi inmediatamente después de haberme 'graduado' del cuarto rojo, fui reclutada por la KGB. Y entonces, me enviaron a entrenar a Siberia. Y me enamoré como una estúpida de mi entrenador. Era rudo, oscuro, tan fuerte que podía sostenerme sólo con su mano izquierda, frío, letal y absolutamente hermoso. Su cabello largo, color chocolate, sus hermosos ojos verdes, llenos de tristeza y a la vez de furia.

Me enseñó combate cuerpo a cuerpo, ataque, defensa, me enseñó a salir de casi cualquier situación en la que yo no tuviera la ventaja, sólo con mis manos y mi imaginación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me enseñó combate cuerpo a cuerpo, ataque, defensa, me enseñó a salir de casi cualquier situación en la que yo no tuviera la ventaja, sólo con mis manos y mi imaginación. Y, por extraño que parezca, el Soldado más letal, el más temido por las agencias de espionaje, el asesino más implacable, se enamoró de mí. Perdidamente.

Me hice mujer en sus brazos, en todos los aspectos, a los 17 años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me hice mujer en sus brazos, en todos los aspectos, a los 17 años. Y lo amé. Lo amé locamente, y me arriesgué, nos arriesgamos a amarnos en el mundo de intrigas y traiciones en el que vivíamos.

Para dormir con él, tuve que hacer cosas casi imposibles. Pero dormíamos juntos, y nada era más maravilloso que despertar con un beso de sus labios y una sonrisa de su rostro, desnuda y agotada, después de hacer el amor toda la noche.

Hasta el día en que mi entrenamiento terminó. Hasta el día en que mi corazón se rompió en mil pedazos y decidí que el amor es para niños. Ese día, era un miércoles. Recuerdo que Invierno, como yo lo llamaba, no pasó la noche conmigo. Me dijo que tenía una misión y que cuando volviera, quería hablar conmigo de algo importante. Pero, cuando volvió y salí a recibirlo, dispuesta a entregarme a él, me abofeteó y me dijo que quién era, que él no me conocía, y que qué rayos estaba haciendo en su habitación. Corrí desesperada hasta llegar a mi cuarto, la bofetada me la había dado con su brazo de metal, y me dolió muchísimo. Pero, a decir verdad, lo que más me dolió fue mi corazón, joven e inexperto, que escogió a la peor persona como objeto de su amor.

 Pero, a decir verdad, lo que más me dolió fue mi corazón, joven e inexperto, que escogió a la peor persona como objeto de su amor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tu Amor Derribó Mis MurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora