Tu Amor Derribó Mis Muros

Felicidad total part. 2

Esa noche, no dormí de la emoción. Me sentía tan feliz de volver a ver a Stark, que tenía mariposas en el estómago. Sí, tener hijos me ha hecho una mujer totalmente distinta.

Ya no soy la fría espía rusa que todos temían. Sigo siendo Natasha Romanoff, pero con un toque más humano.

Y bueno, en realidad no era que durmiera mucho en esos días con las gemelas llorando cada tres horas, pero esa noche además me sentía muy feliz.

Llegó por fin la mañana y recibí el mensaje de Stark. Me aseguré de poner el teléfono especial en vibrador y meterlo en la bolsa de mis jeans para estar al pendiente.

Pasó una hora interminable, y por fin tocaron a la puerta. Todos se pusieron en alerta, pues pocas veces tocaban y la vecina estaba de vacaciones. Así que me levanté decidida de mi asiento y lo primero que vi al abrir la puerta, fue el imponente cuerpo de Thor.

Lo abracé sintiéndome tan feliz de verlo, que casi lloro. Entonces, detrás de él, apareció Bruce. También lo abracé aunque no tan efusivamente como a Thor. Y, atrás de ellos, estaba Stark. Se paró frente a mí y me dijo: "Arañita, para estar recién parida, te ves súper sexy..." y me abrazó. Todo eso en cuestión de segundos, pero el tiempo suficiente para que todos salieran a ver qué pasaba.

Cuando Steve estuvo frente a Stark, todo el ambiente se tensó. Todos contuvimos la respiración, esperando la reacción de mi esposo. Me preparé para intervenir si era necesario. Incluso ví salir energía escarlata de las manos de Wanda.

Sin embargo, para sorpresa de todos, Tony le ofreció la mano a Steve, y Steve la tomó y lo abrazó. Hasta que Tony dijo: "Cap, me ahogas." Y Steve lo soltó y se rió con lágrimas en los ojos. En ese momento me di cuenta que Barnes había desaparecido. Estaba desayunando con nosotros y se esfumó.

Entonces Stark dijo: "¿Y dónde está el soldado zombie? También necesito hablar con él." Y Steve fue a llamarlo, mientras Banner conocía a Scott y saludaba a los demás.  Thor, como siempre, es un niño grande. Ya tenía a mis hijas en brazos, y decía que eran iguales a mí pero con el cabello rubio de Lord Steven. Suena genial con su acento asgardiano y su voz de dios del trueno. James, en cuanto vio a Tony, le dio los brazos y lo abrazó con cariño. Eso fue más de lo que Stark pudo resistir. Mi hijo se acaba de ganar una beca escolar por el resto de su vida, cortesía del tío Tony.

Los Maximoff lo miraban desde un rincón, con recelo y guardando sus distancias. Hasta que Tony le dijo a Wanda que lamentaba haberla 'enviado a su habitación' y que Visión la extrañaba mucho, pero que si ya de por sí era difícil que Thor pasara desapercibido, con Visión era imposible.

Hubo abrazos, peticiones de perdón, reconciliaciones y por fin, llegó la paz al equipo. Entonces, Steve volvió con James y otra vez la tensión se respiraba en el ambiente.

Tony avanzó hacia él, y cuando lo tuvo enfrente, le tendió la mano como a Steve. Pidió hablar con él a solas y aunque a Steve y a mí nos preocupaba que pudieran salir chispas, Wanda me dijo en mi mente que ella se encargaba de que no pasara nada.

Hablaron por horas, mientras todos nos poníamos al día con Bruce y Thor. Estuvieron en Asgard, haciendo quién sabe qué cosas. Y siendo francos, a ninguno de los dos les parecía justo involucrarse en la pelea de meses atrás. De Bruce lo entiendo, el coronel Ross es su archienemigo y el padre del amor de su vida, pero de Thor, no.

Entonces Thor nos explicó sus razones y entendimos. Estamos en paz, no hay rencores. Otro tema delicado fue la salud de Rhodes, quien al parecer con terapias y tratamientos, está recuperándose favorablemente. Le deseo lo mejor, fue terrible lo que le sucedió.

Al fin, salen Tony y Barnes de donde se habían metido, con los ojos rojos pero reconciliados por fin.

Decidimos hacer una pequeña fiesta esa noche para celebrar el reencuentro, y la paz entre nosotros por fin.

Por supuesto que no tiene nada que ver con las fiestas de la Torre Stark, pero es una manera de convivir y volver a estrechar lazos. La noche se vuelve perfecta cuando tocan a la puerta y Pietro abre, y se encuentra con Clint Barton en toda su gloria. Lloro y corro a los brazos de mi gran amigo, y le digo a Stark que ese fue mi mejor regalo, no los aretes de diamantes que le trajo a mis hijas ni los juguetes tecnológicos para James.

Clint abraza a James, lo mima, y lo trata como un verdadero sobrino. Cuando conoce a Sarah y a Margaret, llora un poco. Me dice que son hermosas, perfectas y en un momento que nos quedamos solos, me dice también que nunca voy a comprender lo feliz que se siente de verme feliz, realizada como mujer y como madre, y que su corazón me ama profundamente, que la vida le hizo un regalo al conocerme y que soy su hermana para siempre.

Cuando dejamos de llorar como niñitas, Steve viene por mí y me pide un momento a solas. Me dice que por fin su corazón está tranquilo, que arreglar las cosas con Tony fue algo que trajo la felicidad total a su vida.

Estamos juntos, como antes, y es increíble ver a Tony y a Bucky conviviendo amigablemente y ver la ternura con la que Bruce observa a mis hijos, me conmueve saber que para él no hay ninguna esperanza, que él jamás será papá.

Así transcurren tres días, en los que Thor va al gym y se hace pasar por un nuevo instructor pero la verdad es que no tiene ni la menor idea porque aparte de que él fue favorecido por la genética de los dioses nórdicos, los ejercicios en Asgard son completamente distintos.

Pero las mujeres, Dios mío, las mujeres llegaron en tropel en cuanto se corrió la voz del nuevo instructor que parece un dios.

Finalmente Tony nos asegura que está luchando por nuestra libertad, y que aunque nos quedemos en Suecia, quiere que seamos libres de todo y podamos volver a ser, algún día,  LOS VENGADORES.