Finalmente, y como buenas gemelas, nuestras hijas nacieron a las 36 semanas de gestación. Idénticas, con el cabello rubio de Steve, y mis ojos verdes. Son simplemente maravillosas.
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Steve está loco por ellas. El parto se complicó y el doctor decidió no arriesgarnos y me practicó una cesárea. La primera en nacer, fue Sarah. Así lo decidimos, la primera sería Sarah y la segunda, Margaret.
Tienen dos semanas de nacidas y se acerca la Navidad. El año pasado lo celebramos todos en familia, en la Torre Avengers, y ahora estamos escondidos huyendo de la justicia y hace un mes, por si hacía falta algo más que le diera diversión a nuestra vida, llegó Scott Lang, o Ant-man, a instalarse con nosotros. Y entre Pietro, Sam y él se encargan de sacar de sus casillas a mi marido.
Pero Scott, siendo el único que tiene hijos aparte de nosotros, ha sido de gran ayuda estas dos semanas. Cuando no ayuda a Wanda con James, ayuda a Steve con alguna de las niñas, mientras yo me dedico a la otra o a James. Así que no está tan mal aunque a veces nos desespere.
Un mes antes del nacimiento de las niñas, Steve y Wanda fueron a Wakanda a visitar a Barnes. Al parecer Wanda ha sido de gran ayuda para aclarar los misterios de la mente de Bucky. No sé que tanto me conviene que recuerde, tal vez sea mejor dejar por la paz sus recuerdos y seguir adelante. Sólo tienen que sacarle la mierda que Hydra le metió para poderlo controlar y manejar a su antojo todos estos años.
Wanda regresó distinta. Aunque sé que sufrió al principio la ausencia de Visión y sentía que su corazón se había quedado en la Base Avengers, ahora veo un nuevo brillo en sus ojos. Tal vez James Barnes ha despertado en ella una nueva emoción.
Harían una pareja magnífica, aunque Pietro me odie por decirlo.
Barnes volvió con ellos y no ha sido una situación cómoda. Sin embargo, el gran respeto y cariño que siente por Steve hace que sea muy respetuoso y aunque a veces noto que me mira con añoranza, jamás ha mencionado una palabra de nuestro romance.
Hace poco, sonó el teléfono ese, el especial al que sólo Tony puede llamar. Estaba sola con las gemelas y fue un verdadero acto de malabarismo poder contestar. La llamada fue más o menos así :
"¿Stark? Soy Romanoff, ¿cómo estás? Me alegra mucho que llamaras." Eso, y a Sarah se le ocurrió hacer el berrinche de la semana. Por supuesto y como era de esperarse, Maggie decidió acompañarla en su sentimiento.
Entonces, escucho la voz de Stark que dice a media voz: "Nat, ¿tienes otro bebé? Porque el arañito congelado ya está grande para llorar así ." Le digo "Sí Stark, así es. Antes del enfrentamiento en Alemania descubrí que estaba embarazada por segunda vez, y Steve y yo tenemos unas gemelas. Sarah y Margaret. Me encantaría que pudieras conocerlas y ser su tío Tony, como lo fuiste y siempre lo serás para James."
Entonces me pregunta: "Arañita, ¿Dónde están? Me muero por verlos. Ya no me importa nada de lo que pasó con el capitaleta. Tampoco tengo nada contra el soldado zombie. Ahora entiendo que no era él cuando mató a mis padres, y entiendo que él fue una víctima más de Hydra y de todo el sistema, como hemos sido todos nosotros de alguna manera. Espero que puedan perdonarme y decirme dónde están para ir a verlos y arreglar las cosas con ustedes. ¿Podrán?"
"Stark, nada nos alegraría más. Eres bienvenido cuando gustes. Estamos en aquél lugar que alguna vez te dije que Steve y yo habíamos elegido para retirarnos. No le diré a nadie que vendrás. Cuando llegues, manda un mensaje y te diré la dirección exacta. Será una gran sorpresa para todos. ¿Vienes solo?"
"Romanoff, esa será mi sorpresa. No te diré con quién voy. Llego mañana a mediodía. Espero que el capitaleta no se enfurezca al verme."
"Steve te extraña Tony. Eres su amigo y te aprecia. Le dará un gusto enorme verte. Y también a James. Aunque debo advertirte algo... Barnes está con nosotros..."
"Lo suponía Nat. No hay problema, de hecho, tengo que hablar con él también. Nos vemos mañana, arañita."
Cuelga y una emoción enorme invade mi ser. Y muero por ver quién viene con él. Espero que todo pueda arreglarse entre Steve, Barnes y él. Que de una vez se acaben los problemas y podamos ser felices juntos como la familia que siempre fuimos y debimos seguir siendo.
Cuando logro dormir a las gemelas, James tiene hambre. Le doy de merendar, lo baño y lo acuesto mientras las niñas duermen. Entonces, llegan los demás del gym y Steve me da un fuerte abrazo y me besa con dulzura delante de Bucky. Es algo extraño para mí y a veces siento que Steve quiere marcar su territorio.
Bucky está dando una clase de defensa personal, y le llueven las alumnas. Sobre todo están interesadas en la lucha cuerpo a cuerpo, que les da ocasión de tocarlo y rodar por los colchones del gym "peleando" con él. Dice Wanda que son unas descaradas. No es para menos, es un hombre bastante atractivo. Está loco por mis hijos, James lo adora y cuando supo que Steve decidió llamarlo James en su honor y yo lo permití a pesar de toda la historia entre nosotros, vi que sus ojos se llenaron de lágrimas. Creo que para él fue una prueba más de la amistad tan grande que hay entre Steve y él.
Y luego, cuando Sam le reclamó furioso después de caer en cuenta que yo estaba embarazada de las gemelas la última vez que Bucky y yo peleamos y casi me ahorca, nos pidió perdón tan avergonzado que Steve habló con Sam en privado y Sam se disculpó con él.
Wanda me ha dicho que lo encuentra fascinante. También que ha visto en su mente los recuerdos que tiene de mí y que le dolió muchísimo saber que me hirió de esa forma, y que nunca podría recuperarme porque ahora soy la esposa de su casi hermano, y madre de sus hijos.
Wanda y él son hermosos de ver. Me da gusto que James Barnes encuentre el amor por fin en una niña tan linda y que lo complementa tan bien.
Antes de que Wanda regrese de comprar las cosas de la cena con Pietro, me hago el firme propósito de no pensar en Stark delante de ella, o va a descubrir la sorpresa. Y no quiero que nadie lo sepa hasta que Tony llegue.
