El Lado Perfecto [KaiSoo/KaDi]

• 24 •

Una vez en mi habitación, me metí al baño para darme una ducha, no demoré demasiado...así que muy pronto me encontraba sobre mi cama, mirando el techo sin razón alguna; preguntándome cuánto tiempo más aguantaría.

La puerta se abrió sin que siquiera hubiera sido llamada, me levanté asustado y cuando me di cuenta se trataba de DongWoo.

¿Qué demonios buscaba aquí?

— No te fue muy bien allá abajo ¿verdad? — el muy maldito se estaba burlando — Mi padre siempre ha sido de esa forma, me sorprende que hayas aguantado tanto.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté evidentemente molesto.

— Sólo quería asegurarme de que no estabas llorando — sonrió —. Te dije que sería bueno que nos lleváramos bien.

— No quiero — respondí a la defensiva.

— Cuando eras niño siempre llorabas cuando mi padre te regañaba por cualquier cosa, ahora que es más duro contigo parece no importarte — continuó.

— He crecido — gruñí —. Vete DongWoo.

— ¿Por qué ya no me miras como antes? — me ignoró —, siempre estabas detrás de mí, me buscabas, tus ojos se hacían considerablemente grandes...eras adorable.

— Cambien, eso es todo. No soy tan estúpido como antes — el tono de mi celular nos interrumpió; en la pantalla era visible el nombre de JongDae, mismo que mi hermanastro pudo leer a lo lejos. — Sal de mi habitación.

No tuve que repetirlo puesto que lo hizo de inmediato.

— Xiumin — escuché al otro lado del teléfono.

— ¿Qué quieres? — pregunté con brusquedad.

— Estas molesto — ni siquiera era una pregunta — ¿Es mal momento?

— Lo siento — suspiré —. No debí desquitarme contigo.

— ¿Sucede algo malo?

— DongWoo — murmuré —. Ya debes saberlo, está de regreso en casa y estaba aquí hace unos minutos — sólo podía escuchar su leve respiración.

— ¿Podemos vernos ahora?

— Estaba por irme a dormir — mentí y aunque fuera cierto no podría hacerlo —. Podemos hacerlo mañana temprano en la escuela.

— Bien — dijo cortante —. Espero que esta vez no estés tan ocupado como hoy.

— Lo prometo — dije —. Hasta mañana.

— MinSeok ¿te vas sin desayunar? — mi madre era tan molesta en ocasiones.

— Ahora no madre, quede de llegar temprano para...un trabajo de clase

— No creo que estés lo suficientemente cansado como para no pasar una mañana con tu familia ¿no es así? Siéntate — asentí de manera casi invisible y tomé mi lugar en el comedor, después de todo KangIn era la autoridad máxima en esa casa —. No asistirás al colegio, acompañaras a DongWoo al museo de arte y te quiero de regreso a casa con él — estaba tan enojado y casi tiro la mesa, pero me contuve porque esa no era mi casa, nunca lo había sido.

— No quiero ser descortés, pero preferiría ir a clases y luego acompañar a DongWoo a donde quiera que desee ir — KangIn me miró con enfado y supe que era el fin de la discusión.

— ¡¡He dicho que no iras!! — me gritó y recordé lo fuerte que puede llegar a ser su temperamento.

— Vamos KangIn, no crees que exageras...tiene que atender sus deberes — casi rogué porque mi madre se callase.