El Lado Perfecto [KaiSoo/KaDi]

IN THE END

A la mañana siguiente escuché mucho ruido proveniente de la parte de abajo, ciertamente había dormido más que bien, por lo que mi mal humor matutino no se hizo presente como en otras ocasiones.

Me asomé por las escaleras y vi a MinHyuk batallando con un hombre para meter una caja enorme.

— Buenos días — saludé por educación, el esposo de mi madre me sonrió y en cuanto el otro hombre se fue, me acerqué a husmear un poco cerca de aquella...misteriosa caja. — ¿Qué es esto? — pregunté mientras la pateaba levemente.

— No hagas eso, se estropeara — respondió riendo, fruncí el ceño por tanto secreto que se tenía.

— ¿Qué es? — insistí ésta vez cruzando los brazos.

— Un piano — respondió.

— ¿Compraron un piano?

— Es uno pequeño — respondió echándose en el sofá.

— ¿Por qué lo han comprado? — reclamé, cuando yo estaba en casa deseaba tener uno y jamás me lo compraron.

— No lo compramos, nos lo han obsequiado.

Seguía mirando la caja con evidente curiosidad, no sé por cuanto tiempo permanecí ahí hasta que mi madre entró por la puerta sonriendo al verme.

— Te han despertado — dijo —. Les pedí que fueran silenciosos — se dirigió a su esposo.

— La entrada es muy estrecha cariño — respondió MinHyuk.

— ¿Por qué no lo abrimos? — pregunté entusiasta, a lo que los dos comenzaron a reírse.

— Te dije que le iba a gustar — dijo mi madre.

Agradecía que la estancia de mi antigua casa fuera lo suficiente espaciosa como para arrinconar aquel pequeño y hermoso piano color chocolate. MinHyuk se sentó en el banquillo y sólo presionó unas cuantas teclas, mi madre y yo bufamos a la vez.

— Nunca dije que supiera como usarlo — respondió divertido — ¿Por qué no lo haces tú KyungSoo?

— Tampoco soy un experto — comenté, pero por dentro me moría por tocar esa hermosura.

— Fuiste a clases en el pasado — me animó mi madre —. Es todo tuyo mientras estés aquí.

Ocupé el lugar de MinHyuk y me decidí por tocar una melodía muy conocida la «Sonata Claro de Luna», lo disfruté demasiado, incluso cuando ellos se fueron al trabajo continúe haciéndolo, también canté un poco, hace mucho tiempo que no lo hacía y no era porque no me gustara, simplemente a veces no tenía confianza.

Mi madre despertaba todos los días con un estupendo humor y me pedía que continuara tocando y cantando, decía que la relajaba y que le daba mucho gusto que estuviera haciendo algo que me gustaba, por supuesto que no me negué porque a mí también me encantaba.

| J |

Llegué demasiado pronto y no sabía hacia dónde dirigirme, a ese paso regresaría a Seúl sin siquiera haber podido encontrar a KyungSoo.

26-3 Gwansan-dong, Deogyang-gu.

Goyang 11-156.

Era un mensaje de texto de MinSeok-hyung.

De nada.

Más tarde se lo agradecería correctamente. Así que tomé un taxi hacia esa dirección, era demasiado temprano y lo último que podía faltarme seria que él ya se hubiera marchado de ahí puesto que había tardado en reaccionar.