Capitulo 2

7K 389 16
                                    

Recuerdos vienen a mi cabeza haciendo que la nostalgia salga a flote, los rostros de mis padres iluminan mi mente, siguiendo el de mi hermano menor Tedd, sin faltar la bola de pelos de Pelusa mi perrita pug, suspiro. Miro por la ventana el recorrido hacía la universidad , otro suspiro sale de mi haciendo que James se altere:

—¿Qué tanto suspíras Beck?

—Los extraño tanto—me enderezó para quedar de enfrente a el.

—Solo llevamos 3 días aquí pequeña, no tienes de que preocuparte ¿okay?—me abraza y me da calidamente un beso en la frente.

—Okay.

~~~5 minutos más tarde~~~

—Retiro lo dicho Beck, tienes que preocuparte.

Mi vista rápidamente se enfoca en la preocupación: La Universidad. Cientos de personas entraban y salían de aquel enorme edificio, para cualquier lugar que miraras personas encontrabas, unas perdidas, otras coqueteando y otros impresionados del enorme lugar y es aquí donde James y yo nos encontramos.

Mi boca se abre de la impresión e inmediatamente volteó para ver a James que tiene la misma expresión que yo. James sacude su cabeza para despejarse y me mira:

—¿Lista?—pregunta mientras estira la mano enfrente de mi.

—Más que nunca—contesto mientras tomo su mano y nos adentramos a aquel enorme lugar.

~~~5 minutos después ~~~

—Mierda James, te dije que no era por aquí—dije mientras me daba por vencida y me sentaba en el pasillo desconocido el cual habíamos pasado 3 veces ¡3 veces!

—Este tríptico dice que si Beck—dice mientras ve a ese maldito tríptico mal hecho.

—Ese tríptico esta del carajo James, hemos pasado por aquí 3 veces ¡3 malditas veces! ¿Sabes que? Yo me largo—me levanto y sacudo mi trasero.

 Comienzo a caminar, los pasos de James a mis espaldas indican que se ha dado por vencido.

Caminamos alrededor de 3 minutos más cuando visualizo a una persona; comienzo a correr con James siguiéndome y empiezo a mover las manos:

—¡Oiga, esperé!

Aquella persona voltea dejándome ver a una señora de unos ¿50 años? con lentes, un lindo traje y un rostro amable, una sonrisa aparece en su rostro.

—¿En que le puedo servir señorita?

—Buenos días, disculpe es que nos perdimos y no encontramos el auditorio—dije apenada.

Una sonrisa burlona aparece en su rostro:

—No se preocupen, siganme—contesto con una cálida sonrisa en su rostro.

—Muchas gracias—contestamos al unísono mientras la seguíamos por atrás.

Este sera un día muy largo, mi instinto maternal me lo dice.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un bebe para BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora