Girls Like Girls Like Boys

4.-Eloise

— ¡Tom! —Le saludó Geo revolviéndole los cabellos con la mano, mientras con el brazo libre le envolvía por los hombros — tiempo sin verte —dijo Georg con tono sarcástico, evidenciando con ello que se veían más seguido de lo que yo podía imaginar.

—¡Quitate bestia! —respondió ella zafándose de su agarre pero sin dejar de sonreír. Yo apreté con fuerza mi bolso y estaba segura de que mis uñas se habían marcado sobre la piel sintética.

—¿Irás a Ravenlied esta noche? Me debes la revancha —dijo Geo recolocándose el casco y trepando a la motocicleta.

—Eres un mal perdedor Geo, ríndete de una vez —respondió Tom con esa sonrisa ladina que la caracterizaba.

—Convéncela Billie, dile que vaya a Raven's esta noche —pidió mi hermanastro como si fuese lo más natural del mundo. Ni siquiera sabía que tenían esa clase de... amistad o lo que sea que tuvieran.

Antes de que pudiera decir algo "I knew you were trouble" sonó dentro de mi bolso. La risa de Geo sonó gangosa dentro del casco y Tom sonrió por lo bajo sin decir nada más. Entre más rebuscaba en el interior, bajo mi bolsa de cosméticos, los kleenex, agenda, lapicera y otras muchas cosas, menos le encontraba. Manoteé más al fondo y guiándome por la vibración pude alcanzarle. De malas, con las mejillas ardiendo de vergüenza y sintiéndome tonta contesté la llamada sin muchos ánimos.

—Bueno —dije de mala gana y poco me importó que Tom me escuchara.

—Billie ¿Dónde estás? —preguntó mi mejor amiga desde el otro lado de la línea e hice mi mejor esfuerzo por no sonar tan antipática.

—Andreja, estoy cerca de Owen Park, estaré ahí en un momento.

—Dile que la amo —interrumpió Geo y le arrugué el entrecejo, él si sabía cómo ser inoportuno.

—No seas cursi, Geo —le dije a mi hermano y colgué.

—Sube, te llevaré a Peach —se ofreció palmeando el asiento de su motocicleta repartidora.

—No voy a subirme a esa cosa aunque me pagues Geo —ya no había poder humano que ocultase mi mal humor. No tenía ganas de fingir, como todo el tiempo, que era una damisela en apuros y que me daba miedo volver hasta Peach House a pie bajo una muy carente luz mercurial.

—No te preocupes Geo, le acompañaré, olvide unas cosas en Peach House —me quedé callada evitando su mirada y Georg encendió la motocicleta haciendo rugir el motor.

—Gracias Tom, te la encargo —dijo Geo guiñándole un ojo

—Te veo en Raven's —retó ella señalándolo con el índice.

—preparate para tu derrota definitiva, Tomboy

—Vas a perder, Bestia.

Cuando Geo se fue, el silencio de la noche en el pequeño pueblo nos envolvió, Tom me miró y yo desvié la mirada hacia la otra acera avergonzada y de malas, pero muy contenta de que estuviera aquí.

—Vamos —dijo ella comenzando a caminar. Yo le seguí varios pasos más atrás, deleitándome con la vista de sus hombros anchos y sus piernas largas, casi desee que ese pantalón estuviera un poco más justo — ¿Sigues molesta?—preguntó sin detenerse cuando pasábamos frente a la farmacia —a veces peco de sincera, pero no puedes culparme, estuviste ignorándome por meses.

—Deberías aprender a quedarte callada —respondí queriendo sonar enojada, pero no salió tan grosero como quería aparentar.

— ¿Y perderme la oportunidad de salir contigo esta noche?, ni que estuviera loca