20.- Tornasol

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Corrí hasta arriba sintiendo como si saltara sobre las nubes y bajé nuevamente a la misma velocidad. El corazón latía dentro de mi pecho acelerado y el aire jugueteaba con los cabellos que se habían escapado de mi trenza. Brinqué cuando llegué al final inferior de las gradas y caí sobre el suelo firme confiada y feliz.

un minuto cincuenta y tres segundos, Trümper, ese es un nuevo record —señaló la profesora Atkins tomando nota sobre su registro y me sonrió orgullosa.

Me dolía todo el cuerpo pero la clase de educación física era de mis favoritas, el trabajo en el taller requería mantenerme en forma y con mis destrezas al máximo, por lo cual aprovechaba cualquier oportunidad para ganar condición, además, desde que Pauline volvió de su baja por maternidad, dejé mi empleo en Peach House y ahora me dedicaría de lleno a ayudar a papá en mis tiempos libres.

Con medio minuto de diferencia, llegó Gustav quien a pesar de su apariencia rechonchita era bastante fuerte y atlético, después de él Nico, quien solía ser el más rápido entre nosotros, pero aún se reponía de una lesión en la rodilla que se hizo al jugar basquetbol. El resto de los chicos y chicas del salón llegaron hasta mucho después. Jonathan y Andreas fueron los últimos en completar el circuito debido a que Andreas se había torcido un pie en algún momento del trayecto.

Normalmente me hubiera mostrado preocupada, pero Andreas había sido verdaderamente descortés en la fiesta de Ellen y yo no iba a pasar por alto como había lastimado a mi novia. Sí, mi novia, después de aquella tremenda pelea que habíamos tenido por su culpa y también por falta de comunicación, Bills y yo estábamos juntas. La sonrisa se dibujó sobre mi rostro y Gustav puso los ojos en blanco cuando se percató de que nuevamente estaba pensando en mi chica.

Esa chica debe ser realmente genial para que estés actuando como una completa idiota —dijo burlándose, pero sabía que en el fondo se alegraba por mí.

Gracias a Gustav había podido asistir a la fiesta de Ellen, le había rogado casi de rodillas que me llevara a la fiesta para poder ver a Billie en el lugar, no le había dicho que se trataba de ella, pero le dije que la chica que me gustaba estaría ahí y aunque en un principio se negó, al final terminó aceptando a cambio de algo que se me hizo completamente estúpido.

Te llevaré a la fiesta si te pones un vestido —señaló el con los brazos fuertes firmemente entrecruzados sobre su pecho.

¡Qué te den! —Me quejé aventándole uno de los cojines que decoraban su sillón con aroma Cheetos, Gustav lo recibió en toda la cara y después me miró con seriedad — ¡No puedes estar hablando en serio! —Dije incrédula —Ni siquiera tengo uno.

Eso no sería un problema, estoy seguro que Francisca podrá prestarnos algunos —aseguró

¿por qué tengo que ir en vestido? —pregunté incómoda jalándome la trenza.

¿lo preguntas en serio? Es una fiesta de las amigas de Barbie y tu piensa que no resaltarás vestida así —señaló en mi dirección y su argumento fue convincente. Yo estaba sentada sobre el sillón usando pescadores militares tipo cargo que colgaban de mis caderas, una blusa de resaque negra que decía en los colores del arcoíris "Born this Gay" que los chicos me habían regalado como broma en mi cumpleaños del año pasado y mi gorra negra sencilla andaba por algún lugar del Tsuru, por lo que mi trenza estaba a dos movimientos de quedar deshecha. Mis tenis estaban botados en el piso y yo estaba en calcetines —incluso Ken se vestiría mejor que tú.

podría ponerme pantalones, además, ustedes me regalaron esta blusa, no puede ser tan mala —me quejé sentándome como indio y jalando el gran tazón de palomitas que Gustav había preparado.

Girls Like Girls Like BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora