Girls Like Girls Like Boys

32.- Brave for you

Tomina

Sentada en mi cama con los audífonos puestos a un bajo volumen y la visión en un punto indefinido y distante dejaba que los pensamientos se clasificaran, la escala de prioridades variaba en casi todos los diferentes puntos de vista y el dolor clavándose en mi nuca decía que había tenido suficiente de mis lucubraciones por un día. Peleas, terapia, reconciliación y una avalancha de nuevos problemas. Debía parar.

Cerré los ojos y me concentré en lo que escuchaba, era música tranquila, Angie la había recomendado cuando mi rap fue demasiado agresivo para conseguirme paz. La letra era dulce, amorosa:

"Light reflects from your shadow, It is more than I thought could exist. You move through the room like breathing was easy, if someone believed me, they would be as in love with you as I am, they would be as in love with you as I am"

Aquello me hizo pensar en Billie una vez más, pero de un modo más tierno. La amaba, recién lo había descubierto y estaba cagada de miedo. Esa era mi realidad, la amaba y el mundo entro estaba por cambiar frente a nuestros ojos. El factor anónimo de sus preferencias estaba por revelarse y cuando estás en la universidad, por alguna razón, aquello era de carácter relevante.

También estaba el asunto de Georg, en sí, el asunto que debería importar más, pero no era lo que me generaba migraña. Miré hacia un costado, en posición fetal y recordé mi primera noche compartiendo la cama con Billie. Ella no había tenido asco o miedo de mí, ella estaba nerviosa porque dormiría conmigo, yo le gustaba, e incluso si en ese momento lo desconocía, ahora me parecía un recuerdo tan tierno y atesorable. Ella con su pequeño pijama rosa demasiado pequeño para tener buenos pensamientos. Ella y su cabello en aquel entonces largo y ondulado. Ella y su tembloroso cálido cuerpo a mi costado. Ella llorando sobre mi pecho, nunca nadie se vio así de hermosa al llorar, pero nadie me llenó de tanta tristeza como ella cuando la veía. Ella y su manía de morderse los labios. Todo en ella.

Amarla fue tan fácil, de pronto solo lo hacía y el sentimiento parecía no caberme el cuerpo desde que lo había descubierto. Puse las manos mi pecho y mi corazón latía acelerado de solo pensar en ella, en su sonrisa, aquella que nadie había visto, o su hermoso rostro sonrojado después de un beso, o la expresión excitada y sus dulces jadeos cuando la tocaba.

— ¡Oh por dios! es real... —dije como confirmación a mi reciente descubrimiento y apreté los ojos más fuerte, jalando las colchas sobre mi cabeza avergonzada de lo duro que había caído por ella.

— ¿Qué cosa es real? —Preguntó papá haciéndome sobresaltar en mi cama.

— ¿Por qué mi puerta no rechina como las de las películas? —me quejé saliendo de mi refugio de colchas y quitándome los audífonos.

— ¿Porque me encargo de enaceitarlas? —ofreció papá como respuesta entrando y sentándose en la orilla de mi cama — ¿qué ocurre? Has estado muy callada desde ayer —dijo preocupado — ¿Billie y tu han decidido dejarlo?

"Si Billie hubiera decidido dejarlo ¿qué hubiera hecho?" me pregunté con temor.

—No papá, seguimos siendo novias —respondí avergonzada — es decir, creo que estamos más novias que antes o algo así, gracias por haber sido tan amable con ella, aun no puedo creer que vino.

—Es una niña adorable, educada y muy hermosa, pude entender de inmediato el por qué la amas —mi corazón que ya estaba acelerado decidió que no había corrido suficiente y fue a todo galope dentro de mi pecho como gritando "sí, la amamos" — ¿qué pasa? —preguntó consternado.