18. Doctor

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– Joshy – voy preocupada hacia la cama, donde está sentado con su camiseta en los labios. Está sangrando demasiado. Le cojo la mano y el me mira.

–¿Te ha echo algo ese desgraciado? – dice algo más que no llego a entender por culpa de que tenga la camiseta en la boca. Niego con la cabeza. El tiene la cara destrozada, un ojo morado y sangre por toda la boca y en vez de preocuparse por si mismo, está preocupado por mí. Como no amar a este chico. Le quito la camiseta de la boca y le miro la boca en señal de algo preocupante. Le doy suavemente en el labio y el hace una mueca de dolor.

–Tienes el labio partido – me levanto de la cama, me coloco una chaqueta y cojo las llaves del coche que tengo mientras estoy en Inglaterra. Abro la puerta.

–¿A dónde vas? – se pone de pie rápido pero tiene que volver a sentarse por culpa de los dolores que debe por todo el cuerpo

–Voy a traer a un médico – le miro – tiene que curarte ese labio –

–Espera, voy contigo – se va a levantar por lo que corro hacia él e impide que se levante

–No Josh – me mira triste – no querrás que tu próxima noticia sea con ta cara llena de heridas con el título de "Hutcherson se pelea" – muevo las manos para que se lo imagine – no es bueno Joshy. Ni para tí ni para tu carrera – asiente y le doy un rápido beso en el pelo, el único sitio donde no tiene moratones o algo parecido – ahora vuelvo

–No tardes Jenn – asiento y me voy

Al llegar a la planta baja, me acerco un segundo al mostrador.

–Porfavor, que alguien vaya a la habitación "124" y no dejen que se vayan hasta que yo vuelva. El chico que está en la habitación no puede estar solo como está –

–Lo que usted desee señorita – se va y se mete en una pequeña habitación. Me encojo de hombros y salgo fuera en busca del coche que mi representante se había encargado de conseguirme.

Veo un pequeño papelito que pone "Nitro" en el cristal del coche que hay a pocos metros de la puerta del hotel. Se supone que debe de ser este, por lo que le doy al botón del mando y veo como se encienden las luces. Corro y me meto en el coche todo lo rápido que puedo. Me dirijo hacia el médico privado que me recomendó Nicholas cuando estaba aquí con el de vacaciones. Es mi mejor y única opción.Llego en menos de quince minutos. Salgo del coche y toco en la puerta de su casa. Tarda en abrir y yo me voy poniendo nerviosa, ya que no había pensado en otra persona. Cuando escucho la puerta, levanto la cabeza y le veo en pijama, rascándose los ojos

–¿Jennifer? – me mira confundido, pero yo también lo haría. Soy más o menos las tres de la mañana

–Siento despertarte Richard, pero necesito que vengas conmigo. Un amigo se ha partido el labio y tiene heridas en la cara. Lo que me preocupa es su labio. Si no puedes lo entiendo, pero eras mi única opción –

–No te preocupes, aviso a mi mujer y vamos para allí – asiento y le sonrío agradecida. El se va a la planta de arriba y al poco vuelve con un maletín rojo en la mano.

–No me he cambiado, pero no creo que a tu amigo le importe – ríe – tendrá problemas mayores como para mirar mi vestimenta – esta vez soy yo la que suelta una pequeña risa.

–Ven, vamos en mi coche – nos dirigimos hasta el coche y nos montamos.

–Bueno, ¿y se puede saber cómo se ha eso? – le miro y se señala el labio.

–Se supone que no, por los periodistas y eso, pero eres mi amigo así que te lo diré – respiro – no se lo digas a nadie, porfavor –

–Vale –

Un Trío AmorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora