Un Trío Amoroso

26. Llamadas

–Vale, veamos que podemos hacer – dice Nick mientras se sienta a mi lado y me acerca el café con leche que hemos pedido – ¿sabes cómo podríamos empezar? – me mira y yo suspiro, superada por todo esto. Noto como él sabe que no tengo ni idea de que hacer, ni siquiera sé si en algún momento podré hacer algo lo suficientemente importante como para que me llegue a perdonar por haber echo esto – Bueno, no te preocupes ¿vale? – me coje la mano y me da un apretón – Puedes hacerlo Jenn, y yo estoy contigo –

–Ya, ya lo sé Nick – es lo único que soy capaz de decirle – y te lo agradezco.

Después de haber ido al cine, nos dimos cuenta de que lo mejor para mí ahora mismo era pasar en casa el mínimo tiempo posible así que,después de esto, dijimos de ir a tomarnos algo a algún sitio y as ípoder pensar en qué hacer para recuperar a Josh.

Yahí estamos, los dos totalmente en silencio, intentando pensar enalgo que me haga sentir que todavía tengo una oportunidad para nocagarla de nuevo.

–Vale – Nick se incorpora en su silla y me mira – no es la solución al problema, pero por algo podemos empezar.

–De acuerdo – me siento correctamente en la silla y le miro – ¿qué hay que hacer?

–Una llamada – se ríe ante mi extresión de sorpresa y coje su teléfono – ¿Qué? – ríe

–No pensarás llamar a Josh, ¿verdad? – le digo. Noto como se me empieza a formar un nudo en la garganta solo con pensarlo.

–No, no creo que lo que quiera hacer ahora mismo sea hablar conmigo – le miro, seria y baja la cabeza – perdón – me mira y veo su intento por arreglarlo –

Bueno, ¿pues entonces a quién es? – junto mi silla a la suya y acerco la oreja cuando se ha pegado el teléfono a la oreja. Se pone el dedo en la boca y escucho los tonos sonando.

–¿Sí? – contestan al otro lado del teléfono ¿James?

–Hey James, ¿qué tal estás? – le dice Nick sonriente. Le doy en el brazo y se pone serio – mira tío, tengo que preguntarte una cosa –

–Claro Nick, dime – noto como pone una mano en mi muslo en un intento fallido de tranquilizarme. Odio que me conozca tanto. Debe de saber que ahora mismo el corazón me va a mil por hora y que estoy aguantando la respiración – ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

–Más bien no es por mí, más bien por Jennifer – escucho como suspira al otro lado del teléfono y eso hace que mi corazón se pare durante un segundo – A pasado una cosa –

–Sí, con Josh ¿cierto? Mira, pasaros por mi casa en cuanto podáis y hablamos los tres de esto – miro a Nick con los ojos empañados y apunto de romper a llorar y asiento.

– Claro James, salimos para allí ahora mismo. Ahora nos vemos – se despide y cuelga. A continuación, coje su chaqueta, se la pone y deja un billete sobre la mesa – venga, vámonos – me da la mano y salimos en dirección del coche de Nick.

Tardamos menos de veinte minutos en llegar a su casa. Cuando salimos del coche y tocamos al timbre, James nos abre la puerta al instante. Cada segundo que pasa hace que mis nervios aumenten y ahora mismo estoy en una fase en la que necesitaría mucha pizza para poder relajarme.

–Hola chicos – dice, nos hace un gesto para que pasemos y me mira – Hola Jenn

–¿Qué pasa James? – le digo justo después de que cierre la puerta detrás de mí

–Mejor sentémonos en el salón ¿vale? – insiste y me pone un brazo en la espalda para que continúe andando

–NO – me paro en seco y le miro a la cara – dime que pasa y porque solo alargar lo que sea que me vayas a decir. Que va a ser, algo sobre ¿La cagastes Jenn? O ¿Sé que le has sido infiel a Josh? O mejor todavía ¿Vas a decirme que sabes que Nick y yo nos hemos acostado? – la impotencia de estos últimos días me ha echo explotar y soltar todo. Al parecer James no sabía las cosas de las que le estaba hablando, puesto que su cara de perplejidad lo demuestra

–Jenn – dice Nick acercándose a mí y cojiéndome de la mano – vayamos al salón, será lo mejor – asiento y nos dirijimos todos hasta allí. Después nos sentamos Nick y yo juntos y James enfrente nuestra.

–Mira, no voy a negar que me haya sorprendido todo lo que me has dicho pero, me lo esperaba – se masajea la frente un momento y después me mira – mira Jenn, voy a explicartelo todo, pero tienes que prometer que estarás callada hasta el final, ¿de acuerdo?

–Vale ... –

–Bien, lo que ha pasado es que, cuando ví que estábais Nick y tú bueno, tan cariñosos, y que os fuisteis pues, creí que lo mejor sería llamar a Josh. Entonces el vino en ... creo que fueron menos de quince minutos. Le ví Jenn, estubo justo delante mía ¿vale? Y le miré a los ojos. En ese momento, lo único que pude ver fue tristeza. Tristeza y desesperación. Entonces, hizo algo que jamás me abría imaginado. Empezó a llorar. Nunca lo había visto así Jennifer. Ni siquiera lo había pensado. Comenzó a llorar desconsoladamente y yo estaba ahí parado Jenn, no podía hacer ni decir nada. Por lo que esperé y después intenté hacerle sentir mejor porque Jennifer, él no tenía la culpa en nada. El no ha echo nada como para que lo trates así. Intenté ayudarle, pero no pude. Lo único que hizo fue querer beber y olvidar. Y no pude impedirselo. Cuando ya estaba medio borracho, te escribió un mensaje que supongo que habrás leído y después, tiro el móvil a la pared y lo rompió en pedazos. Sé que nada de lo que te he dicho te ayuda. Joder, ni siquiera creo que quisieses escucharlo, pero necesitabas saberlo. Debes de saber, que, la has cagado Jenn. No ha echo nada, solo amarte de la forma en la que sólo él ha podido hacerlo. Y tú no has sabido valorarlo.

Me levanto del sófa, con todo mi rostro lleno de lágrimas y maquillaje y me limpio la cara. Esto a sido demasiado. No puedo más. La he jodido del todo con Josh. Cojo mi teléfono y marco ese número de teléfono que no esperé usar nunca.

–Necesito que me hagas un favor –

–¿Qué? – me responden desde el otro lado – ¿por qué iba a ayud... ?

–Se trata de Josh – escucho un silencio y una maldición baja

–De acuerdo, dime –

–Necesito que para mañana, me esperes. Estaré allí lo antes posible.

–Vale – cuelgo y cojo mi bolso.

–¿A dónde vas Jennifer? – me pregunta con cierta preocupación en la voz.

–A Madrid –