Envenenado de ti

Capitulo 4

—¿Cómo está Elisa Lubensky? — James uno de los ricos de Chicago y conocido de Elisa desde pequeños se acercaba a ella, quien permanecía sentada en algún lugar del patio de la escuela.

—Hola, músculo con patas — decía amistosa. James era amigo de todos, siempre haciendo ejercicio, con una voz gruesa, no pertenecía al grupo de los cuatro porque tenía su propio grupo de amigos. Los amigos de James y los de Elisa siempre convivieron en armonía, aunque preferían hacer sus travesuras por separado —. No te veía en ufff mucho tiempo. ¿A cuántas personas has matado?

—Solo a las necesarias. ¿Por qué tan sola? —sonreía. Pese a que James tenía un aspecto de hombre rudo, todas solían derretirse cuando aquel grandulón sonreía.

—Es malo tener amigos mayores que tú, porque tienden a graduarse antes y te dejan sola —decía en voz baja y sabia.

—Qué pena. Liam, Alex o Ian debían repetir unos dos años para graduarse contigo y no dejarte abandonada. No meto a Chace porque sé cuánto lo detestas.  

—No me importa estar sola, por el contrario estoy feliz porque ya no veo a Chace a diario —sonrió — ¿Qué tal la universidad?

—No me quejo, economía y finanzas no es tan mala.

—Debes estar igual que los chicos que no estudian nada, creo que ni van a la universidad, así como van a aprender algo. Estudia músculos, mira que si no te vas a quedar tonto.

—¿No te gustan tontos?

—Pues no —respondió sonriendo y es que la pregunta le pareció de lo más rara — inteligencia mata músculos. Bueno me voy. Ahí te ves.

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En una esquina dos enamorados besándose apasionadamente hacia que tres chicos solitarios sintieran nauseas. Las cosas habían cambiado para Ian, Liam y Alex, tal parecía que desde aquel día del cumpleaños toda su vida había tomado un giro. Amy se convirtió en amiga de todos, era difícil no quererla, era tan divertida y sencilla, les mostró cosas nuevas y eso les gustó, finalmente terminó en una relación con Chace, fue extraño pero los chicos notaron que por primera vez su amigo se había enamorado. Ver a Chace besuquearse con Amy todo el día no era nada divertido, verlos con tantas muestras de cariño era tedioso, ya  los dos tenían planes juntos, así que Ian, Alex y Liam se vieron en la obligación de hacer cosas por separado, cada quien buscaba como entretenerse, pero extrañaban a Elisa, así que ahora que sabían dónde estaba, pensaban ir a buscarla.

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Los niños correteaban de un lugar a otro, cada uno trataba de ver aquellas fotografías. Elisa había llevado suficientes, pero todos querían ver los retratos de sus rostros. Reían y se emocionaban tanto que Elisa se sintió satisfecha, se sentía feliz de que ellos estuvieran felices, quizás para eso había nacido para procurar la felicidad ajena.