Capítulo 17

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            Elisa no dejó que Ian fuera a su casa, así que en vista de que rechazó de la forma menos ortodoxa el asilo de Vanessa, Elisa se lo llevó consigo. En cuanto se libró de su madre Chace descargó su rabia contra Elisa, ambos se gritaron y por dos días no volvieron a hablarse.    

—    Fiesta hoy en casa de Holly – Andrew detrás de ella le lanzaba un papelito - ¿irás?

—    Si – dijo sonriendo – tengo ganas de divertirme, emborracharme y ser la de antes.

—    Celebremos por eso, mira que ya no sabía si mi amiga se había muerto.

—    ¿Qué tan buena era la antigua yo? – preguntó con algo de nostalgia.

—    Eras muy popular, divertida, un tanto frívola, siempre borracha y hermosa. Aun eres hermosa.

—    Creo que aún le gusto a los hombres.

—    Tan solo mira a tu alrededor, todos se preguntan cómo es que te rebajas a hablar con alguien como yo.

—    Quizás antes fuiste un nerd, pero Andrew eres un casanova ya.

—    Si – bromeando se dio un leve golpecito en la quijada – soy todo un rompecorazones.

—    Tu más que nadie sabes que no soy tan buena, y mucho menos inocente, cada chico que se me acercaba me decía “sé que eres una chica seria” – ambos sonrieron acordándose de aquellos días – pero nunca fue así, quizás ahora estoy pagando las cosas que hice. Pero sabes qué, nada de cosas tristes, hoy soy alta, delgada, rubia y hermosa, así que a comerme el mundo.

Se levantó sonriente y ese alguien la miraba a lo lejos, lo vio y recordó la tarjeta en su cartera, tenía un dato para él, habían unas vacaciones que quería dañar, de todas formas nadie se ha muerto por una pequeña broma.  

Elisa había ido al colegio, nunca se sentía cómoda ahí, pero había vuelto al laboratorio con sus amigos nerds y entre explotar una cosa y sacar humo de otra se había entretenido bastante. La fastidiaba que ahora tenía pretendientes, estaba comprometida y sin embargo habían algunos valientes que se atrevían a decirle que era muy linda, ella no aguantaba y se reía en sus caras “ay Elisa que mala eres, pero que cómico”. Hoy era la cita con el organizador de bodas, así que decidió mejor caminar hasta el lugar, así se devolvería en el auto de Chace.

—    Mia Elisa Lubensky – dijo una voz detrás de ella.

—    Ah Hola Jude – dijo respirando aliviada.

—    Hace tanto que no nos vemos.

—    Si no lo había notado ¿Qué es de tu vida?

—    Todo bien, dime ¿Qué sabes de James?

—    Nada. Ni idea de que es de su vida, luego de esa noche – mencionaba la noche del compromiso.

Envenenado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora