-¡¡¡AROA, QUE ME DES EL P… DAME MI CEPILLO!!!
Este es el grito que despertó a Emma esta mañana. Ahora estaba desayunando con toda su familia. Emma cogió cereales y los echó en su cola-cao.
-Emma, no nos has dicho nada sobre el concierto de ayer. ¿Qué tal te lo has pasado con tus amigas?- preguntó su padre.
-Eso, eso. ¿Has ligado?- comentó April.
-Hija, no digas tonterías anda. ¿Por qué llegaste tan tarde ayer? No lo vuelvas a hacer, no nos a gustado nada- la reprendió su madre.
-Me lo he pasado estupendamente, papá. No lo volveré a hacer, mamá. Se me pasó la hora, perdón.
-A mí me encanta One Direction, ojalá les pudiese conocer- dijo Aroa- son guapísimos.
-¿Te gustan? Desde cuándo- preguntó Emma, extrañada- nunca has comentado sobre ellos, ni escuchas sus canciones.
-Sí que las escucho, lo que pasa es que no te enteras. A mí y a Aroa nos encanta, somos directioners- se defendió la otra gemela.
Vaya… Emma no sabía nada de que a sus hermanas le gustasen la banda británica. Emma se levantó para ir a hacer los deberes que todavía no ha empezado a hacerlos.
-Ah por cierto, me ha mandado un mensaje tu prima Belén. Dice que va a venir una semana aquí a Londres a visitarnos. Se va a quedar aquí a dormir- recordó Amy, la madre de los cuatro.
-¿LA PRIMA BELÉN? ¿LO DICES EN SERIO?- se sobresaltaron los cuatro hermanos- ¡Hace muchísimo tiempo que no la veo! ¡Qué ganas tengo de verla!- gritó Emma.
-Sí, la echamos mucho de menos. Es una chica encantadora, es una pena que fuera…- comentó su padre.
- A ella no le importa ser así, ella es feliz. Tiene muchísimos amigos, yo no veo ningún inconveniente. Para mí no tiene ningún defecto- terció Emma.
Su prima Belén es española. Ella era sorda de nacimiento. No oía nada y se comunicaba con LSE (signos de sordos), sus tíos y la hermana pequeña de Belén sabían LSE y se comunicaban fácilmente con ella. Belén es feliz, tiene muchísimos amigos sordos y tiene un novio sordo que es guapísimo (que sólo le conoció una vez). Su prima era buenísima y muy simpática, era fuerte y no le importaba tener esa discapacidad. A Em no le importa, ella se siente orgullosa de tener una prima así, de pequeña eran las mejores amigas pero con la distancia se fueron alejándose. Emma también sabía LSE, de pequeña su prima la enseñó y ella se esforzó muchísimo en aprenderlo, ya que a ella le parecía un lenguaje diferente a los demás y muy interesante. Ella era una de las cosas que por eso aprendía español, aunque su prima sabía inglés.
-Luego la mandaré un SMS y la contestaré de que estoy encantada de que venga- contestó su hija mayor.
Em subió a su cuarto y cogió la ropa de ayer para lavarlo. Al cogerlo, vio que se cayó algo procedente del bolsillo. Se agachó y lo cogió para verlo mejor. Era una nota. Las letras eran de perfecto tamaño.
Hey, necesito un cuerpo pequeño para que quepa debajo de mi coche, se ha roto un tubo de escape y necesito a alguien que me lo repare. ¿te apuntas? A las 12 en mi casita
Mi dirección es: Baker Street, número 8.
PD: no le des mi calle a nadie, que si no las fans…
Harry.
¿Harry la había invitado a su casa? Bueno, no la había invitado… Si no, para reparar un coche. Bueno, qué más da, hoy no tenía nada que hacer, así que se apunta. Miró su reloj, ¡son las once y media! Se apresuró a cambiarse de ropa a toda velocidad (camiseta de manga corta, sudadera de OBEY, mayas negras y vans rosas fosforito), cepillarse el pelo y los dientes. Le mintió a sus padres que había quedado con Hay por una duda de matemáticas y salió pitando de su casa.