Las cuatro amigas habían estado abrazadas desde la confesión de Emma. Aquello ya sí que sobrepasaba los límites. No podían creer que su amiga tenía cáncer.
-¿Se puede curar?- preguntó Hayley con una voz apenas inaudible.
-No lo sé- contestó Emma. Estaba más calmada, gracias a sus amigas.
-Tía, me dan ganas de deshuesar a los doctores, de verdad- dijo Guiomar muy cabreada- ¿Por qué coño no están haciendo nada?
-Guiomar, ellos hacen lo que pueden- tranquilizó Anna.
-¿Lo que pueden? Já, no hacen una mierda. Estoy harta, harta- la rubia se levantó del sillón furiosísima y se puso a dar vueltas por el salón- la gente se está muriendo por el puto cáncer. ¡¿Es que no lo veis?! Van a tener que vérselas conmigo.
-Joder Guiomar, como ayudas…- se quejó Hay- a ver si te enteras. La gente muere porque no hay cura, no porque no hagan nada.
-Pero que algunos sobreviven- se apresuró a decir Anna, no quería que Emma se decaiga ante el comentario de Hay y Guiomar- la mayoría viven. Ya verás como nuestra Em va a estar como nueva. Es fuerte.
-Gracias…- contestó Emma. Le había sentido mal lo que habían dicho sus amigas… ¿Y si iba a morir? Este pensamiento la hizo estremecer por todo el cuerpo.
-Cambiemos de tema- propuso Hayley, estaba arrepentida de lo que había dicho, pero ya no hay vuelta atrás.
-Emma, esa Taylor es una falsa… Y lo sabes- cambió de tema Guiomar- no creo que esté embarazada.
-Claro. Ella dijo que tú y Harry os acostasteis y era una mentira más grande que una casa- apoyó Anna.
-Chicas, gracias por vuestro apoyo. Pero lo han confirmado, han revisado si estaba embarazada y es cierto- dijo tristemente Emma.
-Pues no se nota mucho…- contestó Hay.
-A los cuatro meses no se nota casi nada- respondió Anna.
-Joder… Espero que no esté embarazada como ella- dijo Guiomar preocupada- si quiere, se lo dono. Por mí encantada.
-Guiomar… No digas eso- defendió Hay- es tu hijo.
-¿Si estuvieras embarazada, abortarías?- preguntó la otra rubia.
-Era broma, Hay…- contestó la mayor del grupo, después pensó mejor la siguiente respuesta- No, no abortaría.
Hubo un silencio bastante incómodo para las tres. Nadie sabía que decir.
-Chicas… He sido muy tonta, debería haber confiado en vosotras- interrumpió el silencio la más pequeña del grupo.
-La verdad es que has sido bastante tonta- Guiomar abrazó a Hay- pero si yo fuese tú, también hubiese dudado… Hemos actuado muy mal, cariño.
-Menos mal que lo hemos arreglado- dijo Em- es la única buena noticia que tengo…
-Tía, no digas eso. Ya verás como Harry y tú lo arregláis- animó Guiomar.
Emma agachó la cabeza y accidentalmente empezó a llorar. Había dicho a Harry que no volviese más, que no quería verle nunca más. ¿Cómo podía haberlo dicho si no podía vivir sin él? Le necesitaba, pero tenía que asumirlo, tenía que olvidarse de él.
-¿Sabéis que antes de enterarnos de la noticia, nos besamos?- comentó Emma incontroladamente.
-¿Cómo?
-¿Qué?
-Y no era la primera vez…- dijo Emma- en el hospital, antes de enterarme del cáncer, le besé. Pero fue cortito. El de hoy… Ha sido el mejor beso de mi vida y Tay la ha pifiado.
