Se arrodilló al suelo y se sujetó las manos en la taza del váter.
Todo lo que desayunó Emma esta mañana salieron disparadas por la boca. Vomitaba, se encontraba fatal.
Justo en ese momento, la blackberry blanca de Emma vibró. Era un SMS de Guiomar.
De: Guiomar. Para: Emma. Hora: 9:09
Tiiiiiiiiiia, donde staas¿?? Te perdimos de vista cuando entramos a clase!! Haciendo pellas, eh?? Averme avisado que me aburro con el profe de mates
Emma rió, definitivamente, su amiga estaba loca. Escribió para responder el mensaje:
De: Emma. Para: Guiomar. Hora: 9:11
No tonta, estoy en el baño, tengo la regla y me sentí mal, ahora stoy en el baño. A la siguiente hora voy a clase, toca musica no? que mierda C’:
Emma se sintió mal por haberla engañado, pero si decía que había vomitado y tenía un dolor de cabeza y tripa horrible, Guiomar se hubiera preocupado muchísimo. Ella es una exagerada con estos temas.
Cogió las llaves de su casa que tenía guardadas en la mochila. Esta mañana, cuando acabo la hora de mates, llegó su clase correspondiente, y no levantó sospechas. Después de eso, la mañana transcurrió tranquilamente.
~~~Abrió la puerta y entró a su casa. Justin, su hermano, estaba jugando a la Playstation 3 que tenían en casa.
-Hey, ¿jugando a la play, eh? ¿Y los deberes qué?
-Hola hermanita, terminé los deberes ya. Mi uni termina antes.
Justin iba a la universidad y; Aroa y April, sus hermanas gemelas, iban a otra escuela.
-¡¿ESTAS JUGANDO A LA PLAY?! COMO ESTÉS JUGANDO EL JUEGO NUEV…-gritó Aroa, una de las gemelas, la había oído hablar con Justin. Cuando dio cuenta del juego que jugaba su hermano, se puso furiosa- ¡JUSTIN! TE DIJE QUE JUGASÉMOS A ‘HALO 4’ CUANDO HAYA ACABADO LOS DEBERES!
Emma subió rápidamente a su cuarto. Cuando Aroa se enfadaba, era mejor no estar presente. Llegó a su cuarto y empezó a sacar los libros y miró en su agenda si tenía deberes.
-Veamos… Solo tengo deberes de español. Que fácil- se habló a sí misma.
Justamente, alguien llamó a la puerta. Su madre se asomó.
-Hola cariño, ¿has llegado ya del cole?
-No que va, todavía estoy de camino, si te parece…
Su madre rió.
-Cariño, dentro de nada nos vamos. Tu padre y yo estaremos fuera toda la tarde. En su colegio hay una exhibición de pintura e iremos a ver los cuadros-su gesto cambió- Vigila a las niñas y que coman las judías que prepararé de cena.
-Okey mamá, pero… ¿Por qué no se lo dices a Justin, que es el mayor?
-Ya sabes porque Emma, Justin no es tan responsable como tú. Ah, y por cierto, la comida ya está hecha, cuando acabes los deberes, baja a comer -dicho esto, sonrió y se marchó.