Capitulo 1

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Sesshomaru había dejado a Rin en la aldea, con la anciana Kaede, porque como ella misma le había dicho, Rin necesitaba aprender a convivir con los humanos, para que así cuando Rin hubiera crecido; eligiria vivir en la aldea o seguir con él y Jaken.

-Amo bonito... -escuche a Jaken decir- ¿iremos hoy a la aldea a visitar a Rin?

Gire a verlo.

-¿Trajiste el kimono que te pedí? -Jaken asintió vigorosamente.

-Sí, amo Sesshomaru -asentí y me levante.

-Trae a Ah-Un -Jaken desapareció de mi vista.

-Aquí esta, amo Sesshomaru -pase a su lado sin dirigirle la mirada.

-Vamonos.

Cuando llegamos a la aldea pude reconocer a Kagome y a Inuyasha recogiendo algunos frutos de un árbol. No me detuve a saludarlos y seguí a la casa de la anciana.
Estaba a medio camino cuando vi a una pequeña correr hacia mi, llevaba el mismo kimono que le había regalado el año pasado. Era Rin.

-Señor Sesshomaru -grito eufórica.

Me quede ahí, a esperarla; cuando estuvo frente a mi se detuvo y una sonrisa se dibujo en su rostro.

-Señor Sesshomaru -dijo sin aliento- ha venido.

-Solo venimos de paso -ella asintió y con un gran salto me abrazo.

Me quede estático por unos segundos, pero no le correspondí, después de unos minutos ella me soltó.

-Estoy muy feliz de que este aquí, Señor Sesshomaru.

Asentí.

-Jaken, entrégale el kimono -el demonio salio de donde quiera que estuviera y se lo entrego.

-Oh, señor Jaken -en vez de tomar el kimono, abrazo a Jaken.

-Hay Rin... me estas asfixiando -Rin lo soltó, rió y tomo el kimono.

-Es muy bello, señor Sesshomaru, muchísimas gracias. -asentí- ¿Cuando podre irme con usted y el señor Jaken de nuevo?

-No preguntes eso, niña tonta, tienes que quedarte aquí para convivir con los humanos -dijo Jaken, pero antes de que siguiera diciendo cosas que no debía lo interrumpí.

-Jaken, cállate -el demonio me miro e hizo unas cuantas reverencias hacia mi.

-Perdóneme señor Sesshomaru.

Rin jalo una de mis vestiduras para que le pusiera atención, la mire glacial.

-Señor Sesshomaru, ¿podría quedarse usted esta noche? -abrí los ojos, sorprendido, pero rápidamente recobre la postura.

-¿Para que habría yo de quedarme aquí? -ella rió, como si yo hubiera dicho algo gracioso.

-La anciana Kaede quiere hacerme una ceremonia, en cumplimiento de mi décimo cumpleaños -agacho la cabeza- y me gustaría que... que usted estuviera presente...

-¿Cumpleaños? -repitió Jaken sin entenderlo.

-Exacto, señor Jaken -contesto Rin- llegaron en el momento exacto.

Y tomando a Sesshomaru de un brazo y a Jaken del báculo de las dos cabezas, los guió a través de la aldea a la casa de la anciana Kaede.

-Hay Rin, suéltame... yo puedo caminar sólito -gruño Jaken.

Yo por mi parte, permití que me llevara, algo muy extraño en verdad. A lo lejos pude ver a la anciana Kaede esperando a Rin y en cuanto nos vio, se levanto de donde estaba y camino unos cuantos pasos hasta estar en frente de mi.

-Sesshomaru, que suerte es tenerte en este día, Rin dijo que vendrías pero nunca pensé que exactamente hoy -dijo ella.

Di media vuelta para irme, pero Rin me detuvo.

-Por favor, señor Sesshomaru, aun no se vaya...

Me volví hacia ella y la anciana sonrió.

-Pasa, Sesshomaru

Nos adentramos a la casa y nos sirvieron un poco de comida, que por supuesto, yo no comí; cuando el sol descendió por la montaña, varios hombres y mujeres iniciaron a llegar a la casa de la anciana, todos traían regalos para Rin, pero ella aun no salia de la casa. Rode los ojos cuando escuche la voz irritante de Inuyasha:

-¿Qué es lo que haces aquí, Sesshomaru? -pregunto.

-Nada que pueda interesarte -Inuyasha rió.

-Es bueno que te aparecieras aquí para la fiesta de Rin -dijo.

No le respondí.

-Inuyasha, ¿Que es lo que haces aquí? Se supone que me ayudarías con las frutas... oh, Sesshomaru, es impresionante verte por aquí -dijo Kagome

-Parece que todo lo que hago es una sorpresa -dije glacial.

-Sí bueno, eres muy impredecible -dijo burlón Inuyasha, Kagome le jalo una oreja.

-Deberías de dejar de hacerte el chistoso y ayudarme -cuando Kagome le soltó la oreja Inuyasha la miro furioso.

-Ya te oí -refunfuño.

Es patético como Inuyasha se puede dejar mandar por una humana -pensé y negue con la cabeza mientras sonreía de lado.

Kagome e Inuyasha estaban a punto de irse cuando un gran aplauso se escucho, gire a ver cual era el causante de tal alboroto y vi a Rin con el kimono que le había regalado ese mismo día.

Todos iniciaron a abrazarla y felicitarla mientras le entregaban los regalos, Kagome e Inuyasha fueron a ayudar a servir de comer a la gente, me senté lejos mientras esperaba a que Rin terminara de comer al igual que Jaken.

Me levante y pase detrás de la pequeña, en cuanto Jaken me vio siguió mi paso. Mire a Rin y le dije:

-Rin.

No espere a que viniera hacia mi, porque sabia que lo haría y en el momento en el que se lo dije, todos guardaron silencio e iniciaron a susurrar. Camine al bosque escuchando las pisadas de Rin detrás de mi y a Jaken a mi lado.

-¿A donde vamos, señor Sesshomaru? -dijo Rin.

-No protestes, Rin, el amo Sesshomaru sabe lo que hace -contesto Jaken.

Me detuve no muy lejos de la orilla del bosque para que Rin pudiera regresar a salvo a la aldea.

-Es momento de que Jaken y yo partamos de aquí -dije.

Escuche un melancólico suspiro de Rin, me volví hacia ella.

-Supongo que tendré que volver a verlo dentro de un año, ¿no es así? -pregunto ella, tristemente.

Me acerque a ella y le acaricie la mejilla.

-Así es -Rin parpadeo varias veces para evitar que las lagrimas salieran de sus ojos.

-Lo esperare, señor Sesshomaru -dijo.

Regrese sobre mis pasos y antes de irme escuche otra vez a Rin.

-Espere, señor Sesshomaru, espere por favor -regrese mi vista hacia ella- le he hecho algo.

Saco una hoja doblada en un pequeño cuadrado y me lo dio.

-Para que me recuerde -dijo y se fue corriendo.

Lo guarde y junto con Jaken partimos lejos de la aldea.

Detrás del rostro frío ◆Sesshomaru y Rin◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora