Capitulo 6

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Sesshomaru

Estaba de vuelta en donde había dejado a Jaken, apretó la mandíbula y giro a ver la luna llena; tal vez haya sido su imaginación, pero ahí, en el blanquecino de la luna, vio reflejado el rostro de Rin.

Sus grandes ojos castaños, su cabello desordenado y aquella sonrisa tan pura que la caracterizaba.

Y se sintió de alguna manera triste, en el sentido de no poder verla de nuevo, pero él sabia que ella estaría bien, no necesitaba brindarle mas problemas.

Rin podría con facilidad hacer una nueva vida en la aldea y tal vez formar una familia con alguien que la amara.

Miro una vez más el cielo, tomo un mechón de su pelo y lo extendió, pero sintió algo mas que no recordaba.

El regalo de Rin.

Saco la perla, se le quedo viendo por varios minutos y la apretó dentro de su mano. Algún día iría por ella, tal vez no para que lo siguiera, solo quería conocer la decisión que hubiera tomado.

Pero... ¿Y si ella lo elegía a él?

Rin

A Rin no le quedo otra opción mas que hacer lo mismo que Yukari hacia, llevar bultos pesados sobre su espalda para que los trabajadores construyeran el castillo.

Estaba muy enojada, no podía ocultarlo; ahora tenia la cara llena de hollín, los brazos y las piernas estaban llenos de moretones y rasguños.

No fue fácil acostumbrarse a la rutina, los bultos le provocaban dolores agudos en su espalda baja, pero no se rindió.

Dentro de ella crecía algo que aun no conocía, ni comprendía, era una sensación de querer huir, correr y no detenerse, pero sinceramente no podía hacerlo.

Los grilletes que llevaba le dejaban la piel muy sensible y llena de sudor. Su kimono estaba roto y también lleno de polvo.

Estaba muy cansada y el mal humor de Yukari no ayudaba; ella miraba con odio a todos los guardias, pero Rin intentaba ser positiva.

...

Una mañana dos soldados tomaron a Yukari y a Rin fuertemente de los brazos; Rin estaba asustada, ¿A dónde la llevarían?, ¿Qué es lo que harían con ellas?.

Pero lo único que hicieron fue llevarlas a la misma choza que había visto Rin la primera vez que estuvo ahí, y según lo que Yukari le había dicho, ahí eran las cocinas.

Una mujer de edad adulta las recibió y los guardias se fueron.

-Espero que no sean como las ultimas -refunfuño la mujer- pongan atención en lo que van a hacer.

Ambas chicas asintieron y pusieron atención; Rin noto inmediatamente que ya no estaban las otras mujeres, pero no le dio mucha importancia.

La mujer que las recibió se presento con el nombre de: Yoko, se veía cansada, pero aun así les explico todo con lujo de detalles, Yukari tenia que lavar los platos.

Mi trabajo fue un poco más difícil que el de ella, tenia que ayudar a Yoko a preparar la comida. Así que Rin puso atención y con todo lo que la mujer le pedía ella lo hacia, movía el arroz, se fijaba en le cocido o le ayudaba a servir los platos.

Rin se sentía mucho mejor haciendo eso que cargando bultos en su espalda, pero sabia perfectamente que si hacia algo mal la regresarían inmediatamente de vuelta y no quería que eso sucediera.

Cuando la luna se hizo presente Rin creyó que la regresaran a aquel horrible lugar donde dormía encima del piso lleno de rocas que te pinchaban las manos. Pero Yoko las sorprendió a ambas diciendo:

-Ustedes ya no forman parte de aquel lugar, son mis aprendices y mis aprendices no llegaran con las manos y la cara sucias -ambas jóvenes se miraron no comprendiendo- vengan.

Ellas prontamente siguieron a la mujer, las llevo a un cuarto con unos kimonos limpios y otros para dormir.

Rin miro curiosa ese gesto, les estaban prestando aquel lugar para que descansaran y se asearan, pero también les estaban dando ropa limpia para al menos, no lucir tan mal como con las ropas que ellas portaban actualmente.

Yoko se fue, no sin antes avisarles que ella las despertaría y también les señalo el baño.

Rin dejo que Yukari utilizara el baño primero, cuando terminó Rin le siguió y disfruto de cada gota de agua que recorrió su cuerpo, se lavo el pelo con un jabón y también todo el cuerpo.

Se vistió con el kimono limpio, se recostó al lado de Yukari quien yacía ya dormida y con un largo suspiro se durmió.

En la aldea

Inuyasha estaba recostado al lado de Kagome cuando escucho como la persiana se recorría.

Se levanto dando un salto y apuntándole a la persona con Tetsuiga, aun adormilado noto que era la anciana Kaede.

Se tallo los ojos y le pregunto de mala manera a la anciana:

-Anciana Kaede -refunfuño Inuyasha- ¿no debería de estar durmiendo?

La anciana Kaede rodó los ojos pero antes siquiera de responderle al joven, Kagome se removió.

-Inuyasha -dijo muy despacio- ¡ABAJO!

Inuyasha se azoto en el piso, mientras Kagome volvía a recostarse.

Inuyasha decidió hablar con la anciana Kaede afuera de la choza, para dejar a Kagome dormir y para no volver a estrellarse en el suelo.

-Dime Kaede, ¿Qué sucede? -pregunto de mala manera.

-Me temo que son malas noticias Inuyasha...

♣♣♣♣♣

¡Hola! Agradezco sus lindos comentarios, estaba pensando hacer otra historia sobre Rin y Sesshomaru pero que se realizara en la actualidad. Si les gusta la idea haganmelo saber dejando su opinión en un comentario.
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Detrás del rostro frío ◆Sesshomaru y Rin◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora