Capitulo 7

3.6K 253 5
                                    


Rin

Rin ya se había acostumbrado a trabajar en la cocina con Yukari y Yoko, aunque esta última solía ser muy exigente, demostraba un lado blando cubierto por esa característica seriedad.

Por otro lado, aun tenia en mente hacer algo para poder huir de ese lugar y seguir en su búsqueda; sin embargo, le era un poco difícil hacer un listado de todo el lugar, solo conociendo las cocinas y donde trabaja llevando costales.

Era lo único.

Últimamente, todas las noches, pedía con todo su corazón que el señor Sesshomaru la rescatara de ahí, pero... cada mañana una desilusión se apoderaba de ella al no saber como salir de ahí.

-Rin -escucho detrás de ella.

Giro exaltada y vio la figura de Yoko, quien la miraba con el ceño fruncido.

-Deja de merodear en tus pensamientos y ayúdame con estas cajas -hablo con cierto enojo.

-Lo siento, no volveré a distraerme -aseguro, la anciana asintió.

Rin levanto las cajas y se dispuso a seguir a la anciana, sin embargo, la anciana la freno.

-Te he de aclarar una cosa Rin -dijo ella- iremos a la casa del emperador, no hables ni levantes la cara, a menos que yo te lo diga.

Rin asintió, sabia eso de antemano, pero aun así hizo caso a las palabras de la anciana.

-Pero... señora Yoko, ¿Yukari no ha de acompañarnos? -pregunto Rin inocentemente, Yoko negó inmediatamente.

-Ella ha de encargarse de las cocinas mientras nosotros estamos ausentes -dijo sin mucho caso.

Rin miro extrañada a la anciana pero decidió que era mejor no seguir preguntando.

Rin observaba extasiada todo el camino aquel verde de los arboles que tanto le gustaba y por un momento pensó en escapar; seria muy fácil burlar a la anciana y seguir con su búsqueda.

Pero tan pronto salieron del futuro castillo para el emperador un par de guardias rodeo a ambas mujeres y las escoltaron hasta donde las habían solicitado.

...

Rin no supo como ayudar, no tenia ningún arma ni nada con que defenderse, nada salvo su cuerpo.

Unos bandidos los habían asaltado a mitad del camino y la escolta que las estaba protegiendo habían huido en el acto.

Cobardes -fue el primer pensamiento que cruzo por la cabeza de Rin al verlos huir.

Era claro que la anciana Yoko no podría defenderse así que contaba de su única ayuda.

Busco en todo su alrededor algo útil y lo único que encontró fue un pedazo de madera que mas bien parecía un palo de escoba, aun así la tomo con ambas manos y apunto al bandido mas cercano.

Este miro con burla a Rin y saco una navaja, ella no retrocedió, solo lo miro con el ceño fruncido.

-No queremos problemas -dijo firme Rin.

Los bandidos rieron, pero no se inmutaron.

-Entreguen todo su dinero -hablo uno.

Yoko se puso al lado de Rin y le susurro a la joven.

-Deja las cajas y corramos -dijo la anciana.

Pero Rin se negaba a huir como los otros cobardes, ella no era así, y si tendría que vivir con el Señor Sesshomaru se defendería.

Ella ya había derrotado a varios demonios, había sido secuestrada en múltiples ocasiones, ¿Porque ahora unos simples bandidos le daban miedo?.

Era algo absurdo, pero al verlos rodeándolas se le venia a la mente cuando toda su familia había sido asesinada

No, ella no era cobarde.

Levantó el palo y con un fuerte golpe le arrebato la navaja y lo golpeo en el estomago. Los otros bandidos también reaccionaron y corrieron hacia Rin, pero ella esquivo cada uno de sus golpes.

Se movía tan agilmente que incluso ella se sorprendió, golpeo a dos bandidos al mismo tiempo y esquivo el ataque de otro.

Todo iba de maravilla, Rin no estaba herida y si así seguía los bandidos no habrían ganado, pero un grito la saco de sus gráciles movimientos.

Vio a la anciana Yoko tirada en el suelo con un charco de sangre rodeando su pierna izquierda y al bandido que había golpeado por primera vez.

Antes de que pudiera herirla de nuevo, lanzo el palo como si de una lanza se tratara y le atino justo en la espalda baja, el bandido cayo dando un fuerte alarido y los que habían quedado recogieron a sus compañeros y se fueron.

Detrás del rostro frío ◆Sesshomaru y Rin◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora