-The Mechanic- |EXO|

Capítulo 15

15

China |Beijín|

[Flashback]

Wu YiFan; el primer hijo, amante de la soltería, la fornicación, el trabajo y rey del cinismo. Con veintiséis años, estaba colocado en el puesto de uno de los hombres más cotizados, siendo heredero directo de la compañía a gran escala, Wu.

Y no solo valiéndose de una cara bonita, su carácter firme, su manejo del control, su liderazgo y su nulo conformismo le llevaron a hacerse cargo de uno de los imperios más temidos de esos medios.

El mundo le abría las piernas, y Kris con mucho gusto la follaba.

Su alarma activó las persianas y estas se movieron automáticamente, ofreciéndole el cielo y algunos rascacielos de la cuidad de Beijing.

Kris se removió en su enorme cama, despertando. Su departamento ocupaba todo el piso, y más, tenía una amplia cochera, donde habitaban sus coches; también un armario del tamaño de una habitación, un baño increíble y una cocina que casi nunca ocupaba.

Eran las siete de la mañana.

Tenía menos de una hora para alistarse para el trabajo. El jefe de una industria tan comprometida como era la suya no se podía dar el lujo de llegar tarde, aunque no estuviera obligado a ser el primero. Él no era famoso por ser hijo de Wu, sino por sus méritos propios.

Y tal vez podía ser un bastardo insensible, o un cabrón, pero su ética profesional estaba en otro nivel; nunca era abofeteado por llegar tarde a trabajar, tal vez sí por nunca volver a llamar a la linda pelirroja con la que acostó el mes pasado.

Caminó, en boxers, a paso cansado a su muy espacioso cuarto de baño. Ingresó a la ducha, las puertas de vidrio templado dejando a la vista su perfecta silueta y como los chorros de agua lavaban su cuerpo cansado y relajaban sus articulaciones.

Culmino su relajante ducha y salió con una toalla que le rodeaba las caderas. Se inclinó para recoger un vestido rojo del suelo y lo aventó a la cama.

La mujer que acababa de despertar estaba a espaldas de Kris, aun acariciando sus sienes, se encontraba desnuda.

—Vístete y vete. — pidió yéndose de la habitación.

Se colocó una camisa, y un traje. Había pasado alrededor de su cuello una corbata negra, cuando sintió unos delgados brazos abrazarle desde atrás.

Kris no se inmutó. —No me apetece repetir lo de anoche. Dije que te fueras. — Miró su propio reflejo en el espejo acomodando el nudo de su corbata.

La chica suspiro indignada, busco sus zapatos y camino hacia la salida.

—Eres un patán. — Ladró ella tirando la puerta en el proceso.

—Auch.

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Cuando llego a su oficina muchas de las trabajadoras del recinto le coquetearon como de costumbre. Había una ética que prohibía relacionarse con agentes del trabajo, y lamentaba no poder poner una mano en la sexy secretaria de Humanidades.

—¿Qué me tienes para hoy? —Preguntó a su secretario llevándose el café a la boca.

—El ministro Huang adelanto la reunión para hoy y pidió que sea en su mansión. — recitó el chico de cabellos azabaches entregando unos papeles.

—Bien cancélalo. — dijo firme sentándose en su gran silla y abriendo su laptop.

—Pero, señor Wu, esta es la firma más importante...— murmuró el azabache, pareciendo intimidado por la mirada de Kris.