Capítulo 6

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|Jueves|

Luhan salía temprano de la universidad, aún no había escogido ningún adicional y tenía las tardes completamente libres.

Kai lo sabía, por lo que fue a recogerlo. Estaba esperando en el estacionamiento del lugar. Miraba el cielo, era una linda tarde, tenía puestos unos lentes de sol, y la camisa blanca ajustada a la medida de su pecho y espalda, apoyó sus caderas contra la puertilla del coche mientras hablaba por teléfono.

—... Lo sé, señor. Está cumpliendo por el momento. Lo he mantenido vigilado completamente, pero, esto no funcionará si no le damos algún incentivo. No lo sé... Tal vez, su amigo de infancia...

—Hey! — Luhan le lanzó su mochila, llamando su atención mientras mirada por debajo de sus lentes de sol purpura. —¿Con quién hablas en horas de trabajo?

Kai casi quedó con la boca abierta, sostuvo con más fuerza la mochila y se la colgó en el hombro. —Estoy algo ocupado, hablaremos luego. — murmuró sobre la bocina del móvil y luego colgó.

El rubio le miró acusadoramente. —Hacer citas en estos momentos, que miserable... Lo descontare de tu paga, ahora llévame al Centro comercial.

Kai puso los ojos en blanco, pero asintió a la amenaza. No hizo contacto visual con Luhan en ningún momento, lanzó la mochila en el asiento trasero, y luego abrió las puertas para que este entrase.

Cuando estuvo en el auto, simplemente arrancó y condujo hasta su próximo destino.

Al llegar, el aire acondicionado saludó a Luhan, el rubio aspiró sintiendo en sus pulmones por fin algo fresco. Afuera la temperatura no era menor a 23°.

Luhan corrió hasta una tienda de ropa y se internó en un vestidor con ropa como para engalanar a todos los niños del África.

Kai se rascó la frente algo confundido, pero solo se encogió de hombros, tomó una revista y se sentó en un sofá cerca de los probadores.

Algo le decía que esa era la venganza de Luhan, por engañarlo en Beijing.

Pasaron exactamente quince minutos, cuando el rubio abrió las puertas del vestidor, mostrando un atuendo nuevo; jeans negros y rasgados, un bivirí blanco de tiras que dejaba a la vista sus clavículas y sus costillas, con estampado.

Caminó hasta el espejo y se observó críticamente.

Kai soltó todo el aire que tenía acumulado en los pulmones, en un silbido. "Esto va a tardar demasiado." Pensó dejándose escurrir sobre el sofá de cuero.

Y efectivamente, así se pasaron toda la tarde, de tienda en tienda, con el pobre Kai corriendo de un lado a otro, pagando y cargando las bolsas que le entregaba el rubio cenizo.

¿Karma?

Luhan sonrió mirando sobre su hombro a Kai, que suspiraba de cansancio. Iba a seguir andando cuando la imagen de una Butik conocida apareció frente a sus ojos. Observó detalladamente y luego de pensarlo un segundo, empujó las puertas de cristal, decidido.

Kai se detuvo a unos metros y sin dudarlo se sentó en unas bancas con todas las bolsas de compras a cada lado.

"Dame un respiro..."

Esos momentos le recordaba demasiado a cuando tenía que trabajar hasta que sus heridas sangraran. Bien, no era tan tortuoso, pero Luhan lo hacía muy parecido.

Kai sacó su móvil y revisó los mensajes que había recibido de su jefe. Todos mantenían órdenes directas, para con Luhan. Luego de responder a todos, volvió su vista a su muñeca.

-The Mechanic- |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora