-The Mechanic- |EXO|

Capítulo 21

Queridas un millón de disculpas por la demora.

Este capitulo va para " Littledream-16" sabes, eres lo máximo.

Gracias por leer y niñas bellas no abandonen </3

Que MarLe tarda, pero llega.

21

Bar Moonlight

La música se colaba dentro de sus sentidos adormeciendo su razón, las luces tenues apagaban su campo visual, y aunque era el quinto wiski, pidió la botella completa.

Estaba solo, nunca antes había probado la soledad en esa intensidad hasta el día de hoy, y era asquerosamente aterradora.

Cuando dejó vacía su última copa, la tiro con fuerza sobre la barra, no escuchó lo que el barman tenía que decir; se puso de pie y caminó sin equilibrio por el piso que parecía balancearse por cada pisada.

Los focos de luz se distorsionaban y le hacía sentir en un mundo surrealista, aunque sea por un segundo, sonrió con tristeza.

El DJ convino una canción más animada y soltó una carcajada algo histérica. No era nada más que una canción de la banda de niños rebeldes; que Tao amaba.

Debes estar bromeando.

Ladeó la cabeza, sintiendo cada melodía infiltrarse en sus células hasta crear el ritmo en su cuerpo.

Sus piernas se enredador por la inestabilidad en su cerebro y terminó cayendo sobre una pareja, Parpadeó intentando recuperarse, pero la vista de una guapa mujer observándolo algo angustiada llegó a sus corneas.

—¿Te encuentras—

El rubio tomó a la mujer de la nuca y la atrajo a su boca y besó con vició sus labios con labial rojo, mordiendo con suavidad, sintiendo el sabor oscuro de la insatisfacción y algo de ron.

No pasó un segundo cuando sus labios se desprendieron con fuerza de aquella mujer, para saludar de llenó un puño de acero estamparse contra su rostro. Tal vez era por la cantidad insufrible de licor recorriendo su sistema que había quedado adormecido y el golpe fue como una pluma rosándole. El sabor a sangre le hizo escupir pero una sonrisa alargada se dibujó en su rostro, acompañada de una mirada descolocada.

Sus dientes tiritaban y sus dedos temblaban por machacar a ese tipo, ya tenía un juguete con el que liberar toda su furia, un juguete que podía romper.

Pero cuando menos lo esperó otras manos lo sujetaron desde atrás, su rápida mirada café se desvió al tipo que encestó su rodilla en su estómago.

Muchos de los clientes del bar se giraron a ver el espectáculo, y uno en especial: un muchacho de ojos felinos observó con algo de preocupación al rubio que era machacado por tres tipos.

La seguridad del lugar intervino y echaron a Kris del bar lanzándolo por la puerta trasera.

—No vuelvas. —Advirtió el robusto guardia de seguridad, apuntándolo.

Al momento de que la puerta ermitica se cerró la música se apagó.

Kris se apoyó de sus manos intentando pararse de piso y sus ojos vieron dos cuadros; cuando gotas de sangre cayeron al suelo sucio. Soltó una risa contagiosa.

Ni siquiera había dolido.

—Más...

Pero el sonido pagado de la puerta abrirse y luego cerrarse le obligó a permanecer en su misma posición. Desde su lugar observó unos zapatos de muy fina procedencia caminar hasta él y luego detenerse a solo unos centímetros.