Capítulo 34

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Complejo de Departamentos

La oscuridad en la habitación casi se comparaba a la nebulosidad de su consciencia, pero el resplandor de la luz pálida y fantasmal de luna que vagaba sobre la ventana le hizo compañía en el silencio ensordecedor.

"¿Qué sucederá ahora?"

Chen parpadeó lentamente, sus ojos ardían, pues no había podido dormir.

"No necesitará más de mí... ¿verdad?"

Se preguntó sintiendo pánico, repentinamente. ¿Qué seguía? ¿Era el final del juego? La preocupación se infló en su pecho dejándole un segundo sin aliento.

"¿Es este el fin de todo?"

Jongdae suspiro pesadamente, no había descansado ni un solo segundo, pero por supuesto sentía la respiración calmada y suave del mayor, rosar suavemente sobre su cuello.

"Min..."

Ladeó el rostro mirándolo con ternura, lucía muy lindo, bufando con sus labios entreabiertos, y descansando plenamente sobre su pecho. Sonrió cuando notó como le había llamado en sus pensamientos. "Min" sonaba demasiado familiar, para que pudiera decírselo en voz alta.

Rondaban aproximadamente las cuatro de la madrugada y aun no conseguía aclarar sus dudas, ya que todas lo guiaban a un mismo punto, a una sola respuesta.

«Estas fuera.»

Como en un jodido partido de béisbol.

Arrastró su miraba, que lucían como perlas a oscuras, hacia el delgado y blancuzco cuerpo que descansaba prácticamente sobre él, y con un hábil movimiento lo acomodó sobre una almohada, y sin poder evitarlo acaricio su mejilla con su pulgar, corriendo también algunos mechones de su frente.

"Sí que eres complicado, ¿eh?, cachetón."

Pensó con gracia, mordiendo su labio inferior.

La oscuridad cada vez se hacía más y más presente en su interior, opacando el hecho de estar compartiendo la misma cama con el chico que había robado algo importante en él, algo que pensaba, ya había dejado de existir dentro suyo.

Estaba realmente metido en sus no tan agradables pensamientos, cuando escucho un gemido lastimero de los labios del de cabellos naranjas, y ello lo sobresaltó.

Minseok tenía un lindo ceño fruncido y sus labios haciendo un mohín, mientras murmuraba algo que sólo él podía entender.

Jongdae ladeó su mirada admirándolo.

"¿Por qué pones esa cara?"

Se preguntó, guiando su índice al entrecejo, ejerciendo solo un poco de presión, haciendo que aquella mueca desapareciera por completo.

Cuando la expresión del pálido desapareció, Chen sonrió.

"Pensé que los hámsters no podían dormir de noche."

Se burló internamente, de sus pensamientos. Volvió a concentrar su atención en la menuda anatomía y de pronto un semblante serio surcó su mirada oscura. Estudiándolo completo, su tranquila expresión, sus labios entreabiertos respirando con cada suspiro, su pálido cuello.

-The Mechanic- |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora