Con el correr de los días las reservas de Sophie se disolvieron, Andreas la trataba con la cordialidad de siempre, sin traspasar los límites, incluso le daba la sensación de que era una hermanita menor para él.
Estaba pensando en eso cuando se le ocurrió una pregunta para su marido. Ella estaba sentada en un sillón leyendo y él en otro trabajando en su laptop.
-Andreas...-dijo ella captando su atención inmediatamente.
-¿Sí?
-¿Te hubiera gustado tener hermanos?
-Mmm, no lo sé. Tal vez.
-Supongo que no hermanos mayores, porque no eres bueno para seguir órdenes – agregó ella imaginando la situación.
-Es verdad, ya con Nikos tengo bastante – dijo él refiriéndose a su abuelo.
-Creo que hubieras sido un buen hermano mayor – le dijo y en verdad lo creía, Andreas era duro pero tenía una veta protectora y podía ser muy amable cuando se lo proponía, seguramente se hubiera entrometido en la vida de sus hermanos pero también hubiera velado por su bienestar.
-¿En verdad lo crees? – preguntó él ya que aunque fuera un mínimo halago de Sophie le resultaba grato.
-Sí ,de verdad.
-¿Y a ti, te hubiera gustado tener hermanos? – le preguntó él a su vez.
-Sí, me hubiera sentido menos sola cuando crecía y probablemente también hubiera podido hablar con ellos sobre mis padres. Mi abuelo nunca habló de ellos después de su muerte.
-Sabes que puedes hablar conmigo de ellos – dijo él y ella lo miró con curiosidad.
-En realidad lo he hecho, durante estos años he hablado contigo sobre ellos. No me había dado cuenta antes, gracias Andreas.
-También yo te he hablado a ti de mis padres.
-No me has dicho mucho.-expresó ella.
-Créeme Sophie, eres la persona a la que más cosas le he contado, la que más sabe sobre mí.-le confesó él y ella lo miró sorprendida. Andreas era muy reservado, nunca había creído que le hubiera contado a ella cosas que no hablaba con los demás, pero si lo analizaba, él decía la verdad. Durante aquellos años habían hablado mucho, ninguno parecía tener a nadie más, así que se habían escuchado mutuamente.
Era muy extraño, pero paradójicamente, aquel hombre era la persona más cercana que tenía. Y también quien más dolor le había causado.
También recordó que aún debía agradecerle a la madre de Andreas los pendientes, pero tal vez no tuviera oportunidad de hacerlo, no tenía sentido entrar en contacto con ella cuando pronto se separaría de Andreas.
Repentinamente Sophie notó la mirada de Andreas y fue conciente de que una vez más se había perdido en sus pensamientos.
-¿Terminaste con el trabajo? – le preguntó intentando disimular.
-Sí, lo terminé . En realidad tenía algo que proponerte ...-dijo él .
-¿Algo que proponerme?
-Sí. En un par de semanas tú empezarás tus clases y yo he tenido un tiempo bastante complicado en el trabajo, ¿qué te parece si hacemos un viaje antes?
-¿Un viaje? –preguntó totalmente sorprendida, dado como estaban las cosas entre ellos no creía que fuera una buena idea. Por lo visto, Andreas estaba aficionándose demasiado a viajar últimamente, sólo que era la primera vez que le proponía que viajaran juntos, sólo por diversión.
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Rompe tu promesa
RomanceAños atrás cuando se habían unido en aquel falso matrimonio. Andreas había rechazado a su inocente esposa, Sophie, y con su terrible soberbia le había hecho prometer que nunca se enamoraría de él. "Nunca te amaré Andreas" había prometido...