Paradoja

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No entendía lo que estaba pasando o simplemente me negaba a creer lo que mis ojos estaban mirando, se veían tan felices como una pareja, tomados de las mano. Moví mi cabeza aun incrédula, se suponían que solo eran amigos, supongo que en su país es normal tomarse de la mano siendo solamente amigos, intentaba meterme esa idea en la cabeza, que los celos no me ganaran, tome fuerzas y decidí presentarme frente a ellos, no le haría una escena de celos, simplemente debía presentarme y seguro el la soltaría y me abrazaría a mi ¿cierto? O era eso lo que esperaba y justo cuando iba a dar un paso adelante y salir de mi escondite donde los observaba perfectamente, la voz moletas de esa maldita fresa me detuvo....

Debes probarte el traje que compraste ayer- su molesta voz chillona me irritaba, y me dolía al mismo tiempo recordar que el se había olvidado de su promesa.

Por que ?- dijo él, pose mi mirada en él, en cada detalle era tal como me esperaba, tan guapo como lo veía siempre en nuestras vídeo llamadas..

Por que pudiste engordar en una noche no crees?- vaya que si era estúpida, eso era imposible - y si no te queda para mañana?

Dejate de bromas eso es imposible.. - dijo él, eso hizo que riera mentalmente, eso confirma lo boba que era su amiga - además no es como si comiera tanto para engordar .- él puso su mano sobre el cabello de ella y lo despeino suavemente.

Ya en mi corazón no sentía celos, mis ojos se sentían tan triste como mi corazón...

Vamos a mi habitación- la volvió a tomar de la mano - Quiero que te pruebes el vestido que usarás mañana y se lo muestres a mi madre.

Ella asintio, y yo me limite a llevar mis manos hasta mi boca para contener las ganas que tenia de llorar, no le basto con ir a comprar el traje con ella, si no que también ella lo acompañaría en el acto de graduación en el que se suponía yo estaría a su lado ....

Malditas promesas...

Comenzaron a subir las escaleras, sentía que algo se rompía y no era precisamente la taza que aun sostenía en mi mano era mi corazón que se hacia pedazos al verlos tomados de la mano subiendo juntos a su habitación, como si no importara, como si yo no existiera. Como si las promesas que un día hicimos ya no valieran... O nunca valieron ?

Salí corriendo hacia donde hace un momento había estado platicando con su madre, tome mi bolso y la tarjeta de invitación que la señora Elois me había dado.

No quería, llorar no ahora, no en este momento; pero como siempre una lágrima rebelde escapo y rodó por mi mejilla, saque unos lentes oscuros de mi bolso, los coloque y decidí salir sin despedirme ya que, si lo hacia la señora Elois me pediría una explicación.

Aligere mis pasos hasta la puerta principal de aquella casa, y cuando estaba a punto de abrir, escuche una voz que me dejo inmóvil.

Mamá? Donde estas puedes venir un momento ? - escuche esa voz masculina, que conocía muy bien, que me enchinaba la piel..

Escuche unos pasos detenerse detrás de mi.

Podrías decirme quien eres y que haces aquí? - pregunto, su voz se escuchaba confundida y a la vez molesta.

No quería voltear no quería que me mirara así.. Lo único que mi mente pedía era corre, salir lo mas rápido de ahí..
Y al mismo tiempo quería volver tenerlo de frente, gritarle, reclamarle y pedirle una explicación que arreglara todo, pero no, no tenia el valor, ni las fuerzas..

Acaso eso importa? -- susurré fríamente, no se si el logro escuchar lo que dije, pero, antes que pudiera averiguarlo o él pudiera articular otra palabra , abrí la puerta de golpe y salí corriendo, escuchando como la puerta se cerraba con la misma fuerza con la que la había abierto.

Oye ! Espera!- fue lo último que pude escuchar de él, corrí lo más rápido que pude hasta llegar al taxi que me esperaba en la entrada de aquella gran casa.

Sentía que el corazón se me salia del pecho, no estaba en condiciones de correr..

Vámonos de aquí rápido- le ordene al taxista, mientras entraba rápidamente.

Sucede algo señorita?- pregunto el taxista algo preocupado, trate de tomar aire y tranquilizarme .

No, solo ya no quiero estar aquí- mi voz se quebró y un nudo en la garganta no me dejaba en paz necesitaba llorar - ya no quiero estar aquí..- susurré en mis adentros

Apreté mis puños sobre mis piernas , haciendo que el vestido que llevaba puesto se arrugara..

Por que me pasa esto a mi?..

Me preguntaba a mi misma, por que no podía ser como antes, una chica fría sin corazón, que no dependía de las personas entonces recordé ese pequeño párrafo que había leído en mi libro favorito:

" Cada alma debería estar satisfecha consigo misma antes de lanzarse al amor, por que uno nunca sabia cuando desaparecería la otra parte, era la mayor de las paradoja: Las almas se necesitan, pero también necesitaban no necesitarse"!
(Oscuros.. Lauren Kate)

Quizás, había aprendido a depender mucho de él, había cambiado mucho por él y me había olvidado de mí...

Y ahora estaba aquí, queriendo gritar y limitandome a lloriquear como una niña...

No Te Quiero Perder ❤ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora