Paradoja 2.0

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Esteban...

Bajamos del auto bus, y nos dirigimos hacia mi casa, Elena me tomo de la mano mientras Caminábamos, ya que llevaba unos tacones altos y la calle no estaba en tan buenas condiciones que digamos, asi que le reste importancia, además se veía muy feliz y eso me hacia sentir bien.

Comenzamos a platicar sobre muchas bobadas que nos hacían reír como locos, cuando se lo propone podía ser muy graciosa.

Llegamos a mi casa, no me tome la molestia de tocar ya que llevaba las llaves conmigo y decidí entrar sin anunciarme además mamá, estaría ocupada haciendo el almuerzo y no quería interrumpirla, abri la puerta e invite a Elena a entrar.

Hablamos un poco antes de subir, me pidió que me probara de nuevo el traje, con la tonta excusa que podía haber engordar en un día, eso me hizo mucha gracia, pero igual accedí a probarlo de nuevo y a cambio ella se probaría su vestido para que la señora Elois diera el visto bueno.

La tome de la mano y comenzamos a subir, nos dirigimos a mi habitación, pero mire mi reloj y marcaba ya la hora de almorzar.

Oye Elena ya es casi hora de comer! ¿Que te parece si entras a mi habitación te colocas el vestido mientras voy por mi madre para que vea como te queda?- ella se sonrojo, para mi le quedaba precioso, a demás ella es muy femenina y sexy.

Aunque no era como una mujer me gustaba a mi, ya que ella era muy delgada. Pero igual era linda cualquier chico la querría como novia y la presumiría de eso estoy seguro.

Me dedicó una sonrisa y asintió, entro a la habitación y yo me dirigí hacia las escaleras nuevamente, en busca de mi madre.

¿Mamá? ¿Donde estas, puedes venir un momento?,- gritaba mientras bajaba las escaleras, pero no tenia respuesta por parte de la señora Elois, seguro se puso sus audífonos para escuchar musica clásica mientras preparaba el almuerzo.

Pero algo llamó mi atención justo cuando terminaba de bajar el último escalón, me detuve en seco.

¿ Puedes decirme quien eres y que haces aquí ?- Fruncí el ceño mientras observaba la mujer que tenía enfrente, llevaba el cabello suelto, era largo y negro, tenía un lindo cuerpo a mi parecer, pero aun así me molestaba que una persona extraña se escabullera de mi casa sin despedirse, si había algo peculiar en mi madre era que nunca dejaba que las visitas abrieran la puerta al momento de retirarse, siempre insistía en abrir la puerta y despedirlos.

Deseaba ver su rostro, pero no me daba la cara, ni siquiera se movía, era como si estuviera petrificada, había algo en ella que se me hacia familiar, Tenía un lindo vestido puesto que llenaba muy bien, baje mi mirada por su espalda hasta sus pies y para mi sorpresa, no llevaba tacones, usaba unas simples zapatillas, era casi de mi misma estatura.

Estaba apunto de acercarme, tomarla del hombro y ponerla frente a mi para encararla, pero antes de que diera un paso, apretó con sus manos para abrir la puerta.

¿Acaso eso importa? - dijo en un susurró casi inaudible, fue lo único y lo último que dijo antes de abrir la puerta de golpe y cerrarla con la misma fuerza tras ella.

Oye! Espera...-dije tratando de detenerla no me quería quedar con la curiosidad, pero como era lógico no se detuvo, decidí no seguirla ya que no se como pero corrió tan rápido que la perdí de vista. Entonces recordé haber visto un taxi estacionado al otro lado de la calle, seguro la estaba esperando, la única que podía tener una explicación para esto es la señora Elois.

No Te Quiero Perder ❤ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora