No Te Quiero Perder ❤ (EDITANDO)

¿Quien es esa chica?....

César...

La lluvia continuaba, parecía que todo se congelaba a nuestro alrededor, un pequeño silencio se formo, ella simplemente, me observaba, confundida...

- P-pero ¿como puede que no hayas tenido otra persona en todo este tiempo?- su delicada voz, rompió aquel incomodo silencio.

No entiendo por que aun no le había dicho todo lo que sentía, si ni yo la pude olvidar ni en un maldito año, mi orgullo quizás era mas fuerte...

- Pues aún que no lo creas así es- mi ropa empezaba a empaparse, igual que la de ella- deberíamos entrar.

- Entra tu si quiere yo amo la lluvia - quizo soltarse de mi agarre pero era tan débil como siempre - ve entra, te vas resfriar.

Bueno yo también era un debilucho en cuestión de salud.

- ¿ Acaso estas preocupada por mi?- enarque una ceja.

- Ni en tus sueños- hizo un puchero digno de su dulzura.

- Pues siempre estuviste en los mios - me encoji de hombros, ella se sonrojó, se veía tan adorable con gusto me la comería a besos.

Pero que demonios estoy pensando... Debo guardar la poca cordura que me queda.

- ¿ Que?- vaya que era de reacción tardía o quería que volviera a repetir esas palabras.

La atraje hacia mi, hasta quedar cerca de su oído.

- ¿ Sabes por que aun no he buscado a nadie?- susurré, mientras posaba mis manos sobre su cintura y sentía como su cuerpo vibraba al tiempo que yo pronunciaba cada palabra.

- ¿ Seria por que nunca encontraste alguien que estuviera a tu altura? - pregunto, que mala educación, aunque ya eso era lo de menos.

Reí por lo bajo .

La aleje un poco para poder mirarla a los ojos. Fruncío el ceño.

-¿ Que es tan gracioso? - solto mi mano y se cruzo de brazos.

- Pues...- dije con una sonrisa jugetona- Puede ser, y asi es nunca encontré nadie que estuviera a mi altura.

- Maldito arrogante - susurro por lo bajo, aunque para su mala suerte yo si la escuche muy claro.

- Maldita orgullosa- la mire a los ojos.- ¿ Una guerra de maldiciones y cualidades negativas? ¿Te apuntas?

Suspiro...

- No has cambiado en nada- sonrio

- Ni tu tampoco - le dedique un sonrisa.

- Nunca busque a nadie por que te estaba esperando a ti- la volvi a tomar de la mano, su pulso se sentia acelerado.

- Pero....- no la deje terminar .

- Y nadie logro estar a mi altura, por que la unica que esta a mi altura eres tu...- listo, costo un poco pero ahí esta, ya todo dependía de ella.

Ambos sentíamos lo mismo, lo dos sufrimos igual, y ambos habíamos vencido el orgullo.

Pero sentí que alguien nos observaba, voltie y era Eliz, estaba pálida y apenas se mantenía de pié y sin dudarlo dos veces me dirigí a ella.

Mairelyn....

Mi corazón estaba por salirse de mi pecho, escuchar lo que Cesar dijo, que me estubo esperando, fuera o no fuera verdad, me hacian en ese momento la mujer mas feliz del mundo.

Pero como siempre algo arruina el momento. Frente a nosotros estaba una chica de cabello negro, de ojos negros igual a los mios, era linda no lo podía negar, pero como es que Cesar la conoce, según podía deducir no era mexicana.

Soltó mi brazo y corrió hacia ella, eso me molesto, no es que estuviera celosa ni nada por el estilo, sólo que..... Suspire.

La lluvia ceso, el y la chica cruzaron una que otra palabra, y luego la cargo en sus brazos, eso si me molesto esta chica era alguien especial.

La llevo hacia la camioneta y la coloco en la parte trasera, camine tras él, por alguna razón sentía que necesitaba una explicación..

- ¿Quien es ella?- pregunte lo mas calmada que pude, y señale a la chica que se encontraba ahora recostada en la parte trasera de su camioneta.

- Pues una amiga- respondio- ahora debo irme si quieres puedo llevarte a casa.

- No se suponia que hablariamos- reclame

- Lo siento pero ella no esta bien y es mi responsabilidad.

No lo podia creer, a caso sostenia algun tipo de relacion con esta chica.

- Osea que mentiste cuando dijiste que nunca tuviste a nadie mas- aprete los puños mientras trataba de mantener aun serenidad.

- ¿Estas celosa de Eliz?- bueno por lo menos ya sabía su nombre, celosa ¿ yo?.

- ¿Celosa? No es como si tuviera derecho de estarlo - Fruncí el ceño.

- Bueno- se encogió de hombros al parecer ni el ni yo sederiamos - debo irme, hablamos luego ¿si?

- Como quieras- estaba molestas, muy molesta, sin querer hice un puchero.

- te ves linda cuando haces eso- me sonroje ante su alago pero ni eso lo salva necesitaba un explicación - te explicaré todo luego y no estés celosa.

Me di por vencidas, ya estaba cansada de luchar, era tiempo de ser dócil por un momento.

- esta bien y no te preocupes por mi- me di la vuelta y camine dentro del cafe.

Casi olvido mi mochila adentro.

El subio al carro, y emprendio la marcha.

Pero la pregunta del millon de dolares era...

¿ Quien es esa chica y que significa ella para Cesar.?

Por un momento me sentí feliz, aunque Cesar me dijo todas esas cosas, no Estaba segura de si era verdad o no.

Tome mi mochila y me dirigí a casa de mi tia la que ahora sería mi hogar.