SECUESTRADA (PARTE 1)

Mi peor pesadilla

Amanecia, era un dia hermoso, soleado, muy fresco apesar del sol que hacia afuera. Brillaban los árboles, hacia mucha brisa. Esa mañana me levanté temprano, queria disfrutar un poco de mi nuevo hogar, de mi nuevo entorno.

Me vestí con un short muy corto de rayas a colores y una camisilla de color naranja.  Me puse unas sandalias del mismo color y me cepillé el corto cabello, poniéndome una banda naranja sobre la cabeza.

Me gustaba lo que veia en el espejo. Ahora sentía ánimos y ganas de disfrutar de la vida del campo.

Busqué un bolso de pajas y lo llené de frutas. También picadillos para comer, una botella de agua y un jugo de manzana. Caminé entre los árboles hasta adentrarme muy al fondo de aquel bosque.
Disfrutaba de todo lo que veian mis ojos. Cojia las flores silvestres y las llevaba a la nariz aspirando el olor a campo. La verdad me gustaba el ambiente.  Me encantaba la tranquilidad que se sentía allí, muy diferente a la ciudad.
Habia caminado algunos 25 minutos y ya sentia hambre, asi que  busqué un sitio donde descansar.

-El sitio perfecto!, lo encontre! que bello. -dije caminando hacia un árbol enorme donde hacia una sombra exquisita.  Tiré una sábana al suelo y me senté sobre ella. Aquel  árbol tiraba unas pequeñas floresitas sobre el aire que parecian copitos de nieve.

Saqué unas rodajas de manzana con un guineo y empezé a comer.
Luego al terminar me recosté de una pequeña piedra que me servía de almohada y no pude darme cuenta cuando me quedé dormida.

Pasó una hora, dos horas, tres horas......

Agggggrrrr, Aggrrrrrrr,,,Agrrrrrrr,,Agrrrrrrrrr,,

-Ayyyyy,  oye, quieto, quieto perro, eres bonito pero me has asustado.
-Dios mio, me quede dormida. Que hora es?-dije mirando que ya eran las cuatro de la tarde.

Yo habia salido de la casa a las doce, me había quedado super dormida cuando aquel animal me había despertado.

-Tomaaaa  -dije tirándole un pedazo de manzana, pero el perro se asustó, dió pasos hacia atrás y al escucharse un silbido no muy lejos, el animal salió corriendo.

Me levanté muy rápido, recojiendo todas mis cosas y empezé a caminar por donde creí haber llegado.
Era una vereda bastante estrecha, pero no recordaba haber caminado por allí.  Miré a todos lados, y seguí caminando hasta que ví un arbol diferente, fué cuándo me asusté, aún así traté de mantener la calma.

Sentia que me miraban, lo percibía o talvez era el miedo, estaba muy asustada. Creo que estaba perdida.

Escuché pasos y el corazon me dio un vuelco. Volví a escuchar mas pasos, esta vez mas cerca y traté de serenarme.

-Holaaa, holaaa, porfavor necesito que me ayuden a encontrar el camino de vuelta, creo estar perdida.  -dije sin saber a quien le hablaba.

Nadie me contestó.
Escuché el ruido de hojas crujiendo al ser aplastadas y fue cuando entré en pánico.

-Holaaaa.....porfavor.

El corazón me latia muy fuerte, estaba agitada y creí desmayarme cuando me encontré frente a frente una persona, un hombre quizas, estaba  encapuchado.

Sin mas razones para hablar salí corriendo lo más fuerte que pude.  Miré hacia atras y el encapuchado seguía allí parado, parecia que me daba tiempo a huir, quizás alguna ventaja. Sin querer mirar más seguí corriendo, cuando escuché los pasos muy fuertes, mucho mas rapidos, fue cuando me volví loca gritando.
Corría desenfrendamente, pero mas corria el.  Lo escuchaba muy de cerca, no queria mirar hacia atras, no sabia ni para donde me dirigia. Corria como una loca, hasta que me tropezé, logrando así el encapuchado  alcanzarme.  Se me tiró encima agarrándome por las piernas.
Empezé a tirar patadas, me puse de rodillas y me arrastré por el suelo, lastimándome todas las piernas, traté de alcanzar una piedra, pero no pude.  El me haló fuerte contra sí y empezé a forsejear gritando como loca, hasta que ví que sacaba algo del bolsillo. El hombre me miraba furioso.  Percibí que no queria golpearme hasta que no aguantó mas,  poniéndose de pies al frente de mí, ví que lo que había sacado del bolsillo había vuelto a adentrarlo.  Que era?, no lo sabía y no quería saberlo, lo único que queria era que me dejara ir.

-Dejame en pazzzz, porfavor -grité llorando.

Me miraba, pero no decia nada. Empezé a  mirar asustada por todas partes, pensando si me daria tiempo pararme y correr mas rápido que el, pero sentia mucho miedo,  no paraba de llorar.  Me arrastré hacia atras muy lentamente y el pantalón que traia puesto, se rasgó. Él al notar el movimiento empezó a caminar a mi dirección.

Ví la banda que llevaba sobre mi cabeza tirada en el suelo, mi  pantalon sucio y roto, mis piernas lástimadas, y sentí un coraje intenso.

-Maldito infelizzz, que quieres, no se quien eres, déjame en pazzzz, -dije gritando y llorando al mismo tiempo.

Me moria de miedo.
El no dudó en abalanzarse sobre mí, esta vez decidido y  traté de pararme, pero no logré conseguirlo. El intentó cojerme entre sus brazos, pero al yo empezar a forcejear y darle patadas, me le resbalaba. No hacia mas que gritar, arañarlo y defenderme  como una loca.

El encapuchado logró sostenerme muy fuertemente por los hombros, poniéndo una de sus manos sobre mi boca para que me callara y con la otra mano me sostuvo muy fuerte por la cintura contra él, volví a patalear y el me tiró contra el suelo.

Me quejé del dolor que sintió mi cuerpo al caer sobre las rocas y empezé a sentirme mareada, al levantar la vista para tratar de reponerme, no me pude percatar que el hombre habia sacado un pañuelo húmedo con un olor extraño y me lo apretaba contra la nariz, traté de soltarme, de tirar con las manos, pero solo pude halarle un poco la capucha, era calvo, tenia un tatuaje en el cuello, algo muy pequeño.  No pude verle la cara.

Fue lo único que pudo captar mi mente antes de no sentir mas nada, antes de sumergirme en un profundo y oscuro sueño.