Gracias Ryan

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Estaba sin palabras, tardé en reaccionar. Abia pasado mucho en tan pocos dias.
No sabia si llorar de rabia, o de el dolor que tenia en mi interior.

Comprendi que Keinan estaba obsesionado conmigo, amor no era, lo que el sentia se llamaba obsesión, y muy mala, pensé. Me dio mucho miedo su reacción, su actitud, estaba como loco y la realidad era que me asustaba verlo asi.

No sabia si delatarlo a la policia.  Seria la forma mas fácil de quitármelo de encima, pero y si me arrepentia?

-Dios Daiana, que dices?

Me sentia deshecha, vacia, muerta por dentro.

Jamás hubiera pensado que el hombre que me decia te amo, era el mismo que me habia secuestrado, que habia abusado de mi, de mi confianza, de mi dignidad.

Se me saltaron las lágrimas.
Porque? Keinan, porque me hicistes esto?, me preguntaba yo misma una y otra vez. Tenia que irme, volver a mi apartamento.  Asi que llamaria a Ryan.

Me daria tiempo darme un baño, antes de que Ryan llegará, me había dicho que se tardaria un poco así que también aprovecharia para acomodar algunas cosas que faltaban. Sali afuera a buscar unos cubos para entrarlos a la casa antes de irme y vi algo en el suelo,  alguna tela, lo cogi en mis manos y me dio un vuelco el corazón.
Era la camisa de Keinan, la habia olvidado.  La apreté en mis manos contra mi pecho y no pude evitar olerla, olia a puro licor, mezclado con su olor a hombre y perfume.  El olor me excitó, recordando al mismo tiempo la manera en que me habia besado, en la manera que me habia hecho el amor.
Lo amaba, en el fondo de mi corazón lo amaba, pero el no debia saberlo.
Me sentia tan herida, tan traicionada, no podia perdonarlo.

*********

Llegó Ryan y le pedi que me llevara a mi casa.

-Te veo rara, pasa algo Daiana? Estás muy callada.

-No, Ryan. -le menti.

Me sostuvo una de mis manos entre las suyas, aspirando mi olor y le dió un beso.

-Eres tan linda! -dijo  sonriendo.

-Gracias Ryan. -dije sin anímo.

Me sentia triste, terriblemente triste.
Queria llorar hasta que se me secaran los ojos.
Ryan seguia pendiente de mi, no se cansaba.  Era muy guapo, pero no me producia nada, lo queria como un amigo.

-Llegamos -dijo estacionándose.

-Gracias Ryan, te lo agradesco un monton.

Salí del auto muy rápido con ganas de estar ya sola cuando lo escuché llamarme.

-Daiana!

-Si, -dije girándome

-Que haras hoy en la noche? -dijo.

-Creo que nada, en realidad no tengo nada que hacer -reí sin ganas.

-Quieres ir a dar una vuelta conmigo?

Volví a reir, pero esta vez nerviosa.  Ryan siempre me invitaba a salir y rara vez me convencia, pero esta vez, había dado en el clavo.  Me di cuenta que necesitaba distraerme, pensar en otras cosas, asi que  acepté.

-Nos vemos entonces a las seis Daiana.

Estuve de acuerdo.
No estaba de mas salir con mi amigo, distraerme, asi que me anime un poco y busque ropa que ponerme.  Saqué un  vestido negro encima de la rodilla y unos tacones negros.  Me delinee los ojos y en los labios un brillo color rojo.  Iba a buscar el bolso cuando ví llegar a Ryan.

-Estas hermosa Daiana, vamos -dijo abriendo la puerta del auto.

Fuimos por unos paradores al lado de la playa.  El olor al mar era incréible.  Justo lo que necesitaba para despejar la mente. Al llegar nos sentamos al frente de la orilla.  No me importó quitarme los tacones y llenarme toda de arena.

SECUESTRADA (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora