SECUESTRADA (PARTE 1)

Quiero ayudarte

-Daina dime algo porfavor.

-Fui victima de un secuestro y una violación Keinan. -dije
abrazándolo con fuerza, no supe que mas decirle.

Narra Keinan.......

Las palabras me sonaban y me resonaban en la cabeza, me sentia mal, estaba mal, queria ayudarla, sacarle todo aquello que guardaba dentro de sí y talvez lo estaba haciendo de mala manera.

La dejé un poco tranquila antes de irme de regreso a mi casa. Queria quedarse sola y así acepté. No podia olvidar su mirada de terror, su llanto, su nerviosismo.

Ayúdala a olvidar Dios, le pedia una y otravez a Dios por eso. No sabia si me escuchaba, yo no habia sido muy bueno en la vida, pero al menos trataba de intentar una nueva al lado de ella, de la chica que me habia robado el corazón.

No tarde mucho en emboracharme solo en mi casa, hasta quedarme dormido sobre la mesa de la cocina. Me despertó el sonido del celular.
Era ella.

-Keinan....

Escuché su voz y me paralize por completo. No sabia lo que me diria en ese momento, pero me tranquilizo escucharla.

-Keinan te llamo para pedirte disculpas.

-No, no Daiana, no tienes que hacer eso.

-Quiero, quiero que vengas mañana temprano, quiero hablarte.

Esas palabras me sacaron de concentración. Lograban inquietarme.

-Claro bonita, estaré ahi, duerme tranquila.

-Gracias -dijo ella con la voz apagada, se escuchaba triste.

No pude dormir en toda la noche. La angustia me atormentaba, veia su cara marcada por el recuerdo y las lagrimas. Estaba claro que no habia superado nada. Dios ayúdala, se lo pedia una y otra vez.

Eran las cinco de la mañana cuando logré quedarme dormido. Luego saldria a las siete, queria ir donde ella, queria tratar de hacerla olvidar.

***********

Toqué la puerta y salió ella, se notaba demacrada, colo si el llanto la hubiera vencido.

-Keinan -dijo abrazándome.

Se me tranquilizaron los nervios y la incertidumbre que tenía de aquella conversación que no sabia de que trataba. Me invitó a pasar, pero yo seguia sin decir nada, solo esperaba que ella rompiera el silencio.

-Quiero que sepas que lo que paso anoche -empezó a decir, cogiendo aire
-lo que paso anoche me recordó la mala experiencia que tuve en mi vida, mi pasado Keinan, discúlpame, no fue mi intención interrumpir un momento tan intímo como lo hise.

Me pase las manos por mi cara, bajé la mirada al suelo, no supe que decir en ese momento. Necesitaba coger aire.

-Daiana, tie, tienes que superar eso, yo... yo te ayudaré. -dije muy nervioso.

-Lo sé -dijo ella secándose una lagrima.

Sentia algo de alivio al escucharla, pero la preocupación seguia dentro de mi.

-Quiero ir a ese lugar, donde yo vivia, nunca lo he hecho. No quiero recordar mas, no quiero entrar en detalles, solo quiero que me acompañes porfavor, tengo mucho miedo, pero quiero ir, tengo que saber que pasó con mi casa, con mis cosas.

Me entro un frio en el pecho enorme. Me inquiete de tal manera que no logré quedarme quieto. Me pasaba una y otra vez la mano por el cabello y la miré.

-Estas segura? -dije preocupado

-Si, creo que si.

Sus palabras fueron firmes. Estaba decidida.

Narra Daiana.....

Keinan se dispuso a llevarme a la casa del bosque donde yo vivia, donde habia vivido aquel calvario. Estaba estresada, ansiosa, tenia miedo, era volver a revivir el pasado, pero iba con el, con el hombre que me estaba apoyando, que sabía que le interesaba, que me demostraba a cada momento que yo para él era más que una amistad. Me sentia segura con el, ya sentia que lo queria, ya me hacia falta tenerlo a mi lado. El corazón me latia a muy fuerte en el pecho. Le explique la dirección y salimos hacia aquel lugar.
Lo miré mientras conducia, estaba tenso, muy serio, bastante serio.

-Tu casa -dijo,
-es ahi?

Afirmé nerviosa y antes de que se estacionara le sostuve una mano y se la apreté. Me abrió la puerta del auto y nos dispusimos a entrar.
Me invadio el miedo.

-Tranquila, no pasa nada -dijo el.

Lo miré y sonrei agradeciéndole sus palabras. Al entrar a mi casa, me quedé muda, sin palabras, me tape la boca y me senti caer, el me sostuvo de la mano.

-Dios mio, me han escalado mi casa, no, no, el estuvo aqui. -dije caminando por la casa mirando los mensajes que habian por todas las paredes.

"Te vas a arrepentir de haberte ido",
"Te buscare",
"Te traere conmigo",
"Maldita, eres mia solamente"
"Te recordaras de mi cada dia"

No quise leer mas, y miré a Keinan.
Estaba pálido, mudo, se tapaba la boca y daba vueltas por la sala.

-Daiana, Daiana -decia nervioso.
-No hagas caso de estas cosas, seguramente el hombre lo hizo enfurecido.

-Lo sé Keinan, lo sé,
-dije llorando.

-Vámonos -dijo acercándose

-No, no todavia.

-Vámonos Daiana.

Lo mire confusa y sonreí nerviosa.

-Porque?, no te entiendo.

-Te hace daño estar aqui, lo veo en tu mirada.

-Quiero recojer este lugar, voy a poner en venta esta casa.

-Estás segura?

-Si, Keinan, necesitaré tu ayuda. -dije esperando su respuesta.

Keinan estuvo de acuerdo. Asi que empezamos a recojer todo cuánto pudimos. Pero para poder poner la casa al dia y ponerla en venta tendriamos que quedarnos dias alli. Aproveché el fin de semana ya que podia hacerlo.

-Dormiré en el sillon, -dijo luego de escuchar mi propuesta.

Y asi, llego la noche.

Soñaba que estaba atada por las piernas, me veia sentada y el estaba allí, mirándome.

Di vueltas en la cama y recordé que no estaba sola, Keinan estaba conmigo y me tranquilizaba saberlo.