SECUESTRADA (PARTE 1)

De compras y nuevo corte

El sol estaba muy caliente ese dia, pero me sentia muy animada y mas tranquila que el dia anterior.  Quizás por las horas que había dormido.
Me habia levantado a las 10 de la mañana, me  había dado un baño, y mirándome al espejo  dije.....

-Bueno Daiana, ahora si, nueva vida, nueva imagen.

Me vestí con un diminuto vestido  estampado en flores, su tono era azul.  Unas sandalias color plata, y maquillándome solo con un brillo labial me hice una coleta de caballo, la última que usaria, porque hacia muchisima calor y estaba dispuesta a cortar mi cabello.  Queria verme  diferente, asi que lo cortaria, estaba decidida. Sin pensar mas me dispuse a caminar por la vereda que daba al final de la calle.  Caminaria mas o menos media hora para tomar un bus. Asi me habían dicho las personas que me habían dirigido allí, al morir mi abuelita.
Caminaba mirando hacia todos lados, sintiéndome rara en ese nuevo ambiente. Tendria que acostumbrarme a mi nueva vida, no me quedaba de otras.
Al morir mi abuela, quedaba claro en el testamento que ella seria quien heredaria la casa del bosque.  Yo había sido como su hija, asi me lo había dejado saber siempre siempre mi abuela.
Había tenido que dejar mi apartamento en la ciudad, en el Centro de Vancouver, Cánada. Era bellisimo el lugar, nada relacionado a la vida que llevaria ahora en Catedral Grove, bosque que quedaba cerca de Vancouver.
De pronto escuché un ruido detrás de mi,  uno que me hizo caminar más rápido. Miré atrás, pero no veia nada.

-Al fin llegue, llegue a la parada del bus -dije aliviada sentándome en un banco.

Esperé como media hora, hasta que llegaba el bus. Mé acomodé como pude, ya que habia tanta gente en un bus tan pequeño.

"Ay Dios, me acostumbraré yo aqui?"  pensaba una y otra vez.

De pronto un frenazo y la persona que estaba delante de mí me golpeaba de frente.

-Disculpe -dijo  avergonzado.

Se abrió la puerta de cristal y entraron dos personas mas. Estaba muy pendiente a mi salida, así que cuando la divisé de lejos pedí quedarme allí.
Me bajé del bus hasta llegar al pueblito que me habían indicado era el más cercano a mi casa.

Entré rápido al Mercado y compré lo mas básico que pude  ya que andaba a pie y no me podia cargar mucho, a menos que comprara un carrito de compras.  Luego busqué un beauty y entré.

Me senté y la chica del lugar se acercó muy amable preguntándome que queria.  Me miré al espejo y sonreí nerviosa.

-Córtalo todo, esta muy maltratado. Hazme un estilo juvenil, que me haga sentir cómoda.

Ella me dio a escoger varias alternativas y al final me decidí.  Me sentía muy ansiosa del corte, pero tenía tantas ganas de verme y sentirme diferente que
ya terminado volví a mirarme al espejo. Si que me gustaba, me veia mas joven de lo que en realidad era y a decir verdad mucho mas delgada, pero eso no me preocupaba. Sabía que creceria mas bonito y saludable.

Ya en el bus me sentia agotada. Queria darme un baño, acomodarme en la casa, comer algo, sentirme más relajada.

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Ya en la casa puse las bolsas en el comedor y me extrañó encontrar una ventana abierta, pero no estaba del todo segura si la habia cerrado al salir. Luego de quitarme toda la ropa, me fuí a duchar.
Me lavé el cabello y luego lo sequé sintiéndome satisfecha de mi nuevo corte. Me sentia super cómoda y era justo lo que queria.
Al salir del baño, decidí
llamar a Mirna.

-Hola amiga, como has estado? -dije al escucharla

-Ay Daiana, estoy un poco triste, tengo que hacer un viaje de emergencia con Danny, le surgio un problema familiar y no puedo dejarlo solo en este momento. Iba a llamarte, pero con los ajoros del viaje no habia podido. Queria verte y estar contigo esta semana, pero por lo pronto tendré que posponerlo. -dijo Mirna con un taco en la voz.

-No te preocupes, haz lo que tengas que hacer, después nos ponemos de acuerdo, te deseo buen viaje. Besitos, te quiero. -dije cortando la llamada.

Quedé un rato en silencio y suspiré buscándole alivio a mis sentimientos.