SECUESTRADA (PARTE 1)

Ya son seis meses

Habia pasado el tiempo, mi embarazo iba muy bien, trataba de verle el lado positivo a las cosas y solo pensar en mi bebe, nada mas que en mi bebe.

Era un varoncito, mi hijo seria un niño. Keinan no sabia nada.

Me habia ido para casa de Criss por unos meses, porque habia estado un poco delicada a principios de mi embarazo y ella no queria que estuviera sola en mi apartamento, pero gracias a Dios, ya estaba estable.

Tambien lo hice por Keinan, no lo habia visto, pero la gente que me conocia donde yo vivia me llamaban para decirme que rondaba un auto por mi casa a cada rato, era el, sabia perfectamente que era el.

Ademas, una vez me llamo un tal Jay, amigo intimo de Keinan diciéndome que estaba muy preocupado por el, que se pasaba bebiendo demasiado, que aveces no comia, llegaba tarde a la casa, no se arreglaba y le pedia la motora a cada ratos a el, para hacer carreras en la calle.

Esas cosas me preocupaban y me hacian sufrir mucho.
Pero Keinan me habia dado fuerte al corazón y yo no era objeto de nadie, el era terco y habia que castigarlo, aunque lo amaba, ya no debia estar con el.

Me encontraba sola ese dia. Criss se habia ido a su empleo, cuando decidi dar una vuelta caminando, queria salir un poco de la rutina.

Estaba entrando el otoño y hacia frio, asi que me puse una bufanda crema en mi cuello, una bata de maternidad y unas sandalias blancas. Ya tenia mi cabello largo, me habia crecido mucho con el embarazo. Lo llevaba lacio y suelto. Iba por un camino bastante solitario donde abian unas ruinas cuando escuché una motora detrás de mi. El corazón me dio un vuelco y sentia que me desmayaba.

Empezé a caminar muy rápido, pero la motora me alcanzó, atravesándose en mi frente, en mi camino, asi que tuve que parar de golpe. Vi que le puso el gancho a la motora y se bajo.

-Keinan -dije tragando saliva con dificultad.

Nunca lo habia visto tan guapo. Estaba con un pantalón azul, una camisa blanca y un jacket negro. Tenia su cabello largo, pero bien peinado, unos mechones claros le hacían contraste. Estaba rasurado y su mirada era otra, diferente, abia llorado mucho, lo sabia, yo lo notaba en sus ojos, estaba sereno, tranquilo, se me acercó.