SECUESTRADA (PARTE 1)

Vida Nueva

Habia pasado una semana desde la última vez que habia visto a Kenian, el sábado pasado. Hoy era precisamente sábado.

Ya estaba instalada en el apartamento, mi nuevo hogar y hoy tenia que ir al trabajo.

Habia quedado Ryan en buscarme para llevarme, porque yo había llamado a Keinan y nada.  Que hombre tan raro, misterioso, callado, pensativo.

Me habia quedado dormida y como siempre alguien me besaba en sueños, pero no era Keinan, esta vez había sido Ryan.

Ryan era muy guapo, pero se habia vuelto una pesadilla para mi, demasiado insistente, además fumaba como chimenea y las cosas no las tomaba en serio, todo para el era un relajo.  Lo queria como un amigo y se lo habia dado a entender miles de veces.

Tocaron a la puerta sacándome de mis pensamientos y fui a abrir con el bolso en manos pensando que era Ryan.  Ya se me estaba haciendo tarde.

-Keinannn... -grité al verlo y mi corazon dio un vuelco.

-Hola bonita, vine a llevarte a tu empleo, se que trabajas hoy.

-Lo siento Keinan, ya Ryan viene por mi, creo que tardastes mucho en llegar. -dije sorprendida al verlo aparecer de la nada.

Tenía la intencion de que el se diera cuenta que habian pasado siete dias sin saber de el y que me sentia molesta.

Su semblante cambio poniéndose muy, muy serio.

-Ryan? -dijo frunciendo las cejas.

-Ya acordé con el, estoy esperándolo.

-Dile que se vaya, yo te llevaré.

-No, no puedo hacer eso, te apareces de la nada a dar órdenes? -dije malhumorada.

La razón ya la sabia, siete dias preguntándome donde se había metido. Lo ví coger aire antes de hablar, parecia molesto.

-Estuve haciendo una visita a un familiar muy lejos. -dijo como si adivinara mis pensamientos.

-No pasa nada Keinan.

-Dile a Ryan que te vas conmigo.

-No, no -dije con firmeza.

-Pués lo haré yo entonces.

Lo mire extrañada, que le pasaba ahora?

Llegaba Ryan en ese momento y miré por la ventana de la sala.

-Keinan se me hace tarde, tengo que irme, -dije recogiendo el bolso otra vez.

-Adelante -dijo friamente
-Entonces yo iré a buscarte.

Lo miré incrédula, pero al final acepté, quedábamos en eso.
Salí por la puerta y vi que el tardó unos segundos en salir, estaba molesto, lo percibia.

Ya en el trabajo con la Sra. me sentia ansiosa, no me salia de la mente la mirada seria de Keinan. Las horas se me fueron lentas, hasta que llegó la hora de salida y apareció él.
Se habia cambiado de ropa, estaba mas sport, mucho más casual. Siempre lo habia visto muy bien vestido y siempre con ropa oscura. Usaba mucha manga larga y camisas de cuello alto, la verdad vestia bien y esta vez no era la excepción.

Subí al auto pero me sentia tensa. El estaba bastante serio. La seriedad que le cambiaba su hermosa sonrisa. Eso me hacia sentir muy nerviosa.
Detuvo el auto en un callejón que yo no conocia y lo miré extrañada.

-Que pasa? -dije nerviosa.

-Cuántos años tienes Daiana? -dijo sin dejarme comprender su pregunta

-Veinte, veinte años porqué? -dije confusa