No me dejes

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Lo vi cayéndose al vacio, le sostuve una mano, se me resbalaba y caia poco a poco, Keinaaannnn, Keinannnnnn, no me dejes, no me dejes lloraba sin cesar.

-Daiana despierta.

-Fue un sueño, fue un sueño -dije asustada

-Vamonos -dijo Criss, que llegaba por mi para ir al hospital.

Luego de casi una hora de camino, llegamos.
Me sentia ansiosa por verlo, asi que no llegamos bien cuando yo ya estaba parada frente al cuarto de intensivo para entrar.

Me dio un susto en el pecho, sentia algo diferente.  Keinan habia rebajado bastante, tenía barba otravez y su cabello estaba menos rebelde.  Que diferente se veia a como veia el encapuchado, de pronto sacudi la cabeza.

-No Daiana, ya no mas, ya no quiero esos pensamientos en mi mente.

No dejaria nunca mas que se rasurara la cabeza, no sabia porque lo hacia, si su cabello era bonito, muy negro, me gustaba asi, como estaba.
Amaba a ese hombre, y ya se lo habia demostrado sin el ni siquiera saberlo.
De pronto se me saltaron las lagrimas, pero logré tranquilizarme luego.

-Estoy aqui mi amor. -dije tocándole una mano.
-Te amo Keinan, te quiero tanto. -dije durmiéndome a su lado.

No sabía cuanto tiempo pasaría cuando desperté, yo seguia en la misma posicion, sentada en aquella silla.

Seguí hablándole, nunca dejaba de hacerlo, le hablaba muy suave, le decia cosas bonitas, le decia que lo amaba, que lo necesitaba, que no me dejara, pero nunca le habia dicho lo que estaba por decirle ahora.

De pronto mi mente se detuvo, cogi aire y lo miré sosteniéndole fuerte una de sus manos.

-Keinan, no se si me podrás perdonar lo que hize contigo, yo soy la culpable de que estés en esa cama -dije llorando
-Quiero, quiero decirte algo muy importante, algo que no se si me lo podrás perdonar. -segui hablándole, me bebia mis lagrimas.

-Mi bebe, mi bebe es tuyo -dije las palabras ahogadas en llanto. -Perdóname Keinan por haberte mentido de esta manera, tu eres el papa de mi hijo, es un varoncito.

Lloraba fuerte, no podia con mi conciencia.  Baje mi cabeza poniendo mi frente sobre la cama, ahogada en llanto.

-Te juro que nadie me ha tocado que no seas tu, mi hijo es tuyo.  Perdóname mi amor, perdoname.

De pronto senti que su mano apretaba la mia, me quedé tiesa.  Dios mio, me estaria escuchando? al tiempo que escuché las maquinas sonando, se le habian alterado sus vitales.  Entraron varias enfermeras corriendo.

-Que pasa, que le pasa? -grité desesperada, al mismo tiempo que me sacaban de alli.

Me cerraron la puerta en la cara. Veia personal del hospital entrando y saliendo del cuarto y Criss llego corriendo donde mi.

-Que pasó? Daiana

-No lo sé Criss -dije tapando mi boca ahogada en llanto.

-Se me muere -decia sin poder mas.  La angustia me ahogaba.

-Cálmate Daiana porfavor, piensa en el bebe. -dijo sosteniendóme por la cintura, caminando hacia la sala de espera.

No sabia cuanto tiempo habia pasado cuando llegó el Doctor.

-Familiares de Keinan Mendietta.

-Siiii??  -nos levantamos juntas Criss y yo.

-Ya estabilizamos al joven.  Sufrio un colapso nervioso, una impresión. -dijo el Doctor acercándose.

Seria por lo que le abía dicho? seguia pensando.

-Eso que es Doctor, es malo? -le pregunte.

-Eres la esposa del joven?

Afirmé sin saber porque abía reaccionado asi, seria porque lo amaba.

-Tengo entendido que era usted la que estaba con el en ese momento.

-Si Doctor -dije atenta

-Le dijo algo malo? no sé algo que le pudiera haber causado tal impresión, porque aparentemente la escuchó.

-Si, si Doctor, le di una buena noticia.  Entonces eso es bueno? -pregunté ansiosa

-A veces es bueno, aveces no lo es, pudo haber reaccionado asi en tal momento y seguir en su estado critico, el sufrio una conmocion y lo desestabilizo.  Hay que esperar joven, habra que esperar. Por el momento le hemos administrado unos calmantes que lo mantendran bastante relajado, puedes entrar si quieres. Tendra sus vitales muy bajos, no se asuste y porfavor, no le hablen nada por el momento.  -dijo el Doctor para luego salir por el largo pasillo.

Miré a Criss, ella me miró tambien.  Se veia consternada.

-Ay Criss -dije tocándome el pecho.

-Tranquila Daiana.
Pero que fue lo que le dijistes? -preguntó curiosa.

-Que cress? le dije que mi bebe es de el, no es de nadie mas, que el es el padre de mi hijo. Me escuchó Criss, lo sé, el me apretó la mano. -dije mirándome la mano muy emocionada.

Mi prima me dio un beso en la cabeza y nos volvimos a sentar.
Quise entrar mas tarde a verlo, porque en ese momento me sentia aun nerviosa por lo que habia pasado.  Al cabo de unas horas me llamaba Ryan pidiéndome disculpas.  Quedó en ir al hospital mas tarde, pero me dijo algo que me había dejado muy pensativa.

Lo analizé y ya no queria pensar mas en mi pasado.

Amaba al encapuchado, a mi secuestrador, a mi violador, amaba a Keinan, ahora para mi no era mas que Keinan, solo Keinan, el padre de mi hijo, por eso estaba dispuesta a perdonarlo, lo amaba profundamente y si de algo estaba segura era de eso.

SECUESTRADA (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora