Segunda conversación.

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"Después de que Brenda pasara la comida a los hambrientos Habitantes del Claro, caminó para sentarse junto a Thomas, el suave brillo de la habitación iluminando las finas hebras de las franjas de su oscuro cabello. Ella dejó caer un par de mochilas (llenas con más latas) a su lado.

-Una de estas es para ti -ella dijo.

-Gracias. -Thomas ya estaba llegando al fondo de su propia lata, sacando una cucharada tras otra. Nadie hablaba en el pasillo; los únicos sonidos eran sorbidos y gente tragando.

-¿Sabe bien?-ella preguntó mientras removía su propia comida.

-Por favor. Empujaría a mi propia madre por las escaleras para comer esto. Si aún tuviera una madre. -Él no pudo evitar pensar en su sueño y el pequeño vistazo que tuvo de ella, pero hizo su mejor esfuerzo por olvidarlo... era demasiado deprimente.

-Te enfermas rápido por ello -dijo Brenda, tirando a Thomas de la cabeza. Él se dio cuenta de la forma en que ella se sentaba, su rodilla derecha apretada contra su espinilla, y sus pensamientos saltaron a la ridícula idea de que ella se había sentado así a propósito-. Sólo tenemos unas cuatro o cinco opciones.

Thomas se centró en aclarar su mente, trayendo sus pensamientos de vuelta al presente.

-¿De dónde sacaste la comida? ¿Y cuánta queda?

-Antes de que esta área se quemara por la Llamarada, esta ciudad tenía varias plantas de fabricación de alimentos, además de una gran cantidad de almacenes para mantener la comida. A veces pienso que es por eso que CRUEL envía a Cranks aquí. Al menos pueden decirse a sí mismos que no van a morir de hambre mientras poco a poco se vuelven locos y se matan entre sí.

Thomas recogió el último bocado de la salsa desde el fondo de su lata y lamía su cuchara limpia.

-Si hay un montón, ¿por qué sólo tenéis algunas opciones? -Tuvo la idea de que tal vez ellos se habían confiado demasiado rápido, que podrían estar comiendo veneno. Pero ella estaba comiendo la misma comida, por lo que sus preocupaciones eran probablemente exageradas.

Brenda señaló hacia el techo con el pulgar.

-Sólo hemos rastreado los más cercanos. Alguna empresa especializada, no mucha variedad. Yo mataría a tu madre por algo fresco de una huerta. Una buena ensalada.

-Supongo que mi madre no tiene muchas posibilidades si alguna vez está de pie entre nosotros y una tienda de comestibles.

-Supongo que no.

Ella sonrió entonces, aunque una sombra escondió su rostro. La sonrisa todavía brillaba a través de ello, y Thomas se encontró a gusto con esta chica. Ella había sacado la sangre de su mejor amigo, pero a él le gustaba. Tal vez, en una pequeña parte, por eso."

Thomas & Brenda A Través De Los LibrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora