Brenda

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"Alguien sostenía su mano. Trató de volver la cabeza para mirar por encima, pero esto envió una nueva oleada de agonía hacia abajo de su columna vertebral.

No necesitaba ver. Era Brenda.

¿Quién más podría ser? Además, la mano era suave y pequeña. Seguramente Brenda.

[...]

La salida del sol despertó a Thomas por la mañana. La primera cosa que supo fue que Brenda no le sujetaba la mano.

[...]

Thomas le lastimó mucho darse la vuelta y mirar. El viento se hizo más fuerte con rachas a través de él, rasgando su ropa. El polvo voló y emborronó el aire. De repente, Brenda estaba a su lado otra vez, apretando su mano.

Ella se inclinó hasta que su cara estaba a escasos centímetros por encima de la suya. Su pelo batiéndose por todas partes.

-Lo siento -dijo, a pesar de que apenas la oyó-. No fue mi intención, quiero decir, sé que... -Buscó a tientas las palabras, miró hacia otro lado.

[...]

Brenda lo encontró, se acercó a su lado. Pero ella no le ofreció la mano, y Thomas sintió un alivio incómodo. Asimismo, no dijo nada, y ella tampoco lo hizo.

[...]

Brenda de alguna manera terminó justo al lado de él, aunque no dijo nada, y ciertamente no lo tocó. Thomas no sabía si alguna vez la comprendería.

[...]

El día sólo se hizo más y más caliente cuando se sacudió y giró, atormentado por sus pensamientos. Se estaba acostumbrando a que Teresa se hubiera ido, lo que le hizo mal al estómago. Para empeorar las cosas, sentía que la había traicionado al permitir que Brenda se convirtiera en su amiga, estando tan cerca de ella.

Irónicamente, su primer instinto fue llegar y despertar a Brenda, hablar con ella sobre eso. ¿Era eso malo? Se sentía tan frustrado y estúpido que quería gritar."

Thomas & Brenda A Través De Los LibrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora