Unica esperanza

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"-¡Suficiente! -gritó Janson-. Lo haremos con él primero. -Hizo un gesto a uno de los guardias-. Trae a una enfermera aquí. Brenda está dentro, ha estado insistiendo en que quiere ayudar. Tal vez será más fácil de tratar con él si ella es el técnico con el que trabaja. Lleva a los otros a la sala de espera; me gustaría hacerlo de uno a la vez. Tengo que ir a checar otro asunto, así que te veré allí.

Thomas estaba tan molesto que ni siquiera registró el nombre de Brenda. Otro guardia se unió a la que estaba detrás de él y cada uno lo agarró de un brazo.

-¡No dejaré que lo hagan! -gritó Thomas, la histeria estaba creciendo dentro de él. La idea de conocer lo que él había sido lo aterrorizó-. ¡No hay madera de que me pongan esa cosa en la cara!

Janson lo ignoró y les habló directamente a los guardias.

-Asegúrense de que ella lo sede. -Luego comenzó a alejarse.

Los dos guardias jalaron a Thomas hacia la puerta, sus pies arrastrando detrás de él. Se encogió de hombros, tratando de liberar sus brazos, pero era como si sus manos estuvieran esposadas con metal, y finalmente se rindió para conservar su energía. La comprensión de que podría haber perdido la pelea le llegó. Su única esperanza era Brenda."

"Brenda estaba junto a la cama dentro de la habitación. Su rostro era de piedra. Thomas escaneó sus ojos, pero le era imposible leerlos.

Sus captores tiraron de él hacia el centro de la habitación. No podía entender por qué Brenda estaba allí, ayudando a CRUEL a hacer esto.

-¿Por qué estás trabajando para ellos? -Su voz sonaba débil para sus oídos.

Los guardias le hicieron dar la vuelta.

-Es mejor que mantengas la boca cerrada -respondió Brenda-. Necesito que confíes en mí como hiciste en la Quemadura. Es lo mejor.

Él no podía verla, pero había algo en su voz. A pesar de lo que ella le dijo, su voz sonaba cálida. ¿Podría estar de su lado?

[...]

-Sédalo.

Thomas se obligó a sí mismo a calmarse, ahorrando su energía para el último esfuerzo de escape. Casi se lastimó al ver a Brenda; se había hecho tan cercano a ella que ni siquiera se había dado cuenta. Si ella lo forzaba a hacer esto, significaría que ella también era el enemigo. Era demasiado doloroso para considerarlo siquiera.

-Por favor, Brenda -dijo él-. No lo hagas. No dejes que hagan esto.

Ella se acercó a él y toco su hombro gentilmente.

-Todo va a estar bien. No todos los de afuera están para hacer tu vida miserable, me agradecerás después por lo que estoy a punto de hacer. Ahora deja de quejarte y relájate.

Él todavía no podía leer su lenguaje corporal.

-¿Eso es todo? ¿Después de todo lo que pasó en la Quemadura? ¿Cuántas veces estuvimos a punto de morir en esa ciudad? ¿Todo lo que atravesamos, y tú simplemente me vas a abandonar?

-Thomas... -se interrumpió, sin molestarse en ocultar su frustración-. Ese era mi trabajo.

-Escuché tu voz en mi cabeza. Me advertiste que las cosas iban a empeorar. Por favor dime que en realidad no estás con ellos.

-Cuando logramos regresar a la sede central después de la Quemadura, entré al sistema de telepatía porque quería advertirte. Prevenirte. Nunca esperé que nos convirtiéramos en amigos en ese infierno.

De alguna manera, el solo escuchar que ella se sentía de esa forma, también, le hizo las cosas más manejables, y ahora realmente no podía contenerse.

-¿Tú tienes la Llamarada? -preguntó.

Ella respondió en rápidos y cortos resoplidos.

-Estaba actuando. Jorge y yo somos inmunes, lo hemos sabido durante mucho tiempo. Esa es la razón por la que nos utilizan. Ahora cállate. -Sus ojos parpadearon hacia el guardia.

-¡Adelante! -gritó el guardia masculino de pronto.

Brenda le dio al hombre una mirada severa pero no dijo nada. Luego miró fijamente a Thomas y lo sorprendió con un ligero guiño.

-Una vez que te inyecte el sedante, te dormirás en segundos. ¿Entiendes? -Hizo hincapié en la última palabra, luego guiñó sutilmente otra vez. Por suerte los dos guardias estaban enfocados en su prisionero y no en ella.

Thomas estaba confundido, pero la esperanza recorrió su cuerpo. Ella tenía algo en mente.

Brenda se movió hacia el mostrador detrás de ella y comenzó a preparar lo que necesitaba, el guardia continuó inclinándose con todo su peso sobre las muñecas de Thomas, cortándole la circulación. El sudor perlaba la frente del hombre, pero estaba claro que no lo dejaría hasta que Thomas estuviera inconsciente. La mujer estaba de pie junto a él, su Lanzador dirigido al rostro de Thomas.

Brenda se dio la vuelta, con una jeringa en su mano izquierda, la aguja hacia arriba, su dedo pulgar en la base. Un líquido amarillento se mostraba en la pequeña ventanilla lateral.

-De acuerdo, Thomas. Vamos a hacer esto realmente rápido. ¿Estás listo?

Él asintió con la cabeza, sin estar seguro de lo que ella quería decir pero determinado a estar preparado.

-Bien -respondió-. Así está mejor.

Brenda sonrió y se movió hacia Thomas, luego se tropezó con algo y se tambaleó hacia adelante. Se sostuvo de la cama con su mano derecha, pero cayó de modo que la aguja de la jeringa aterrizó sobre el antebrazo del guardia que sujetaba la muñeca de Thomas. Instantáneamente presionó la jeringa con su dedo pulgar, soltando un rápido y agudo siseo, antes de que él se alejara.

[...]

Thomas jadeó para respirar, su pecho subía y bajaba mientras la adrenalina palpitaba atravesando su cuerpo. No se había sentido tan bien en semanas.

-Sabía que tú...

Antes de que pudiera terminar, Brenda disparó su Lanzador.

Thomas miró fijamente, sorprendido por lo que el Lanzador le hizo a una persona y sorprendido porque Brenda lo había disparado sin dudarlo. Si él hubiera necesitado una prueba más de que Brenda no estaba totalmente comprometida con CRUEL, sólo habría necesitado ver eso. La miró.

Ella le devolvió la mirada, la más leve de las sonrisas en su rostro.

-He esperado hacer algo como eso hace mucho tiempo. Lo bueno es que convencí a Janson de que me asignara para tu procedimiento. -Se agachó y tomó la tarjeta de acceso del hombre inconsciente, guardándola en su bolsillo-. Esto nos llevará a cualquier lado.

Thomas tuvo que resistir la tentación de abrazarla."

Thomas & Brenda A Través De Los LibrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora