Abbey era una chica extraña, en el amor era un desastre, ella tenía 12 años, cabello rizado color negro a la altura de la cintura y una autoestima muy muy muy baja, por lo mismo ella tenía pocos amigos... Y rara vez se fijaban en ella. Era una persona fría, ya que en el pasado muchas personas la habían decepcionado y a los que le había dado la oportunidad de estar con ella como algo más... Siempre terminaban rompiéndole el corazón de alguna manera.
Llego el día de entrar al colegio. Entraría a Secundaria, ella tenía miedo, miedo... al rechazo.
Conoció a un chico el primer día en el descanso, pero no como una persona normal lo hace sino que este chico la vio en el techo, él pensó que ella se iba a suicidar, asustado gritó—¡no lo hagas! ¡Por favor no lo hagas!— ella se asusto, casi cae desde el tercer piso, se supone que todos estaban en clase... Pero a Abbey le había gustado la idea de volarse la clase de historia para poder estar sola un rato, se había hartado de que todos la llamaran bicho raro... Y resultó que el también había decidido volarse una clase.
Abbey bajó del techo asustada, pues no quería que la delataran... Hubiera preferido ahorrarse problemas el primer día de escuela.
Ya abajo el chico la tomó por los hombros agitándola y gritándole —¿Por qué ibas a hacerlo? ¡¡¡Tienes mucho por delante!!!— ella asustada por el temor a que los descubrieran le tapo la boca y lo jaló bajo las escaleras donde nadie pudiera verlos... Le quito la mano de la boca y le dijo con una voz triste y muy baja —tranquilo, no pensaba hacerlo solo estaba gozando de la vista— el chico más calmado le pregunto de qué clase se había escapado, a lo que Abbey respondió "historia". El chico animado y sin hacer caso omiso a la respuesta cortante siguió la platica —yo me salí de anatomía, es súper aburrida esa clase y la maestra la hace peor, y dime... ¿Pensabas quedarte en el techo toda la hora? Yo me dirigía a colarme en el salón de música! Sí que es increíble ese lugar, y lo mejor es que ¡nunca está con llave! ¿Quieres acompañarme?—. Abbey con mucho miedo y mucha falta de confianza decidió sonreír, darle la espalda e irse sin decir una palabra. Lo que no sabía era que desde ese día el chico la seguiría a todos lados...
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Por: Hanna
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Me arriesgo a enamorarme?
Genç KurguElla creía que había encontrado a su compañero de vida, pero estaba muy equivocada... Lo que ella tenía era una vil mentira, ¿creería de nuevo en el amor? Ya no lo sabía... Pero pronto lo averiguaría. Las chicas del colegio no la querían, ella sufrí...