®Mi "Rara" vida en Corea del Sur (Editando)

¿Modelos?

Al momento de chocar con aquella persona, me había caído encima un liquido caliente y caí al suelo. No sabía que hacer, no cabe duda que era mi día de mala suerte... Me perdí y ahora estaba toda embarrada y tirada en el suelo, entonces aquella persona me habló.

En coreano.

¡¡No sé coreano!!

Y él lo notó por mi expresión - supongo -, sonrió mientras me ayudaba a levantarme del suelo, para  luego hablar en inglés.

- Lo siento mucho - hizo una reverencia - lo siento, realmente lo siento.

En serio que es muy guapo... Y alto... Y es la primera persona que se disculpa después de empujarme.

- No, no... No te preocupes - sonreí nerviosa.

- Te ensucié con mi café - miró su reloj - Ya no llegaré a mi reunión... Bueno será mejor llevarte a comprar ropa.

- No, en serio no es necesario - estaba nerviosa - yo pue...

- Aigo, tú iras conmigo - me tomó suavemente del brazo - Es lo menos que puedo hacer.

- mordí mi labio - ¿Tomará mucho tiempo?

- Si vamos ahora... No - arqueó la ceja - ¿Por qué? ¿Acaso estás perdida? - apareció una pequeña sonrisa de lado.

- asentí - 

- Ahora lo entiendo, ese era el motivo por el cual caminabas lento y mirando a todos lados.

- Bueno recién acabo de llegar, y me arriesgué a salir sola - reí.

- Entonces vamos por esa ropa y luego por otro café - sonrió - ahí me contarás todo.

- ¿En serio? 

- Si... Oh cierto, olvidé presentarme. Mi nombre es Kevin - sonrió e hizo una reverencia.

- Yo soy Angelica - extendí mi mano para saludar y él hizo lo mismo al verme - un placer conocerte.

Luego de eso fuimos a una tienda de ropa, todo era hermoso y no sabía que escoger... Hasta que él lo hizo... EL ESCOGIÓ ropa para mi. En serio tiene buen gusto.

Luego de eso fuimos por unos helados, era algo raro en mi... Y digo raro porque no era la típica chica de entablar una charla con un chico que recién conocí y mucho menos entablar una confianza.

- ¿Por qué estás en Seúl? - apoyó ambos codos en la mesa y con sus manos entrelazadas apoyó su mentón en estas.

- Vine de visita, mi mejor amiga vive aquí.

Y le conté mi historia.

- Y esa es la historia del porqué estoy aquí - sonreí - ¿cuál es tu historia?

- Mi vida no es interesante - alzó los hombros.

- entrecerré los ojos - ¿A qué te dedicas?

- Oh, soy fotógrafo profesional.

- Wooow, me encanta la fotografía.

Tuvimos una corta charla sobre su vida y cosas en común... A veces era reservado en algunas cosas, pero no había ningún momento de silencio incómodo.

Y después de tanta charla era hora de irme y se ofreció a llevarme, como tenía la dirección escrita en un papel fue más fácil de llegar. Mientras conducía, él me recomendaba buenos lugares para visitar.

Al fin llegamos.

Desabroché mi cinturón de seguridad, iba a agradecer para irme cuando él habló primero.