Capítulo Quince.

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Me devolví sigilosamente, pero rápido hacia donde estaban los demás.

— Es parte de nuestro grupo, Rick, Carl y Daryl. Están en peligro, tenemos que salvarlos Glenn.

Dije casi desesperada en un susurro, todos asintieron y nos volvimos a acercar.

Yo iré por el que tiene a Carl, Glenn tú ve por Rick y Abraham, ve por Daryl, es el que está ahí.

Apunté a Daryl y Abraham asintió al verlo.

— Rosita, Tara, ustedes nos cubrirán, hay unos tipos un poco más allá, Eugene tu... Quédate aquí, lejos del peligro.

Ordenó el pelirrojo y los tres asintieron. Nos ubicamos en posiciones cercanas a los que iríamos a atacar y con una señal, salimos desde detrás de los árboles dispuestos a matar.

Salté encima del tipo que tenía a Carl, pareciera como si el maldito enfermo estuviera tratando de violarlo, lo golpeé para alejarlo y sin pensarlo le disparé en la cabeza. Rápidamente volví hacia Carl y lo abracé lo más fuerte que pude, él me devolvió el abrazo y sollozó en mi hombro. Escuché más golpes y disparos, pero no me importaba nada, sabía que los bastardos estaban muertos y que los tres estaban a salvo ahora. Abrí los ojos y pude ver a Glenn y Rick abrazándose, este último dirigió su vista hacia mí y corrió, cayendo de rodillas a nuestro lado.

— Están bien.

Dijo con la voz quebrada y nos envolvió a ambos con sus brazos, sollozando también. No pude evitarlo y lagrimas cayeron de mis ojos, pero no eran de tristeza, eran lágrimas de emoción y alivio, al saber que estaban bien. Todavía me costaba creer que los había encontrado.

— Al fin los encontré.

Dije una vez que nos separamos y puse mi mano derecha en la mejilla de Carl secando sus lágrimas. Hice lo mismo con mi mano izquierda y Rick.

— Temía tanto no volver a verlos.

Rick tomó mi mano y besó el dorso de esta.

— Ya estamos juntos otra vez.

Nos pusimos de pie y miré a Daryl, él me estaba observando también. Le sonreí y me acerqué para abrazarlo, no me importaba si no me devolvía el abrazo, yo solo quería sentirlo una vez más y hacerle saber que estaba contenta de volver a verlo. Lo había extrañado mucho.

Rodeé su cuello con mis brazos y para mi sorpresa él hizo lo mismo con mi cintura, ubicando su cara en el espacio entre mi hombro y mi cuello. Su respiración chocaba con mi piel y sentí como un cosquilleo recorría todo mi cuerpo.

— Me alegra que estés bien.

Le dije en un susurro y él solo asintió, aún sin despegarnos ni un centímetro. Debo asumir que eso significaba un «yo también me alegro que estés bien ______» en el idioma Daryl, o al menos eso esperaba.

Me separé finalmente de él y observé a todo el grupo. De pronto, sentí como si me hubiera golpeado un camión al darme cuenta de algo.

— Rick, ¿Dónde está Judith?

Le pregunté acercándome nuevamente a él, sentí varias miradas siguiendo mis movimientos. El rostro de Rick se tornó tan triste que quise llorar de solo ver su expresión. No, no podía ser cierto.

— Rick...

Dije una vez más para que dijera algo, que desmintiera lo que estaba pensando, pero no, cerró los ojos con fuerza y bajó la cabeza negando desesperadamente como si se le fuera la vida en ello. Sentí que me temblaban las piernas así que como pude me aferré a Rick dandole un abrazo de apoyo. Y lloramos, ambos lloramos en el hombro del otro.

More Than Words [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora