En casa Amelia esperaba en la puerta verlos llegar, Don Pedro Arbizu no estaba, pero habría más júbilo del que se imaginaban con la noticia que le esperaba.
-Que queréis decir con las costumbres Señorita Miel, perdón señorita Mariel -Durante su estancia, se levantaba temprano a saludar al personal de la casa escucho como hablaban de ella y de Ami, era un hombre sencillo que encontraba agradable platicar tanto con él príncipe de España, con los duques de Francia, tanto como con el mas humilde jornalero. Esto no lo sabía Mariel, pero al cabo de una semana la cocinera, el jardinero las doncellas, el ama de llaves platicaban con el con gran confianza.
- Mi Padre le explicará cuando pida mi mano- dijo con expresión triste. Recordó que hacía tan sólo un par de días atrás lo había encontrado comentado quien sabe que con la doncella de su hermana, lo que hizo sentir una molestia por la confianza pensando que quizás buscaba enamorar al servicio aunque sabía Malena tenía enamorado.
-Usted no desea casarse, de eso estoy segura, yo podría decirle a mi padre que se retiro por un acontecimiento que requería su presencia urgentemente y yo me encargaría de Amelia.
- ¿Cree usted que soy un hombre sin honor?
- Esto no es un juego si habla ya no habrá marcha atrás, seríamos muy desgraciados sin amor, sin libertad y sin esperanzas.
-Tan terrible le parecéis una unión conmigo -sintió una punzada en el corazón y sobre todo en su orgullo.
- Jamás tendriáis carencias conmigo Señorita Miel, no habló de economías con una mujer, puedes preguntarle a Arturo de mi economía. Dicen que el amor llega con el tiempo y la libertad que desee puede solicitarla y también se la solicitaré.
- Los hombres aún cuando se casan se consideran libres hasta para ser indecentes, hasta con la servidumbre. Haciéndose aún lado para que no tomará la molestia en su rostro, ante el recuerdo de su familiaridad con Malena. Se había exasperado dejando a salir algo bastante inapropiado.
-Señorita Mariel respeto a las mujeres y las admiro, y tiene usted mi respeto por ser mujer tanto como la más humilde de las mujeres de este lugar. Pensé que era usted diferente.
Mariel estaba atónita. Despues de esta situación que clamente molesto a Lorenzo guardaron silencio.
- Señorita Amelia espero que usted y su hermana lleguen a una plática satisfactoria os he dado mi palabra y la cumpliré en forma a las 6:30pm antes de la cena. Si hay algún cambio me informaréis antes de las 6.
- En verdad espero que le acompañe la suerte Señorita Mariel, discúlpenme con Don Pedro si no aparezco a la merienda he perdido el apetito. Si no tienen inconveniente estaré en mi habitación meditando. La actitud de Lorenzo escandalizó a Amelia después de seducir a Mariel tratarla de esa manera mientras Mariel sentía un enorme hueco en el estómago ¡soy una estúpida! Se dijo en sus adentros, recordó las palabras de su padre ( hombres como el necesitaba el mundo) retumbaron fuertemente le había ofendido no a él sino a su doncella, o a ambos, en el no había diferencia, merecía respeto su doncella tanto como ella. Mariel sabía que jamas había sido imprudente con ellas y no tenía que serlo con su doncella. Sabía que el deseo de cumplir con su palabra le suponía una sensación amarga de saber que se casaría con alguien como ella, superficial o estirada o lo que estuviera pensando de ella. Le había tratado con franqueza como trataba al mundo entero, para ella era desconocido, no podía condenarla ¿o si? Había sido tan frío le hablaba de usted y no le llamo Miel notó tanto su molestia.
-No hay nada de que hablar entre nosotras, que se presente con mi padre a las 6:30. no me convencerás de guardar silencio..
Mariel no dio réplica a la sentencia. Amelia Arbizu era fuerte de carácter y no podría cambiar nada. Se fue a la cama con el llanto ahogado en la almohada, el respeto y admiración que había ganado de Lorenzo de León desde su llegada en un segundo lo perdió, "pensé que era usted diferente" el tono frío en sus palabras la mirada de reproche como la que alguna vez su padre le había dado al arrebatarle una muñeca a una niña zapoteca en una de sus visitas a la familias pobres de las zonas después de jugar cuando se retiraban vino a su mente. La decepción de ambos le habían hecho sentir tanta vergüenza. ¿pero porque le mortificaba la opinión que pudiera tener Lorenzo de ella? Pronto ella misma se dio la respuesta. Es digno como mi padre.
-Mas vale que aparentes ser feliz cuando se anuncie tu compromiso o papá se preocupará.
-Aún puedes ayudarme si decides callar el no dirá nada y se marchará. No quería casarse con un hombre que la despreciara, que la pudiera mirar con reproche, no de esa manera.
-No callaré el debe responder si tiene honor.Antes de las 6:30 había llamado a Catalina y Arturo junto a ella escucharon lo que no esperaban, le comunicare a Don Pedro mi deseo de contraer nupcias con Mariel. Catalina gritó jubilosa. Arturo lo abrazó.-¡Bienvenido a la familia Lorenzo!
Lorenzo estaba algo serio aún molesto con Mariel ojalá que no fuera diferente de su padre. Que su comportamiento se debiera a la confusión. El no soportaría vivir al lado de una mujer que despreciara a los menos afortunados.
-Lorenzo serás mi sobrino favorito -sentenció Catalina-. No se dio cuenta que el no estaba muy animado pero que más daba, mientras todos celebran nadie notaba la duda en su rostro. Entro en el estudio donde lo esperaba don Pedro, apenas pronunció las palabras que tanto tiempo había anhelado escuchar. Carcajadas,abrazos y felicitaciones llamaron a Mariel y todo el bullicio retraso la cena.
Las damas pasaron al fino comedor en compañía de Arturo, Lorenzo tenía que saber que se debían respetar ciertas costumbres, asi que se sentó frente al gran escritorio de cedro donde se encontraba don Pedro con los codos encima de algunos papeles.
-Muchacho, sabes, cuentas con mi sincero afecto. En esta zona hay muchas costumbres que se han adoptado de los indígenas y que no se pueden transigir¿en que tiempo deseas contraer nupcias?
-En 3 meses pero pueden ser 6 si usted lo creéis conveniente.
- Lorenzo debes sabes cual es la costumbre en esta región antes que nada.
-Cuales son las condiciones don Pedro.
- Una vez establecido el compromiso tu y Mariel no pueden estar sólos.
-Nunca lo hemos estado. Mintió.
-Puedo entender que sea difícil espero puedas comprender,-prosiguió- una vez anunciado el compromiso no podrás ver a tu prometida hasta el día de la boda.
-Es absurdo, no nos conocemos tanto, como puedo ganaros su confianza y...
-Respeto las costumbres de mi gente. Y que pensará Mariel, queriendo encontrar un escape a una petición tan absurda como un matrimonio sin cortejó.
-Mariel respeta a esta gente tanto como yo. Pueden mantener correspondencia, no te culpare si después de esto quisieras que la boda fuera en un mes. Temiendo que Lorenzo se enfadará más, dijo -hijo no te preocupes si haz ganado el corazón de Mariel no importa la distancia, ni el tiempo.
-Es tan absurdo, y entonces que se supone que ocurrirá mañana. El viernes haremos una fiesta escandalosa anunciando el compromiso. El sábado te irás a cumplir tus compromisos y a preparar lo que necesites para tu nueva vida. Y estarás aquí dentro de 3 meses para tu boda.
Lorenzo apretó los puños respetaba a don Pedro y no podía negarse por que iba encontrar de su naturaleza no mostrar respeto por la gente con la que había convivido en la cocina bebiendo café negro con canela y aguardiente.La cena transcurrió con preguntas que no sabían cómo contestar Lorenzo y Mariel se miraban y poco fueron los detalles prestados. Don Pedro lleno de dicha abrazaba a Mariel. Lleno de orgullo no había mejor hombre para su Mariel que Don Lorenzo De León.
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La Trampa Del Destino
Исторические романыMariel es una linda chica gentil, alegre y a la vez tímida. Su hermana tiene el mismo aire de compromiso de cuidarse mutuamente a pesar ser sólo medias hermanas hijas de un criollo muy importante en la época.Don Pedro viudo y con el compromiso de da...