capítulo 2 la búsqueda

637 73 1
                                    

Don Pedro presenta a su hija Mariel en la alta sociedad, ella lo ama tanto que no se imagina separada de él y de su hermana Amelia, Mariel siempre será bien recibida pero con Amelia siempre habrá secretas reservas pues prevalece el racismo. Ambas bellas pero muy diferentes, en Amelia las facciones son diferentes menos finas pero no menos hermosas es morena de mirada intensa ojos miel que hipnotizan, es de corazón intenso y un tanto rebelde pero respetuosa de su padre ambas lo aman y ninguna se ve despegada de él. La presentación de Amelia es un éxito siempre hay hombres a su alrededor pero no encuentra nadie de su agrado en las diferentes reuniones a las que asisten, no hay hombre que sea de su agrado, que crea en la igualdad, que sea humilde.
-Ami (así llama Mariel a su hermana con ternura) deseo retirarme he bailado todo lo que he podido, he entablado conversación con muchos hombres distinguidos pero en ninguno veo un ápice de lo que podría ser un buen esposo -repuso.
- Miel, nunca encontrarás en ninguno de estos tristes españoles, franceses o de la nacionalidad que sean, (enfatizó)nunca un hombre que tenga un poco de las cualidades de nuestro padre. Tu no deseas enamorarte, y yo no te culpo, yo tampoco- dijo con tristeza, Amelia amaba a su hermana Mariel a quien llamaban Miel quería que se casará con un buen hombre, fuera feliz que encontrara el amor, no quería que se quedará solterona con una bastaba y ella estaba decidida a envejecer al lado de su padre y a verla ser feliz y disfrutar de su felicidad pero Mariel no estaba de acuerdo con ella quería exactamente lo que Amelia quería para ella y envejecer junto a su padre. Amelia sabía que ahí no se encontraba ningún hombre que valiera la pena aunque llevarán llena la cartera, si tenían vacío el corazón - ningún hombre aquí presente podría robarte el corazón afortunadamente, porque si tu corazón lo entregarás a un hombre como los aquí presentes, serias desdichada y no quiero eso para ti.
-No me digas Miel no me gustaría que alguien aparte de ustedes me llamará así, y no podría entregarle mi corazón a ningún hombre espero que eso lo entienda pronto nuestro padre, no deseo dejarle nunca y menos por tan poco, yo ya tengo mi felicidad.

- Papá nos ama pero a veces creo que terminará cansándonos con cualquiera por el placer de ver nuestros hijos, osea su nietos -no pudo evitar reír -claro uno no tan peor así q apresuraste y escoge tú.

- Amelia con tu comentario haz logrado molestarme, como puedes ser tan imprudente, quieres que elija por ejemplo aquel del bigote ridículo con diente de oro. Supe q se mandó a sacar un diente para poder lucir el nuevo que ahora tiene no podría jamás casarme con un hombre así- el hombre era nada más y nada menos que Juan Carvajal Del Vidal, hombre excéntrico y exageradamente adinerado delgado demasiado delgado larguirucho de estatura promedio con un bigote ridículo de puntas giradas hacia arriba labios pequeños sonrisa falsa y ojos casi diminutos, nariz sonoramente pronunciada, disimulada bajo un sombrero discreto y no por eso menos ridículo- prefería morir.

-Mariel - dijo riendo a carcajadas logrando las críticas de algunas señoras muy estiradas- no exageres pero quizás algún guapo como aquel o aquel, pero yo también preferiría antes que casarme con cualquier hombre que se encuentre aquí.

Así pasaron 3 años sin encontrar un hombre adecuado para las hijas de Don Pedro Arbizu cuando Mariel cumplió 21 se organizó una gran celebración donde la más alta sociedad se dejó ver en la magnífica Hacienda Las azucenas en Oaxaca, donde se presentaría el barón Arauco rubio de poca simpatía pero mucha astucia, de alta estirpe pero poco afortunado en el juego, dicho barón vio con pasión a.....

La Trampa Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora