C a p i t u l o 43.

691 41 3
                                    

La noche parecía ser la más hermosa de todas, todo era tan lindo... tan perfecto.

Y todo esto gracias a Nash, no sé qué haría sin el.

Solté un pequeño suspiro.

-¿Te pasa algo Ale? -me miró atento.

-No Nash, es solo que esto es tan hermoso y estoy tan agradecida contigo por traerme aquí e intentar hacerme sentir mejor, de verdad que no sé qué haría sin ti -le dije en un tono bajo.

-Eso y más haría por ti Amor.

Después de pensar por mucho tiempo mi decisión estaba tomada.

Le entregué un sobre con una carta adentro a Nash.

-¿Qué es esto Alexandra? -preguntó nervioso, demasiado.

-Solo es una carta Nash -sonreí desanimadamente.

Nash de inmediato prosiguió a tratar de abrirla.

-¡No Nash! No la abras...

-Si no quieres que la abra ¿entonces para que me la diste? -dijo confuso.

-Si quiero que la abras -sonreí- pero no ahorita, tú sabes... hasta que ya no esté aquí.

Mi enfermedad iba empeorando cada vez más, y por más que trataba de ocultarle la verdad a Nash, me resultaba imposible hacerle todo esto.

-¿De qué hablas? Tú vas a estar bien, tú te vas a quedar aquí, conmigo... ¿Verdad?

Mi corazón se rompió en mil pedazos.

-!¿Verdad?! -preguntó esta vez un poco exaltado y triste, lo podía notar en su rostro.

Maldita sea.

-No Nash, eso no va a pasar... Perdón.

-Claro que va a pasar ¿por qué dices que no? Si los análisis muestran que cada vez vas mejorando más ¡Tú misma me lo dijiste!

-Eso es mentira Nash, no quería verte mal y mucho menos quería que tuvieras que pasar por todo esto, y yo... yo solo te digo que te amo y no quiero verte sufrir por mi culpa, lo siento tanto de verdad -comencé a llorar, esto me estaba matando.

-Te amo tanto Alexandra.

Una semana después.

Todo estaba listo, mi equipaje, mi bolso, la comida para el viaje, mi teléfono, ya había terminado de empacar todo lo necesario.

Me dirigí hacia el aeropuerto, estaba a punto de dejar todo. Todo lo que amo está aquí, pero esto es lo correcto, lo sé.

Me subí al avión y de inmediato un recuerdo vino a mi, en este aeropuerto vi a Nash por primera vez, ¡pero yo ni siquiera sabía que era el!

El avión despegó y sin darme cuenta caí rendida en sueño.

|NASH|

-¿En dónde se metió Alexandra? -le pregunté a la mamá de Ale, la conocí hace varios días en el hospital cuando fue a visitarla.

-Lo siento Nash, me pidió que no dijera nada -noté que una lagrima resbaló sobre su mejilla.

-¿Todo está bien? -pregunté angustiado.

-Perdóname Alexandra -susurró a sí misma- Nash, ella no está aquí, ella viajó a España.

-¿España? ¿A qué? -no entiendo que está pasando y estoy comenzando a preocuparme.

-Ella... ella quería morir allá -agachó la cabeza y empezó a llorar.

Mi corazón se cayó al suelo, nunca había sentido algo así, no sé cómo reaccionar.

-¿Y CÓMO PUDO DEJARLA IR? -pregunté esta vez desesperado.

-Yo de verdad no quería, ella hizo todo para hablar conmigo y me lo pidió, me dijo que no quería sufrir más y yo no podía obligarla a seguir aquí sufriendo, fue lo mejor para ella.

Salí de ahí rápidamente, me sentía mal, no sabía qué hacer, todo se acabó y ella quizá ya no esté aquí.

Alexandra es una cobarde, huyó y ni siquiera me dijo, ¿acaso no pensó en mi sufrimiento? ¡Dios! Yo la amaba tanto, la amo tanto, y yo lucharía con ella todos los días, como solía hacerlo.

Ella lo es todo para mí...

|ALEXANDRA|

-¿Está segura señorita? -preguntó la enfermera.

-Si, lo estoy -aseguré.

-Disculpe la imprudencia pero, ¿porque está haciendo esto? Usted es joven, tiene una hermosa vida por delante -dijo.

Sonreí.

-Tengo una enfermedad muy grave, tarde o temprano esto iba a pasar... solo estoy acelerando el proceso.

-¿Y por qué aquí?

-Desde chiquita había soñado con vivir aquí, como sé que no podré hacerlo, quise terminar todo aquí, ya sabes -le volví a sonreír- pero no sin antes haber conocido todo, este lugar es una maravilla, me alegra haber elegido este lugar.

-Es una lástima señorita.

-Si, lo es.

Todo estaba listo, tenía una vista hermosa desde la habitación del hospital. La enfermera me pasó un vaso de agua y la pastilla que me ayudaría a dormir.

La tomé.

Y fui ahí... cuando todo terminó.

Let me be your friend || n.g Donde viven las historias. Descúbrelo ahora