Entré a la clase que nos tocaba, el salón estaba tan solitario que parecía un desierto, cerre la puerta y me senté en la última banca de la última fila, coloque mi mochila en el mesabanco, y me recargue en este, me sentía mal, acababa de llegar y ya me quería ir, pensaba en todo lo que me paso ayer, el nudo en mi garganta me invadió, por suerte era temprano y todavía no entraba nadie asi que podía llorar todo lo que quisiera, recargue mi cabeza en mi mochila, segundos después la puerta del salón rechino, alguien entraba, dirigí mi vista hacia la entrada del salón, oh dios, no puede ser, es él...
No lo puedo creer que este en el mismo grupo que yo, si ayer él no estaba. Sus ojos marrones se fijan sobre los míos, el idiota me reconoce, mi mirada sigue en él, necesito demostrarle que no le tengo miedo pero la realidad es que por dentro estoy muerta del miedo, él no puede contener mi mirada así que baja la vista al suelo y se sienta en la primera fila al centro, su apariencia es cansada y triste, dejo de mirarlo y mis ojos se dirigen al pizarron que se encuentra en la pared, mi mente se llena de pensamientos, alguien se dirige a mi, lo sé porque se escuchan pasos cerca donde yo estoy, siento una mirada sobre mí cuando reacciono mi vista se posa hacia aquel chico, viene hacia mi, no quiero que se me acerque, vuelco mi vista hacia el pizarron, tengo miedo, miro de reojo y observo que se sienta en el asiento a lado mio, sus ojos observan el suelo, su torso esta inclinado hacia delante mio, sus manos se encuentran sobre sus rodillas, no quiero verlo y trato de mirar a un punto fijo, se aclara la garganta para hablar y siento de nuevo su mirada hacia mi.
-Te quiero pedir disculpas...- dice nervioso, cómo es posible que después de haberme hecho lo que me hizo, quiera pedirme disculpas, sus palabras son tan estúpidas pero me duelen, me duelen porque las imágenes de esa noche llegan a mi mente.
-Acaso crees que pidiendome disculpas se arregla todo? Eres un imbécil, arruinaste mi vida, cómo me puedes pedir disculpas cuando tu...- Tan sólo por decirlo me da harto asco, lo miro pero el nudo en mi garganta se empieza a formar- Cuando tu me violaste- observo otro punto para no observarlo a él, porque lo recuerdo, él encima de mi... Tocandome -Arruinaste mi vida, yo era tan feliz hasta que tu llegaste, por qué lo hiciste? Yo qué te hize para que me violaras? No nos conociamos, mejor dicho no te conozco- dejo de hablar para que él me responda, tarda unos segundos en hacerlo.
-Lo sé, tienes toda la razón, soy un hijo de puta, no quería hacerlo de verdad, yo estaba...-su mandíbula esta tan apretada que pareciera que se va a romper, baja su mirada y observo que le esta costando mucho trabajo hablar.
-No necesito que me des explicaciones, nada justifica lo que me hiciste- susurro pero en realidad quiero que me explique.
-Drogado, estaba drogado, maldición!!!- grita y golpea mi mesabanco muy fuerte, lo bueno es que no lo rompió porque lo tendría que pagar yo, pero me asusto demasiado, bajo mi mochila y me limito a observarlo, sus ojos se ven vidriosos, una lágrima cae de sus bellos ojos, perdón, de sus ojos.
-No grites- murmuro y me seco las lágrimas que caen.
-Lo siento- su mirada permanece en el suelo, tal vez no quiere que lo vea llorar.
-Eso no lo justifica, a mi que rayos me interesa si estabas drogado o no?- más lágrimas invaden mis ojos. Soy una maldita mentirosa, porque si me interesa saber por qué lo hizo?.
-Lamento haberte hecho esto, no lo merecias, nadie lo merece- dice en un susurro y se acerca a mi, su mano toca la mía, mis ojos observan lo ocurrido y siento algo lindo en mi corazón pero mi mente me dice lo ocurrido, ahora siento asco y miedo, una de mis lágrimas cae en nuestras manos, él me mira y yo miro la acción que esta ocurriendo, él también tiene los ojos llenos de lágrimas, decido terminar la acción y aparto mi mano lejos de la de él, ya no me mira, en ese momento suena el timbre de entrada, la puerta del salón se abre y en dos segundos se llena por completo, me encargo de limpiar mis lágrimas no quiero que nadie sospeche de nada, por su parte él se retira y se dirige hacia su lugar mientras seca las lágrimas que siguen cayendo de sus ojos.
-Natalie Smith, tenemos que hablar muy seriamente- esa voz la conozco.
- Rayos!- la chica del cabello castaño, Alisson.
-Sí, rayos! me debes explicaciones, señorita- toma lugar enfrente de mí, la maestra de matemáticas todavía no llega.
-Perdona, no pude contestarte los mensajes- murmuré.
-¿Qué te pasa? Tus ojos se ven rojos,a ver, a ver, a ver ¿estuviste llorando, Nat? ¿Por qué o por quién? dime- coloca sus manos justo en donde Ben toco la mía.
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Amor por un Error
RomanceLa vida de Natalie Smith da un giro de 360° en una noche, es posible que tu vida de color de rosa cambie al negro de un día para otro? Pues la vida de Natalie cambio y no para bien. Paso de ser la chica más alegre y amorosa a ser la más fría. La vid...