Capítulo 18

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Despierto encontrando a mi madre a lado mío, todavía con los ojos casi cerrados me levanto, los rayos del sol que entran por la ventana hacen que corra con rapidez a ver el reloj que me despierta todos los días sobre la mesita a lado de mi cama, oh Jesús, es tardísimo, volteo a ver la silueta de mi madre sobre mi cama la imagen de mi mamá desnuda con el chico igual desnudo sobre la propia cama en donde duerme con papá vuelve a aparecer,la rabia invade mi organismo por lo que muevo todo el cuerpo de Karen, la situación de sólo tocarla me da asco, nunca había sentido esto por ella pero me duele mucho lo que le hizo a mi padre,me duele demasiado.

Karen empieza a mover su cuerpo para darme la cara, sus ojos comienzan a abrirse lentamente.

—¿Qué haces aquí?— camino hasta la puerta abriéndola.

—Retírate de mi habitación, tengo que ir a clases— digo señalando hacia afuera de la puerta.

—No,hija,ahora tenemos que hablar— se levanta de la cama para cerrar la puerta, por lo que la vuelvo a abrir para que se largue.

—Te estoy diciendo que hablaremos— azota la puerta, no quiero hablar con ella, el sólo hecho de saber las justificaciones que me dirá me hacen sentir más enojo hacia ella pero no tengo escapatoria, por lo tanto me siento en la esquina de mi cama.

—Dime— le digo mirándola,noto cierta tristeza en sus ojos, sus manos entrelazadas dan una serie de movimientos por lo que parece estar nerviosa,no dice nada y eso me molesta aún más,tengo que ir a clases aunque no tengo ganas de ir pero prefiero ir allá que estar aquí con ella —Habla carajo!!!— elevo mi voz.

—No me grites!!! Soy tu madre— sus ojos se aguadan, estoy dispuesta a responderle.

—Ahora sí eres mi madre,no? Esa que justo ayer estaba llena de excitación con ese chico!!! Qué rayos te pasa?? ¡¿Qué no pensaste en nosotros?! En el daño que me harías y sobre todo a papá— grito,me cuesta trabajo respirar pero hago lo posible por inhalar y exhalar, Karen baja la mirada al piso, por qué tiene que ser tan cobarde.

—Hija, yo siempre he pensado mucho en los dos y...— inhala aire, sus manos están sobre su cabeza, ni siquiera sabe responderme.

—Y qué?— la interrumpo al ver su dificultad para hablar —Sabes qué... Prefiero ir a la escuela, me van a regañar por llegar tan tarde— rayos cómo me voy a ir con estas fachas, me paro de la cama para buscar en mi armario la ropa que me pondré, Karen sigue en mi habitación, agarro la ropa que me pondré —Puedes salirte de mi habitación— pregunto pero es más una orden que una pregunta —me cambiaré.

—No, todavía no terminamos, además avise a la directora que llegarías tarde y dijo que no había problema— niega con frustración.

—Conmigo no necesitas aclarar las cosas, porque yo sé lo que vi— respondo, tengo ganas de llorar pero no enfrente de ella, no debo de dejar ver que me afecto demasiado su infidelidad —pero con mi padre sí— ella frunce su ceño en confusión a lo que respondo —¿Qué? Piensas que me voy a quedar callada? Estas equivocada... Tú le vas a decir— digo señalándola —porque si no lo haces tú lo haré yo— le digo con seguridad y salgo de mi habitación con mi mochila y la ropa que me pondré, mientras bajo las escaleras escucho los pasos de ella atrás de mí "No puedo decírselo, lo lastimaré mucho" dice pero sigo avanzando "Tú tampoco se lo puedes decir, tu padre tiene problemas en el corazón, eso le puede dar complicaciones a su salud" suelta a lo que me detengo, yo no sabía nada de eso, oh mierda, mi padre tiene problemas de salud y nadie me lo había dicho, y ahora cómo le haré para decírselo sin afectar su salud? Porque él lo tiene que saber, ella se detiene detrás de mí.

—Él lo tiene que saber, si tú hubieras pensado tan sólo un poco en el daño que ocasionarías no pasaría nada de esto— digo adentrándome al baño, cierro la puerta con seguro y me recargo en esta haciéndome caer, mi cabeza topa con mis rodillas, las lágrimas que contuve hace un rato se dejan caer por mi rostro, el dolor que ahora siento es más fuerte, no sé que hacer, no sé si sería correcto decirle a mi padre aún sabiendo que puedo ponerlo en peligro, todo por culpa de mi madre, ¡Ay!

Amor por un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora