7- Estrellas

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La persecución había acabado cuando tropecé con una baldosa floja y fui a caer de rodillas al suelo. En vez de ayudarme, Taehyung se dobló de risa en el suelo. Seokjin salió corriendo a ponerme en pie, haciendo mala cara al ver el estado de mis rodillas (pues me salía sangre, no era para menos). El mayor le echó la culpa al muchacho y le obligó a que me llevara en la camioneta. Como éste se negó, mufándose porque no era su culpa, Namjoon tuvo que hacerse cargo de la situación.

Era plenamente de las miradillas que me lanzaba Taehyung por el espejo retrovisor, pero me negaba a hacer contacto visual con aquel bastardo pervertido. Namjoon, al volante, nos trataba como si fuéramos dos niños:

-Ya dejen de pelear-decía-. Sólo no vuelvan a perseguirse así.

-No es mi culpa que sea una bruta-respondió el imbécil.

Me mordí el labio inferior con fuerza, para no replicar cada. No quería parecer una tonta frente a Namjoon, pero sentía realmente frustrada. No sólo por la caída, sino también por el huevo ¡y por el beso! ¿Quién se creía...? ¡No tenía ningún derecho a hacer semejante cosa!

Calma, Cassandra, fue sólo un insignificante e infantil beso. No es como si fuera la gran cosa. ¡Ni siquiera va a mencionarlo!

-Namjoonie hyung, Cassie me besó-soltó de pronto el muchacho.

Abrí los ojos como platos y miré hacia el espejo retrovisor. Taehyung sonreía maliciosamente mientras el pelirosado se aclaraba la garganta, visiblemente incómodo.

-Eso no es verdad-respondí, con toda la tranquilidad que pude-. Yo no te he besado, tu me has besado. Y ni siquiera cuenta como beso.

-Pero te ha gustado, ¿verdad?-sonrió-. Te has puesto toda roja, ¿es eso un sí?

-¡ES UN ROTUNDO NO!-exclamé, furiosa.

Me ardían las rodillas y la cara, ¿¡cómo podía decirlo tan a la ligera frente a su hyung!? quien, obviamente, le contaría al resto... Aunque no es que me importara realmente, no los conocía... Bueno, Jungkook... ¡Aish! ¡Ese imbécil de Kim Taehyung arruinaba mi vida!

-Deberían arreglarlo a solas, ¿no creen?-se interpuso Namjoon.

-Nada que arreglar-dije y, antes de que el castaño pudiese añadir algo más, ya habíamos llegado-. Gracias por traernos, Namjoon.

-No hay de qué, ¡limpia esas heridas!-exclamó sacando la cabeza por la ventanilla, cuando yo ya había bajado.

-¡Lo haré!-exclamé, apresurándome por llegar a mi porche.

Por fin podría ir a casa, mirar una película, llorar un poco por el examen que había pifiado aquel día, y... Y...

Y la llave no estaba en el buzón. Mi llave no se encontraba en mi escondite secreto.

-¿Buscas esto?-tentó una voz muy cerca de mi oído.

Sentir el aliento cálido más el tono grave y ronco de su voz hizo que me pusiera la piel de gallina al instante.

Me di la vuelta y Taehyung se alejó un poco para que vea que, en su manota, sostenía mi llave.

-Dámela-ordene.

-No lo haré.

-¿Por qué no? ¡Dame la maldita llave!

-Ah-ah.

-¡T...! ¿Sabes qué? Quédatela; diré que la perdí.

Estaba a punto de tocar el timbre, cuando tomó mi muñeca para impedírmelo.

-¿Y ahora qué quieres?-gruñí.

-Ven a casa-murmuró, sus ojos sonreían-. Curaré tus heridas.

Why So Serious? [Kim Taehyung]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora